El rector de la Universidad de Salamanca, Juan Manuel Corchado, ha pedido “prudencia” a los más de 100 profesores que han reclamado en un manifiesto que sean expertos independientes quienes integren la comisión que debe revisar sus prácticas como investigador.
“Ahora es el momento de tutelar el prestigio de nuestra institución y la de todos sus miembros, por los cauces legales más adecuados. Mientras tanto ruego a la comunidad universitaria máxima prudencia”, ha escrito en una carta a la comunidad universitaria enviada a última hora de la tarde de este miércoles.
Esta misiva llega después de que un total de 134 profesores en activo y 17 profesores jubilados de la Universidad de Salamanca (USAL) firmaran el martes un manifiesto para pedir que expertos independientes sean quienes integren la comisión que debe revisar las prácticas del nuevo rector en su trayectoria como investigador.
El Comité Español de Ética de la Investigación ha solicitado a la USAL que actúe ante unos hechos que “podrían conculcar las buenas prácticas científicas”, por lo que ha pedido como “imprescindible e insoslayable una verificación exhaustiva e independiente de los mismos por las instancias competentes”.
Está previsto que este asunto se configure en el próximo Consejo de Gobierno de la Universidad, que debería celebrarse el último jueves de junio y en el que se decidirá qué procedimiento y qué plazos se aplicarán para cumplir con el encargo del Comité.
Corchado se inhibirá de la investigación
Lo que el rector ha aclarado tanto en su carta como por la mañana en unas declaraciones a los medios en Zamora es que él se inhibirá de ese proceso, por lo que se ha mostrado molesto con el manifiesto de los profesores.
“No cabe adelantar, como parece insinuarse en el escrito presentado, actuaciones que no han sucedido y que no van a suceder. Algo que solo persigue de forma malintencionada un efecto mediático perjudicial para la imagen de esta universidad. Por el contrario, la intención es que se canalicen dichas actuaciones a través de los órganos democráticos de gobierno de la Universidad”, ha indicado en su carta.
Y ha agregado en otro pasaje: “Creo que ni determinados medios de comunicación ni ciertos escritos con efecto mediático están siendo instrumentos aptos para preservar tal prestigio e historia (de la USAL), en la medida en que solo contribuyen a generar confusión y poner en entredicho la legitimidad que las urnas de esta universidad me han dado”.
En su escrito no oculta que desaprueba el manifiesto de los profesores: “quien no está dispuesto a aceptar el juego democrático ha de recibir el mayor de los reproches y es mi deber como rector de esta universidad salir en defensa de la institución que represento y sus procesos democráticos”.
“Al margen del ejercicio de las denuncias ya presentadas por actuaciones delictivas, y sin descartar futuras acciones judiciales que tenga que interponer para reparar el honor dañado por todas las mentiras que sobre mi actividad profesional se han vertido o se puedan verter, tengo la firme intención de adoptar todas las medidas necesarias para poder superar esta situación a través de actuaciones democráticas y transparentes”, ha indicado.