El PP de Mañueco encara una nueva etapa con la necesidad de apoyos extra para no bloquear la legislatura
El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco (PP), aseguró el pasado lunes que gobernar en minoría parlamentaria era su opción preferida. Esta situación le obligaría a apoyarse puntualmente en otros grupos parlamentarios para sacar adelante sus iniciativas pero la aritmética de las Cortes, con la salida de Vox del gobierno, obligan al Partido Popular a negociar siempre. Necesita 10 votos extra para que sus iniciativas pasen de ser un mero trámite.
En febrero de 2022 las elecciones que decidió adelantar Mañueco a golpe de tuit dejó a su partido con 31 procuradores. La firma de pactos con Vox y sus 13 representantes le facilitó la mayoría absoluta parlamentaria, fijada en las Cortes de Castilla y León en 41 procuradores. Ahora el PP busca a izquierda y a derecha apoyos para sacar, entre otras cosas, los presupuestos correspondientes al 2025.
El PSOE es el grupo parlamentario de la oposición con más fuerza con sus 28 procuradores. Todo lo que pudieran sacar adelante ambas formaciones se podría considerar un 'gran pacto de Comunidad', al tener 59 de los 81 asientos del parlamento autonómico. Este concepto es una 'quimera' que tanto Fernández Mañueco como el secretario general del PSOE en Castilla y León, Luis Tudanca, han mencionado en los últimos tiempos sin que se haya materializado por las grandes discrepancias de ambos en cuestiones como Sanidad o Memoria Histórica.
Tudanca ya ha advertido al PP de que no se lo iba poner fácil: les tocará “ganarse” el apoyo del PSOE. Las condiciones puestas por los socialistas es “pasar el algodón” a Mañueco para ver si tras la ruptura con Vox “el PP” se ha librado realmente de la extrema derecha.
La prueba del PSOE al PP pasará este martes, en el primer pleno de este periodo de sesiones, con una interpelación en materia de migración para ver la posición del Ejecutivo autonómico al respecto.
PSOE y Vox no se fían de Mañueco
La izquierda y la extrema derecha recela de Fernández Mañueco. “Nadie se puede fiar del señor Mañueco ni de sus pactos: Mañueco no se ha vuelto dialogante, ahora tiene una necesidad y si tiene una necesidad, que se la gane”, apuntaba la semana pasada Tudanca. El exvicepresidente de la Junta y ahora portavoz de Vox en las Cortes, Juan García-Gallardo, ha definido al PP como “el partido del doble juego y de las mil caras”.
García-Gallardo también pasará a Mañueco la “prueba del algodón”, como también ha asegurado. En este pleno Vox también espera ver qué presidente Mañueco encuentran. “Nos tomamos este próximo pleno como una prueba del algodón para ver si el Partido Popular quiere hacer políticas de izquierda, como está haciendo en algunos territorios y también en el ámbito nacional, si quiere volver a la Agenda 2030 y si quiere seguir colaborando con el efecto llamada a la inmigración ilegal”, explicó la semana pasada.
El PP y Vox aún tienen que decir qué van a hacer con las cuatro iniciativas parlamentarias que ambos grupos presentaron de forma conjunta, entre ellas la nueva ley autonómica de Memoria Histórica y que ambos grupos llamando “de Concordia”. También tiene pendiente el Partido Popular el desarrollo de una ley de violencia intrafamiliar. Mañueco no ha especificado qué harán los suyos en estas materias y se ha remitido como compromiso de gobierno a lo argumentado en el último debate del estado de la Comunidad.
El PP, “con el PSOE o con Vox”
Ahora el PP tiene que decidir con quién va a negociar los presupuestos. García-Gallardo ha puesto la línea roja de que el PP está “con el PSOE o con Vox” ya que con “los dos” no se puede. Los 'populares' han vuelto a la “casilla de salida” en todas las materias pendientes, como indicaba el exvicepresidente de la Junta.
Mientras, el PP en las Cortes verá debutar al recién nombrado nuevo portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Ricardo Gavilanes, que sustituye a Raúl de la Hoz tras la marcha de este al Parlamento Europeo como eurodiputado. La carta de presentación de Gavilanes es tender la mano a todas las formaciones políticas y ha ofrecido aceptar enmiendas y propuestas “a que sean beneficiosas para los castellanos y leoneses”.
Los grupos minoritarios tampoco le son suficientes a Mañueco para tener la mayoría absoluta. La Unión del Pueblo Leonés cuenta con 3 procuradores, al igual que Soria ¡YA!. Con un procurador está Por Ávila y dos suman el grupo Mixto formado por Unidas Podemos y el procurador no adscrito Francisco Igea. Con el Grupo Mixto la situación es compleja: Igea fue el exvicepresidente al que el presidente de la Junta echó con aquel mensaje de Twitter, además de sufrir 'bullying político' de sus exsocios.
Movimientos del final de legislatura
La Junta de mientras prepara ya los presupuestos para 2025 como aseguran desde el Ejecutivo. El jueves pasado el portavoz, Carlos Fernández Carriedo, presentaba una serie de rebajas fiscales que se incluyen dentro del Anteproyecto de Ley de Medidas Tributarias, Financieras y Administrativas que acompaña a las cuentas para el año que viene y que se ha remitido al Consejo Económico y Social (CES).
Fernández Mañueco, como presidente del PP en Castilla y León, ha comenzado a retocar el partido de cara a una cita electoral, que en el caso de Castilla y León será “cuando toquen” o si “Sánchez no anticipa las elecciones”, como indicó tras celebrar el Comité Ejecutivo Autonómico el 3 de septiembre.
Sean cual sean los siguientes comicios, el líder 'popular' adelantó que habrá otros nombramientos dentro del PP además del nuevo portavoz en las Cortes, el leonés Ricardo Gavilanes, pendiente tras la salida al Europarlamento de Raúl de la Hoz.
Mañueco adelantó el pasado lunes que su intención de reunirse con todos los grupos aunque no concretó fechas más allá de que se iban a reunir en el mes de septiembre. El presidente de la Junta puso sobre la mesa un pequeño esbozo de lo que iba a sacar al resto de líderes políticos: financiación autonómica ―una de las grandes diferencias con el PSOE junto a la Ley de Amnistía― el “cupo separatista” o la situación del Corredor Atlántico e infraestructuras.
La aspiración del PP: que los partidos vayan sin “imposiciones” de Madrid. Vox ya adelantado, en concreto Santiago Abascal, que no van a votar los presupuestos ahí donde no estén presentes sus propuestas. En el caso de la formación de derecha radical populista la inmigración y la acogida en Castilla y León es el punto con el que más chocan.
Tras la ruptura con Vox, Mañueco ―y recientemente el portavoz Carriedo― ha señalado que mantienen vigente el punto 32 acuerdo de gobierno que defendía una “inmigración ordenada, la lucha contra las mafias y la integración social, laboral y cultural”.
Con todas estas asperezas a ambos lados, Mañueco ha trasladado que presentarán los presupuestos “en tiempo y forma” antes del 15 de octubre, día que tendrían que ser entregados en las Cortes. El plan b del presidente según él mismo sería prorrogar las cuentas de 2024, validadas por el parlamento autonómico en mayo de este año. Un aspecto que ha mencionado durante la primera de este curso político es “agotar” la legislatura sin concretar cuándo considera el presidente que ha amortizado esta etapa al frente de la Junta de Castilla y León.
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