Una explosión accidental es la principal hipótesis que se extrae de las diligencias practicadas por el momento sobre el siniestro mortal registrado el pasado 1 de agosto en el edificio número 32 de la calle Goya de Valladolid, donde falleció una mujer de 53 años.
El Juzgado de Instrucción que se ocupa de investigar el suceso ha considerado prácticamente descartado que se tratara de un suicidio o un homicidio, han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL).
El Juzgado ha oficiado al Ayuntamiento, a la Diputación y a la Junta para que se coordinen con al Policía antes de entrar en el edificio afectado, para no interferir en la investigación.
El siniestro se registró el pasado 1 de agosto, poco antes de las 23.00 horas, cuando un estallido en el inmueble sobrecogió a la población, no solo del entorno de la zona, al sur de la ciudad, sino también de otros puntos de la capital vallisoletana en los que se escuchó la explosión.
Fue sobre las 5.30 horas cuando el operativo de búsqueda de una mujer a la que no se localizaba en el edificio encontró el cuerpo sin vida de la víctima, quien residía en la vivienda primero C del edificio.
Además de la mujer que resultó muerta, once personas tuvieron que permanecer hospitalizadas por las lesiones sufridas.