El alcalde de Valladolid, el 'popular' Jesús Julio Carnero, ha sido galardonado por parte de distintas organizaciones sociales con el Maillot Netro Humo de la antimovilidad.
Se trata de una iniciativa de Valladolid AC Ciudad Sostenible, Anticapitalistas, la (Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono (ARBA), la Asamblea Ciclista de Valladolid (ASCIVA), la Asociación La Curva, Ecologistas en Acción, la Federación de Asociaciones Vecinales de Valladolid Antonio Machado (FAVVa), el Grupo Local de Greenpeace y el Sindicato Trabajadores de la Enseñanza Castilla y León (STECYL).
Estas organizaciones sociales consideran que “las amenazas a la movilidad sostenible y su escaso compromiso por mejorar la calidad del aire le hacen merecedor del galardón”, tal y como justifican a través de un comunicado recogido por Europa Press.
Asimismo, le exigen que haga explícita su determinación para aplicar las medidas legalmente establecidas de reducción de tráfico en situaciones de alerta por contaminación, que, como así vaticinan, verán aumentar su frecuencia con la nueva política municipal.
Con la celebración de la etapa de la Vuelta, este martes 5 de septiembre, denuncian que Valladolid habrá sufrido restricciones al tráfico privado capaces de seccionar la ciudad por un día entero.
“Esto, al parecer, no supone drama alguno para el alcalde y sus socios de gobierno pues la lógica política de estas formaciones asume que los beneficios económicos generados compensan los problemas que pueda suponer el mayor corte de circulación voluntario visto en muchos años”, critican.
Sin embargo, advierten de que el Ayuntamiento se ha negado a aplicar medidas mucho menos agresivas ante el pico de contaminación por ozono ocurrido a finales de agosto. Y ello, censuran, habrá tenido efectos negativos palpables sobre la población de riesgo, dado que es un contaminante muy agresivo para el sistema respiratorio.
300 fallecidos al año
Recuerdan asimismo que organismos de reconocido prestigio, como el Instituto de Salud Carlos III y el Instituto de Salud Global, indican que en la capital del Pisuerga mueren cerca de 300 personas cada año por causas directamente relacionadas con la mala calidad del aire.
A pesar de estos datos, el “Plan de acción en situaciones de alerta por contaminación”, de obligada aplicación, no se puso en marcha en el citado episodio. Ambos ejemplos, denuncian estas organizaciones, parecen indicar que el gobierno municipal está dispuesto a limitar drásticamente el uso del automóvil en un caso, mientras que se niega a implantar la más mínima restricción cuando se trata de la salud.
“Se trata de un rasero muy diferente para medir el beneficio económico y la salud de la ciudadanía. Aumentar la presencia de coches en las calles del centro, como pretende el actual equipo de gobierno reduciendo carriles bus en favor del coche privado, provocará, sin duda, más contaminación e incidencias negativas en la salud. Esto afectará aún más a las personas mayores y la infancia, más sensibles a problemas respiratorios derivados”, auguran.