Castilla y León mandará a clase a los hermanos de los casos sospechosos hasta conocer el resultado de la PCR

Alba Camazón

27 de agosto de 2020 19:23 h

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La Junta de Castilla y León mandará a clase a los hermanos de los estudiantes que sean sospechosos de COVID-19 hasta que se conozca el resultado de la prueba PCR. Si el alumno diera positivo, sus hermanos (si son convivientes o cumplen los requisitos) serán contactos estrechos y entonces se les aislará y se les realizará las correspondientes pruebas de detección molecular. “No estamos diciendo que el niño vaya sin medidas de seguridad”, han insistido las consejeras de Sanidad, Verónica Casado, y Educación, Rocío Lucas.

El hermano de un caso sospechoso acudirá con “normalidad”, aunque habrá que mantener las mascarillas, la distancia de seguridad y hacer una “vigilancia” por si comenzara a presentar síntomas hasta que la primera PCR no sea positiva. La consejera de Sanidad ha contemplado este jueves una excepción: que el menor sea “muy asintomático”, aunque esta probabilidad es relativamente baja, porque la mayoría de los niños presentan unos síntomas muy leves o ni siquiera presentan síntomas.

La regulación que plantea Sanidad es menos estricta que la que contempla la guía del Ministerio de Sanidad, que “recomienda” que los convivientes de los casos sospechosos “permanezcan en su domicilio hasta conocerse su resultado [el de la prueba PCR]”. Además, este martes el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, aseguró que en infantil se aislaría a toda la clase de infantil o primero de primaria ante un caso sospechoso y a los “contactos estrechos” en el resto de cursos.

Si un niño presenta síntomas en casa, el progenitor deberá contactar con su pediatra de referencia y avisar al colegio. “Vamos a ir analizando situación a situación”, ha señalado Casado, que espera que haya “menos cuadros catarrales” al mantener un continuo lavado de manos y utilizar mascarillas a partir de los 6 años. “Se está estableciendo un plan de contingencias que no está cerrado del todo para abordar este tipo de situaciones de la forma más ágil posible y organizando a los profesionales de la mejor manera”, ha agregado.

“Si mi niño tiene mocos, estornuda y tiene fiebre, tengo que tener cuidado y probablemente ese día no le lleve al colegio”, ha recomendado la consejera de Sanidad, quien también ha asegurado que se está intentando “generalizar las medidas de antígenos rápidos” de estas enfermedades habituales en los pequeños “para rápidamente saber de qué estamos hablando”.

La consejera de Educación ha destacado que si hay que aislar a un estudiante, el profesor será el mismo y “puede, desde su clase, dirigirse al alumno que está en casa”.

“No van a sobrecargar la Atención Primaria”

Los casos de escolares, ha comprometido la consejera de Educación, “no van a sobrecargar la Atención Primaria”. Los equipos COVID-escuela no recurrirán a los profesionales sanitarios de Atención Primaria, sino que el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales (SPRL) se encargará de la toma de las muestras y los laboratorios de las universidades se responsabilizarán del análisis de dichas pruebas.

Eso sí, si hay una PCR positiva, al niño le atenderá y seguirá su pediatra de referencia. “No van a ser los médicos y enfermeras de Atención Primaria, porque no pueden. La Sanidad está a tope. La Atención Primaria está trabajando a un 150%, con una labor de vigilancia epidemiológica, de rastreo, con entre 50 y 70 personas a las que atienden todos los días”, ha subrayado Verónica Casado, que ha insistido en que habrá “colaboración” entre los rastreadores, Atención Primaria y los servicios de Prevención.

Los padres y la declaración responsable

Casado se ha mostrado partidaria de implantar la declaración responsable de los padres de que no llevarán a sus hijos a la escuela si tienen síntomas compatibles con la COVID-19, que ha considerado “de lo más importante”. Esta declaración responsable, de incumplirse, “tiene las consecuencias legales de mentir”, ha advertido Verónica Casado. “Y si genera un impacto en la salud, es muy sancionable. Si afecta a más de 15, 150 o 500 personas, a mayor riesgo, más sanción”, ha insistido.

Si se confinara una localidad, como actualmente están Cantalejo y Carrascal del Río (Segovia), se mantendrán abiertos los centros y se permitirá la movilidad hacia el centro, “con una entrada y salida controlada”.

La consejera de Educación ha subrayado que el acuerdo con el Ministerio “se adapta a la perfección” a las medidas adoptadas por la Comunidad, a pesar de que Sanidad recomienda ratios de entre 15 y 20 niños y la Junta de Castilla y León ha establecido ratios hasta 22 para infantil y primaria (antes 25) y 25 para secundaria y bachillerato (antes 30-35). Rocío Lucas ha asegurado que “ya está todo preparado” para la vuelta al colegio y al instituto. “Plazas adjudicadas, gel dispensados en todos los centros, alfombras a la entrada...”, ha enumerado.

La Junta también analizará cómo actuar ante una aparición de un brote, varios (sin o con vínculo) y una transmisión controlada. “Habrá que hacer análisis más pormenorizados, porque no es lo mismo un centro con varios edificios, muy grande, que un centro rural”, ha remachado Verónica Casado.

Campaña de la gripe, primera quincena de octubre

La campaña de vacunación contra la gripe comenzará en la primera quincena de octubre, como ha acordado el Ministerio y las autonomías. Verónica Casado ha hecho un llamamiento a la población para que se vacune, porque “tener dos epidemias puede ser terrible para todos nosotros”.