Que el Gobierno de coalición de Castilla y León era débil y atravesaba en los últimos meses sus horas más bajas se sabía. Que Mañueco había emprendido una precampaña electoral mientras los dirigentes de Ciudadanos hacían la suya por su lado era obvio. Las cábalas sobre el momento en el que el presidente apretaría el botón rojo, el del adelanto electoral, se habían hecho habituales en los despachos y las redacciones. Y fue un lunes, pasado un minuto de las nueve de la mañana, en el comienzo de una semana que no iba a ser fácil, porque los Presupuestos de la Junta se habían encallado en el 'no' del único partido dispuesto a apoyarlos, Por Ávila, y difícilmente podían salir adelante salvo una cesión de última hora.
Sí había pistas de que Mañueco no las tenía todas consigo y de que los presupuestos eran la piedra de toque. El PP no quería aceptar enmiendas de Por Ávila que suponían 30 millones de euros más en un presupuesto de 12.000. No quería dejar al descubierto que es el partido regionalista quien lucha por una provincia históricamente olvidada en inversiones autonómicas, precisamente porque siempre estuvo gobernada por el PP y eso era admitir demasiado. Hasta 2019, momento en que Por Ávila, una escisión de las muchas que sufrieron los populares tras perder el Gobierno central, se hizo con la alcaldía.
El PP de Ávila no quería que se le viesen las costuras. Ciudadanos, por su parte, pretendía aprobar unos Presupuestos históricos y necesarios para gestionar fondos europeos. Pero es que además, con las cuentas aprobadas, el PP no iba a conseguir un relato para justificar un adelanto electoral por falta de estabilidad parlamentaria que ansiaba desde hace meses. Y era fácil dar salida a los Presupuestos, solo se necesitaba un voto, el de Por Ávila, y 30 millones de euros. Y ahí empezó la debacle. Ahí es cuando el PP se planteó prorrogar las cuentas, tanto era así que este martes se había convocado una reunión de la Mesa de las Cortes sin orden del día. La sospecha es que el PP iba a suspender el debate de los presupuestos, previsto para miércoles y el jueves.
La visibilización de la alternativa real en una votación de Presupuestos
El pasado fin de semana el PSOE, que celebraba congresos provinciales en varias provincias de Castilla y León, hizo un anuncio inesperado: con sus 35 diputados apoyarían las enmiendas de Por Ávila, y si a ello se sumaban el resto de la oposición, salían adelante. Pero había otra posibilidad, y era que Ciudadanos también apoyase las enmiendas. No solo eso: si Ciudadanos se cuadraba, los Presupuestos, votados por ellos y por el resto de los partidos, saldrían adelante a pesar de la oposición del Partido Popular, visibilizando así una alternativa real.
Ese planteamiento se lo hizo también el PP, que profundizó algo más: si Ciudadanos se estaba entendiendo con Por Ávila y se alineaba junto al PSOE para aprobar los Presupuestos, ¿por qué no una moción de censura?
Y así llegaron los populares a montar su coartada, un relato con muchos agujeros, para justificar un adelanto electoral que también puede explicarse por otros motivos: el horizonte judicial del PP es oscuro y alberga 'monstruos', el de los juicios por corrupción: Perla Negra en marzo con ex altos cargos de la Junta acusados y en el que declarará el expresidente Juan Vicente Herrera, la Trama Eólica, también con excargos de la Junta en el banquillo y pendiente de señalamiento, y la instrucción del caso primarias en Salamanca, en el que se investiga la financiación ilegal del partido durante el proceso que ganó el propio Mañueco, y en el que ya van a declarar como imputados el presidente del PP de Salamanca, la gerente y el propio partido.
Ese era el contexto cuando en la mañana del lunes Mañueco se puso a tuitear. A través de esa red social comunicó la ruptura con Ciudadanos, la disolución de las Cortes y el adelanto electoral para el 13 de febrero de 2022. Ni rueda de prensa, ni declaración institucional ni comunicado a los medios. Un tuit. A Igea se lo dijo en una llamada corta y fría que el vicepresidente del Gobierno resumió así. “Hola, Paco, estás cesado, tú y todos los compañeros de Ciudadanos”, contó que le dijo su presidente. Mañueco no lo ha desmentido. En la rueda de prensa posterior el presidente no admitió preguntas y lo justificó por una “deslealtad de Ciudadanos”, que, según él, no solo iba a pactar unos presupuestos a sus espaldas, sino que preparaba una moción de censura en su contra.
El PP y su oscuro horizonte judicial y el futuro incierto de Ciudadanos
Para entender la decisión de Mañueco, hay que valorar el momento en que se produce: las encuestas pronostican una mayoría simple para el PP, que alcanzaría 35 diputados. Pero ¿cuánto puede durar esa subida con los juicios de corrupción que arrancan en los primeros meses del año?
En este adelanto electoral también ha influido, y mucho, la presión de Génova. Porque Casado usa a Castilla y León como tubo de ensayo para medir las posibilidades del PP en las próximas elecciones generales. La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, había hablado el mismo domingo con Mañueco, quien le habría garantizado que no convocaría elecciones. El exvicepresidente Igea, además de preguntarse “en qué cojones piensa para convocar unas elecciones en este momento” y después de darle su palabra de que nunca lo haría, contó en La Sexta que si su partido se lo pide, optará a la Presidencia de la Junta.
“No iré en una lista con Mañueco, con un señor que ha cometido esta desvergonzada, porque tenía un horizonte judicial complejo, porque tenia que ser ahora y eso ha determinado el pistoletazo”, dijo en la entrevista televisiva, además de llamarle “cobarde”.
Los sondeos, hasta ahora, daban a Ciudadanos por desparecido del hemiciclo. Como en Madrid, de ser ahora las elecciones, no sacarían ni un procurador. Pero todo puede cambiar, mucho más cuando el PP ha mantenido el engaño hasta el último minuto. Igea ha insistido en que nunca hubo posibilidad de una moción de censura por su parte, y lo cierto es que si pudo presentarla en cualquier momento, no lo hizo.
Pero el momento es complicado: en plena explosión de contagios de esta sexta ola, Mañueco no solo ha cambiado de un día para otro a toda la Consejería de Sanidad. Tampoco tendrá compareciendo al vicepresidente Igea, quien había dado la cara hasta ahora. Esa gestión quedará en manos del PP.
El PSOE tiene ya hasta las fotos de la campaña
El PSOE, que ganó las elecciones de 2019 con 35 diputados, lo ve como una “oportunidad magnífica” para reeditar la victoria y esta vez llegar al Gobierno. Los sondeos le dejan con menos de 30 escaños, pero todo está por ver: no ha protagonizado patinazos en la oposición y en la moción de censura que perdió logró cobrarse una pieza: el abandono de la diputada de Ciudadanos María Montero, que dejó sin mayoría parlamentaria al Gobierno. Los socialistas dicen estar preparados y han filtrado que ya tienen “hasta las fotos de la campaña electoral” que protagonizará de nuevo Luis Tudanca, reelegido como líder regional hace apenas dos semanas.
IU y Podemos, aún sin unirse
A Izquierda Unida y Podemos el adelanto electoral les pilla con el pie cambiado. La coalición entre ambos partidos no está cerrada, aunque trabajan en ello. El líder de Podemos en Castilla y León, Pablo Fernández, es un valor en alza en el partido, donde ha ascendido recientemente a portavoz de la formación estatal, dentro del equipo que lidera Ione Belarra tras la salida de Iglesias, pero de momento no hay cartel electoral. El portavoz de Podemos señaló este lunes que la cita electoral en Castilla y León será el “primer paso” del frente amplio de Yolanda Díaz, con la que pretende hablar para darle forma. El equipo de Díaz, quien no milita ni en Izquierda Unida ni en Podemos, insiste desde hace tiempo en que su objetivo son las elecciones generales de 2023 y en que el proceso de escucha comenzará a la vuelta de vacaciones.
Ambas formaciones, IU y Podemos, confían en que acierten las encuestas, que calculan que Unidas Podemos podrían mantener los escaños de León y Burgos y obtener el de Valladolid que se les escapó en 2019 cuando concurrieron por separado y no alcanzaron el 5% mínimo exigido.
El leonesismo en auge
El adelanto electoral coge al 'leonesismo' en un buen momento, con las encuestas remando a su favor. El partido político que representa el movimiento de escisión de Castilla y León de las provincias de la Región Leonesa –León, Zamora y Salamanca–, Unión del Pueblo Leonés (UPL), tiene representación ininterrumpida en las Cortes autonómicas desde los años 90. Liderado por su único procurador autonómico, el reelegido Luis Mariano Santos, el partido cree que llega a la cita del 13 de febrero en “el mejor momento en 20 años”. Desde finales de 2019, cuando el Ayuntamiento de León gobernado por el PSOE aprobó una moción de UPL a favor de la autonomía, se han sucedido las votaciones en consistorios que suman más del 50% de la población representada a favor de una nueva autonomía, la 18 para la Región Leonesa o bien para la provincia de León si fuera el caso. 54 municipios han votado a favor de la autonomía propia, de los 211 de la provincia leonesa: el 50,10% de la población, entre ellos los de León ciudad, San Andrés del Rabanedo o Villaquilambre. Este contexto, junto a movilizaciones frecuentes, hace pensar a los leonesistas que pueden conseguir un segundo o incluso un tercer diputado autonómico por la provincia de León, resultados que ya obtuvieron hace dos décadas.
Por Ávila y la revalidación
Por Ávila, que se estrenó en política en 2019, espera revalidar su procurador en las Cortes autonómicas o incluso mejorarlo en el adelanto electoral. A su favor juega, creen, el hecho de que la convocatoria electoral sea única y no esté unida a las municipales, un hecho que, opinan, puede perjudicar al Partido Popular al no sumar sus votos a los de sus alcaldes. La provincia de Ávila es la más conservadora de Castilla y León, donde los partidos de la derecha suman más porcentaje de voto. Antes de la irrupción de nuevos partidos el PP sacaba en solitario prácticamente el 60% de los votos en cada convocatoria.
Vox, posible socio del PP
En cuanto a Vox, según sondeos, ocupará el espacio de Ciudadanos. Con una sola diputada en la actualidad, Fátima Pinacho, podría superar la decena, según las encuestas, y ser el nuevo socio de gobierno del PP. A su favor está, además de esa caída de Ciudadanos, el voto rural, que han sabido trabajar en estos años en ayuntamientos de las provincias de Castilla y León. En contra está que Vox no ha sabido crear equipos potentes. En la memoria está el predecesor de la actual procuradora, Jesús García Conde, y sus enormes dificultades para contestar preguntas en la única rueda de prensa que dio en dos años.
La España vaciada entra en el tablero
Y entra en el tablero la España Vaciada, que ya ha movido ficha. Soria ¡Ya! ha anunciado que se presentará a la cita del 13 de febrero de 2022. En una rueda de prensa, su portavoz, Vanessa García, ha explicado que se trata de arriesgarse o “ver la lenta agonía de la provincia de Soria”. Con este salto –que sigue la estela de Teruel Existe– de la plataforma ciudadana que lleva dos décadas reivindicando un mayor desarrollo y medidas para los sorianos, la España Vaciada tendrá su primera contienda electoral en las autonómicas. El formato elegido será una agrupación de electores, el mismo que usó Teruel Existe en la cita electoral de 2019.
Otras plataformas agrupadas en la España Vaciada del resto de Castilla y León se piensan sus opciones de concurrir a las elecciones autonómicas. Sin el bagaje de Soria ¡Ya! se antoja más complicada la conformación de listas pese al buen momento de imagen que atraviesa el colectivo. Desde Segovia Viva y Palencia descartan, a priori, presentarse. León Ruge se va a pensar qué hacer, según fuentes de la entidad consultadas por este periódico.