Atilano Coco era el único pastor protestante que vivía en Salamanca a principios del siglo pasado. Fue detenido en julio de 1936 e ingresado en la prisión de Salamanca a pesar de las peticiones que hicieron, entre otros, el rector Miguel de Unamuno, quien era amigo cercano de Atilano. El reverendo, de Guarrate (Zamora), estuvo en prisión hasta el 9 de diciembre de 1936, cuando fue fusilado, aunque todavía no sabe dónde están sus restos.
La asociación Memoria y Justicia y la Iglesia Española Reformada Episcopal han firmado un convenio para colaborar en la investigación y exhumación de los restos de Atilano Coco. Ambas entidades trabajarán para recabar la información necesaria y se comprometen a realizar investigaciones históricas, entrevistas y analizar documentos para conseguirlo.
“Teníamos pensado buscarle desde hace mucho tiempo, pero las informaciones que teníamos eran contradictorias. Hace unos meses, nos pidió información un pastor evangélico de Salamanca, querían firmar un convenio”, explica el presidente de la Asociación Salamanca por la Memoria y la Justicia, Julio Fernández García.
Excavarán en La Orbada
La Iglesia Anglicana cree que los restos de Atilano Coco fueron enterrados en el monte de La Orbada, donde fueron fusilados, entre otros, el primer alcalde democráticamente elegido en Salamanca, Casto Prieto Carrasco, y el diputado del PSOE José Andrés y Manso, presidente de la Federación Provincial Obrera (UGT).
Rubén Legidos, reverendo protestante y arcipreste de Castilla y León, explica que han recabado un testimonio de un hombre de Guarrate que vive en Alemania y que asegura que le enterraron en una finca cerca de este pueblo, pero también testimonios relativos a La Orbada —junto a la carretera de Valladolid—, que parecen “más certeros”.
La Asociación Salamanca por la Memoria y la Justicia tiene registros de que en La Orbada están enterradas al menos otras 18 personas en dos fosas comunes: eran jornaleros, camareros, un médico, un maestro, un comerciante y un industrial y tenían entre 22 y 62 años.
Atilano Coco fue fusilado el 9 de diciembre de 1936. Doce días después, las fuerzas franquistas mataron al crítico taurino José Sánchez Gómez, conocido como El Timbalero. La familia del periodista recuperó su cuerpo entonces y asegura ahora que el cuerpo de Atilano Coco estaba en una fosa cercana. “Allí hay muchos fusiladeros y hay que saber dónde está”, sostiene Legidos. La idea que tienen es empezar las excavaciones en verano y hacer las pruebas de ADN con los cuatro nietos que perviven.
Mártir de la fe protestante
Atilano Coco fue detenido el 31 de julio de 1936. En los informes policiales se le cataloga como “fanático propagandista protestante”, “figura destacada en todos los organismos de izquierdas”, explican Severiano Delgado Cruz y Javier Infante Miguel-Motta en Nadie preguntaba por ellos. Guerra y Represión en Salamanca.
De poco sirvieron las cartas enviadas por Miguel de Unamuno al gobernador, que de hecho se presentó en casa de Atilano Coco pensando que había sido puesto en libertad. La mujer de Atilano Coco, Enriqueta Carbonell, dejó una carta a Unamuno pidiéndole ayuda días antes del discurso que Unamuno pronunció en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca. Unamuno llevaba anotaciones del discurso en el reverso de la carta, que llevaba en el bolsillo de la chaqueta ese 12 de octubre de 1936.
Legidos está investigando en la Universidad Pontificia de Salamanca si Atilano Coco realmente fue un mártir de la fe protestante o si fue fusilado por su ideología política. Ha recabado documentos contradictorios, aunque la línea de investigación de basa en el asesinato extrajudicial. “El franquismo dijo que Atilano Coco había sido puesto en libertad y se había ido al bando rojo, pero también hay expedientes sobre su fusilamiento”, explica el reverendo.
De hecho, Legidos asegura que ha localizado cartas inéditas que envió Atilano Coco a su familia y a Miguel de Unamuno. “He encontrado dos cartas que retiró la censura. Una de ellas la encontré hace un mes y su hija falleció el año pasado sin poder leerla”, lamenta.
La influencia de Atilano Coco en Salamanca
Atilano Coco fue un hombre de grandes convicciones, con simpatía republicana, masón; estaba a cargo de la Iglesia anglicana más antigua de España y daba clase a 300 alumnos en la Institución Libre de Enseñanza. “Tenía influencia y un gran poder de oratoria. En un informe de la Policía dijeron: 'Si alguien no puede quedar vivo es Atilano Coco'”, añade el reverendo.
Legidos cree que Atilano Coco —cuya figura recuperó Alejandro Amenábar en Mientras dure la guerra— tenía un carácter “fuerte” porque se negó a delatar a otras personas. “Hubo varias acusaciones, como la de difundir noticias de la radio roja, algo que no fue posible porque tenía la radio rota. También por masón, por republicano (fue miembro del Partido Republicano Radical Socialista, más tarde de Unión Republicana) o por pertenecer a la Liga Española de los Derechos del Hombre”, afirma.
Parte de la comunidad que gestionaba Atilano Coco estaba en Villaescusa, Zamora. Allí la Iglesia Anglicana tiene un cementerio y todavía no está decidido si los restos que se encuentren serán inhumados allí o en su pueblo, en Guarrate.