El anuncio a bombo y platillo del ahorro de 18 minutos al abrirse el paso subterráneo de la integración del ferrocarril en León, que se produjo el 21 de septiembre en su inauguración, no supone un ahorro real de tiempo entre Madrid y Asturias. Incluso se tarda más que la semana pasada.
Así ha tenido que reconocerlo la operadora de trenes Renfe, admitiendo que “no se ha producido un ahorro significativo de los tiempos de viaje y en algunos casos hay hasta incrementos” con respecto a los tiempos anteriores a este lunes. Algo que ileón había detectado en su página web al encontrarse que los trenes de Madrid a Oviedo tardan a día de hoy entre 2 y 9 minutos más, y los de la capital del Principado a la de España aumentan su tiempo hasta nueve minutos; salvo uno de ellos que sí ahorra, pero tan sólo dos minutos.
¿Cómo es posible que se diga que se iban a recortar 18 minutos por pasar de forma directa a Asturias por León, pero al final casi todos los trenes, menos uno o dos, tarden más en completar el trayecto? La cuestión es relativamente sencilla: han aumentado las limitaciones de velocidad por una serie de obras para el lado de Palencia y sobre todo Pajares y al final, como indican muchos ferroviarios desde ayer, “lo comido por lo servido”.
“A día de hoy los horarios no han cambiado mucho, no se ha ahorrado, son parecidos a los de hace una semana y el ahorro de la solución pasante de León no se traduce en reducción de tiempo por ese aumento de limitaciones de velocidad a las que nos obliga Adif”, manifiestan desde la operadora Renfe.
Limitaciones de velocidad de 25 minutos
La Administradora de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) ha aplicado una serie de restricciones máximas a 30 kilómetros por hora por obras y por mal estado de las vías que antes de abrir el andén del sótano de la estación leonesa no indicaba en la malla técnica de limitaciones temporales de velocidad.
De esta manera, estos pasos más lentos obligados por cuestiones de seguridad suman al viaje unos 25 minutos más, con lo que los 18 anunciados no son suficientes para ahorrar tiempo sino que lo aumentan.
Destaca sobre todo la aplicación de limitar la velocidad a 30 kilómetros por hora durante más de cuarenta kilómetros de la Rampa de Pajares entre La Robla y Campomanes por el “estado de las vías”, a los que hay que añadir siete más en la vertiente asturiana entra Ablaña y Soto del Rey por el mismo motivo, un defecto en un cruzamiento y la reparación del puente metálico de Maria Luisa.
“Nuestros trenes tienen los horarios que les marca Adif con estas limitaciones de velocidad, estamos sujetos a ello por medidas de seguridad y nada podemos hacer para evitarlo, por lo que es completamente cierto que a día de hoy no se ha ahorrado el tiempo que se dijo en la inauguración de la solución pasante”, asumieron desde la operadora ferroviaria.
“Otra cosa es que en un futuro sí se note, pero no sabemos cuándo se podrá hacer realidad porque eso es cuestión exclusiva de Adif”, expresaron desde Renfe.