Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Los presuntos abusos del hospital de Medina: “Trabajé con siete traumatólogos y solo él desnudaba a las pacientes por completo”

Imagen de archivo del Hospital de Medina del Campo, en Valladolid.

Laura Cornejo

10

El Hospital Comarcal de Medina del Campo (Valladolid) se ha convertido en un polvorín desde que 26 trabajadores denunciasen por escrito la conducta irregular de un médico traumatólogo que, según relataron, realizaba exploraciones “completamente libidinosas y abusivas” a sus pacientes, se extralimitaba “practicando habitualmente tocamientos sin ningún motivo clínico en sus órganos mamarios” y sospechaban también que “ginecológicos” y “sin guantes” en “pacientes anestesiadas” o con raquianestesia (de cintura para abajo). La Consejería de Sanidad no tuvo conocimiento de la denuncia de los trabajadores hasta varios días después de producirse y para entonces, el médico señalado había perdido la vida al estrellarse contra un camión en la N-601. Le acababan de comunicar la baja.

La Fiscalía investiga la veracidad de estas afirmaciones y la Junta trabaja en una información reservada que ya ha revelado la existencia de denuncias anteriores, como una notificación anónima de 2019 que alertaba de abusos sobre una niña en la mesa de operaciones. Desde que se conoció el caso, se han sucedido las dimisiones, incluidas las del gerente del hospital y su directora médica, y el clima se ha enrarecido cada vez más en el centro sanitario. Hasta el punto de que un grupo de 41 profesionales ha firmado otro escrito en el que discrepan de la denuncia, se refieren a “acusaciones genéricas e inconcretas” y a “numerosas contradicciones” y consideran que se han hecho “insidiosas manifestaciones”. Para el sindicato CSIF este segundo escrito es un intento de intimidar a los denunciantes. Pero la espiral de silencio se ha roto.

A.M.P., una enfermera jubilada recientemente y que trabajó durante 30 años en el Hospital de Medina del Campo, no duda de las afirmaciones que contiene el escrito de denuncia. Y no duda porque fue testigo. Trabajó en Traumatología durante algo más de dos años y pasó consulta con siete profesionales de esta especialidad, además del fallecido.

“En este hospital de Medina los médicos son dioses y se apoyan unos a otros incondicionalmente. Me gusta que haya salido esto para que de una puñetera vez se sepan las cosas y se solucionen”, admite en conversación con elDiario.es. Su relato no está basado en rumores, sino en lo que vivió mientras pasaba consulta con el traumatólogo.

Mujeres vulnerables

“Las desnudaba completamente. Venían con un problema de columna y lo primero que les decía era que se quitasen la parte de arriba y empezaba a tocarlas. Pero eso no era mirarlas para tocar la columna, era sobar. Luego, les mandaba quitar también el sujetador, y cuando llegaba a la parte de abajo, porque daba igual que fuese un problema de cervicales o de lumbares, les hacía quitar los pantalones, y seguía tocándolas por todos los sitios”, recuerda.

Esta profesional sanitaria asegura que lo siguiente que hacía, sin comunicárselo a la paciente, era ponerse un guante, usar lubricante, y hacerles un tacto, si bien no puede determinar si era rectal o vaginal. “Ellas no decían nada, las estaba tocando un médico, y además muchas eran más bien vulnerables: mujeres muy jóvenes o latinoamericanas o rumanas que no se atrevían a cuestionar lo que les estaban haciendo. Siempre lo hacía con mujeres que no pasasen de los cuarenta y tantos, eso sí”, añade. Solo recuerda una ocasión en la que una chica joven, pero mayor de edad, que iba acompañada de su madre, se negó a quitarse los pantalones. “Salieron de la consulta y fueron directas a Atención al Paciente para cambiar de doctor. Les dije que hacían bien”, rememora.

“Lo comenté y no se le dio importancia”

A la enfermera nunca le parecieron normales ese tipo de exploraciones. “A mí aquello me dejó alucinada y lo comenté con dos compañeras de Traumatología. Ellas dijeron que eso era para ver si había un problema en el coxis, pero es que los demás traumatólogos con los que yo trabajaba no lo hacían. Tampoco las desnudaban, como mucho les pedían que se subiesen la blusa. Yo cuando veía que se sentaba en una banqueta, les hacía quitarse la ropa y se ponía el guante, me escabullía de la consulta, no podía verlo”, relata.

Nunca vio el mismo procedimiento en hombres o en mujeres de más edad. “Directamente les pedía una resonancia”, comenta. “No supe qué hacer ni qué decir, lo comenté por el hospital y no se le dio importancia. Apoyo a los compañeros que han firmado el escrito. Es verdad, no era un comportamiento normal”, afirma. Sí reconoce que el fallecido era “buen médico” y que tenía “muy buenas manos para operar”.

síguenos en Telegram

Etiquetas
stats