La quesería artesanal El Carluque, ubicada en Valdenoceda (Merindad de Valdivielso, Burgos) ha perdido toda su producción de quesos, yogures y cremas, además de los productos preparados para los pedidos de la campaña de Navidad y diversa maquinaria tras sufrir un robo en la madrugada del lunes, que ha supuesto un duro golpe para este negocio rural que acaba de cumplir cuatro años de vida.
“Es desolador; una sensación de empezar de cero, como cuando empezamos a trabajar hace cuatro años, porque el día 6 de diciembre hemos celebrado el aniversario”, ha asegurado en declaraciones a EFE Gustavo Pérez, uno de los impulsores de la quesería artesanal, que este lunes utilizó sus redes sociales para informar de lo sucedido.
Pérez ha explicado que llegó a primera hora de la mañana “para recoger la leche y seguir elaborando” los productos cuando se encontró las cerraduras de la quesería reventadas y, al entrar, “todo por medio y sin queso, sin nada”.
Los ladrones, que habrían aprovechado la impunidad que parecen ofrecer los entornos rurales en esta época del año, con apenas población y largas noches, se habían llevado toda la producción de quesos, yogures y cremas, tanto los dispuestos ya para la venta como aquellos que estaban en proceso de curación.
También chocolates, miel, mermeladas y otros productos que habían adquirido para hacer las cestas de Navidad, junto con maquinaria como una envasadora al vacío, un deshumidificador, un humidificador, una limpiadora de vapor… “todo lo que tenía cierto valor y se le puede dar salida se lo llevaron”, ha apuntado Gustavo Pérez.
Además, un negocio de excavaciones que está a doscientos metros de la quesería también sufrió un robo la misma madrugada y se llevaron maquinaria y herramientas, sumándose así estos dos asaltos a otros que se han sufrido recientemente por la zona, ha lamentado Pérez, en un medio rural “que pasa el invierno con una despoblación muy fuerte”.
Para la quesería artesanal este robo es un duro golpe, pues se produce en vísperas de una de las campañas más fuertes, la navideña, pero han recibido ya multitud de mensajes de apoyo, dentro y fuera de las redes sociales, y sus clientes habituales ya se han ofrecido para ayudarles como puedan.
“No te queda otra que coger fuerzas, ponerte a hacer una limpieza general y empezar, no de cero como hace cuatro años, porque hay mucha gente que cuenta con nosotros, pero es desalentador”, ha admitido Pérez, quien tiene todavía que sentarse a echar cuentas para ponerle precio a las pérdidas sufridas.
De momento, “no tiene cuerpo” para hacer esa tarea, así que dos días después del robo se ha centrado en limpiar porque “se le cae el alma a los pies” cuando ve la quesería vacía, y en volver a producir para retomar la actividad cuanto antes, comenzando por los productos frescos, y suministrar a sus clientes.
Según han expresado en las redes sociales, agradecen las ofertas de donaciones pero piden que se destinen a proyectos sin ánimo de lucro.
Mientras tanto, la Guardia Civil está investigando lo sucedido, que califica como “hecho aislado” y “puntual”, pues “nunca han visto un robo en el que se lleven toda la producción de quesos”, han explicado fuentes de la benemérita a EFE, ya que “es difícil de colocar”.
Igualmente, se investiga el robo en la empresa de construcción aunque “no se sabe si puede tener relación” con el de la quesería, más allá de la coincidencia de fechas, y han recordado que en la zona norte de Burgos suelen sufrir los asaltos de grupos organizados del País Vasco que bajan a perpetrar sus delitos, así que todas las líneas de investigación están abiertas.