La campaña de recogida de firmas lanzada por la madre de Pablo, un niño burgalés que en octubre de 2022 salvó la vida gracias a un equipo ECMO (oxigenación por membrana extracorpórea) y a la movilización de los hospitales de Burgos, 12 de Octubre de Madrid y Málaga, ha conseguido sumar más de 30.000 apoyos en una única jornada.
La campaña se lanzó, a través de la plataforma change.org, el pasado 4 de noviembre y, hasta este martes, había reunido algo más de 5.000 firmas, sin embargo, según ha avanzado este miércoles se ha producido un incremento notable de los apoyos, y estos rondan las 39.000 firmas y siguen subiendo a cada minuto que pasa.
La petición de la madre del pequeño Pablo, Cristina Ducar, es que se incremente el número de equipos ECMO para que todas las comunidades autónomas dispongan de uno de estos equipos, o que se defina un protocolo de traslados pediátricos, a fin de evitar que cualquier niño pueda morir porque su último recurso no llega a tiempo.
“Mi hijo estuvo a punto de morir con 2 años”, ha explicado Cristina en la petición de change.org, donde recuerda que el pequeño tuvo un catarro que se complicó, derivó en una bronquiolitis y, de ahí, en una atelectasia pulmonar, y los médicos del Hospital Universitario de Burgos (HUBU) les explicaron que la única opción para salvar su vida era el sistema ECMO.
“Es una técnica salvavidas”, ha apuntado, un sistema de ventilación mecánica que proporciona soporte cardíaco y pulmonar a pacientes críticos cuando sus propios sistemas no funcionan, y que tiene un uso muy excepcional, por ese motivo se encuentra en pocos hospitales y son también pocos los equipos profesionales preparados para su utilización.
Pablo consiguió salvarse gracias a que, de manera voluntaria pues no existe un protocolo sanitario de actuación para estas situaciones, médicos del Hospital Universitario de Burgos contactaron vía WhatsApp con profesionales del 12 de octubre de Madrid, donde sí hay ECMO, y entre todos movilizaron a un equipo de profesionales del Hospital Regional Universitario de Málaga, el único que podía desplazarse.
Viajaron desde la ciudad andaluza hasta Madrid, cogieron el sistema ECMO, llegaron a Burgos y consiguieron salvar al pequeño burgalés, que luego fue trasladado al 12 de Octubre, donde se recuperó, pero su madre recuerda que pasaron 14 horas de angustia hasta que vieron llegar al equipo malagueño.
“La vida de nuestros hijos no puede depender de actos así”, ha insistido Cristina, quien reclama equipos ECMO en todas las comunidades o que se establezca un protocolo de desplazamiento de urgencia, para que “ningún niño muera porque el tratamiento que puede salvarle no llega a tiempo”.