El equipo de Gobierno de PP y Vox en el Ayuntamiento de Burgos “goza de buena salud”, ha asegurado la alcaldesa, Cristina Ayala (PP), que ha restado importancia a lo que ha calificado de “algunos desacuerdos puntuales”.
Ayala ha afirmado “sentirse cómoda” en el pacto municipal, del que se cumple justamente un año, ha enmarcado esos desacuerdos en el normal funcionamiento de un gobierno conformado por dos partidos distintos, que no siempre coinciden en sus puntos de vista.
El último desacuerdo se ha producido este mismo mes, cuando dos concejales de Vox, uno de ellos el vicealcalde, Fernando Martínez-Acitores, presentaron una iniciativa para “frenar la inmigración irregular”, vinculada al control de lo que denominaron “empadronamientos ilegales”.
Aunque la alcaldesa anunció que abriría un diálogo con Vox porque no estaba de acuerdo con parte de su proposición, finalmente ambos partidos ha asegurado que no ha habido tal diálogo.
De hecho, Martínez-Acitores ha dicho ahora que aún están trabajando en la propuesta, con lo que se descarta que vaya a plantearla en el pleno municipal del próximo viernes.
La alcaldesa y el vicealcalde han ofrecido este lunes en rueda de prensa un balance de su primer año de gobierno local.
Ayala ha asegurado que parte de su esfuerzo se ha destinado a desbloquear temas pendientes del pasado mandato y diseñar los proyectos para poder avanzar en los años que queda en la ejecución de sus compromisos electorales.
Entre los compromisos a futuro ha destacado el proceso para asumir la gestión directa de los consorcios del Desvío del Ferrocarril y el Polígono de Villalonquéjar, que han supuesto asumir sus 200 millones de euros de deuda pero también los activos que aún no han vendido.
También ha destacado el giro en la sociedad municipal para el desarrollo, que ha cambiado el nombre de Promueve por el de ProBurgos y asumirá, además de sus fines turísticos y culturales, la marca de ciudad y la gestión de vivienda y suelo para gestionar los dos consorcios.
La alcaldesa ha valora como “positivo” este primer año, que se cierra con una “satisfacción moderada”, porque queda trabajo por hacer, aunque el equipo de Gobierno considera que la ciudad está “en marcha”, que ha conseguido salir del “letargo” al que le sumió el PSOE, cuyo mandato ha calificado de “perdido”.