Un tren Alvia que cubría la ruta Ferrol-Madrid ha descarrilado este martes hacia las cuatro de la tarde cuando un vehículo todoterreno ha caído desde un paso elevado a las vías, según ha informado la Delegación del Gobierno en Castilla y León. En el accidente han perdido la vida el conductor del vehículo, de 89 años, y posteriormente uno de los maquinistas, de 32, al no haber prosperado las maniobras de reanimación in situ.
El maquinista en prácticas fallecido, nacido en A Coruña en 1988, se llamaba Alexander Pedreira Sainz, y era hijo de un interventor de Renfe. La Operadora ha activado el protocolo de apoyo a víctimas y está asistiendo a las familias con apoyo psicológico y logístico, puesto que la familia se está desplazando a Zamora.
El presidente de Renfe, Isaías Táboas y la presidenta del gestor de infraestructuras ferroviarias Adif, Isabel Pardo de Vera, se han desplazado hasta Zamora, para interesarse por el estado de salud de los viajeros. Táboas ha explicado que se van a abrir dos investigaciones: una en el Juzgado y otra en la Comisión de accidentes e incidentes ferroviarios para esclarecer qué ha podido pasar. “Parece ser que una colisión con un vehículo, pero las causas y circunstancias exactas las determinarán las dos investigaciones”, ha añadido.
Según esas mismas fuentes, los dos maquinistas del tren han quedado en un primer momento atrapados dentro de la locomotora y han sido liberados con la intención de ser trasladados al hospital. El maquinista herido es el conductor titular, quien ha sido trasladado primero al Hospital Virgen de la Concha en Zamora y posteriormente al Hospital de Salamanca, con pronóstico “muy grave”.
Además hay que lamentar que otros seis pasajeros han resultado heridos con dolencias leves: latigazos cervicales y episodios de ansiedad. El resto de pasajeros han sido evacuados a pie hacia autobuses para ser trasladados a sus destinos. Dentro de los vehículos, ha destacado el delegado del Gobierno, Javier Izquierdo, se sigue el protocolo de distancia social para evitar contagios de COVID-19.
“No ha sido un golpe seco, ha sido más como un frenazo brusco”, cuenta por teléfono Helena, de 22 años, una de las pasajeras que iba en el Alvia siniestrado. Su vagón, uno de los últimos por la cola, no ha descarrilado. Tras el frenazo, relata, se han abierto las puertas del tren y el personal ha acudido para explicarles que parte del tren había descarrilado “y poca más información”.
Después de pasar como veinte minutos en el tren, les han guiado por las vías hasta un edificio cercano a la zona del accidente. “En ese momento no sabíamos bien lo que había pasado y estábamos bastante desconcertados”. Como otros viajeros, no se han dado cuenta de la magnitud del accidente hasta que empezaron a llegar ambulancias, coches de bomberos, y de la Guardia Civil. “Hemos esperado como dos horas hasta que llegasen los autobuses”, relata esta estudiante de Biología en Santiago de Compostela.
Finalmente han sido 158 pasajeros los que viajaban en el tren, según Renfe (inicialmente se ha hablado de 108 y después de 174). El 112 en Castilla y León asegura que la locomotora se ha salido de la vía a causa del impacto, mientras que los vagones han permanecido en pie. Izquierdo, que se ha desplazado hasta la zona, ha agradecido la labor de los Bomberos de Zamora, el servicio de 112 de la Junta de Castilla y León, así como a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y a la Policía local de Zamora.
Según el gestor de infraestructuras ferroviarias Adif, el vehículo todoterreno implicado en el accidente es ajeno a la explotación ferroviaria y a las actividades de construcción de la línea de alta velocidad. El accidente ha provocado la interrupción de la circulación ferroviaria entre Carbajales de Alba y Zamora (línea Zamora-Ourense).
El ministro de Fomento José Luis Ábalos y el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, han expresado sus condolencias a las familias de los dos fallecidos en sus cuentas de Twitter.