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Los Mossos incluyen el gas pimienta como material antidisturbios

Agentes antidisturbios de los Mossos

Oriol Solé Altimira

Refuerzos para los antidisturbios de los Mossos d'Esquadra ante la previsión de movilizaciones en respuesta a la sentencia del procés. La policía catalana incluirá espráis de gas pimienta como material antidisturbios, y valorará su uso en circunstancias donde las porras y las pistolas de proyectiles de 'foam' no sean efectivas para mantener el orden público. Se trata de una herramienta de la que ya disponían los Mossos, pero que hasta ahora no se había contemplado su uso por parte de la brigada móvil.

Tras varias pruebas, la policía ha apostado por el gas pimienta. Según la página web de contratación pública, los Mossos adquirieron para las pruebas 10 espráis de gas pimienta a la empresa Nidec por 1.210 euros, pero todavía no figura ninguna compra de más cantidades. 

El gas se usará con un espray y a una distancia de aproximadamente un metro y medio del objetivo. Los agentes antidisturbios que quieran emplearlo deberán pedir antes autorización a los mandos del control central, y antes se advertirá por megafonía. El uso de este aerosol provoca el cierre inmediato de los ojos, dificultad para respirar, picor de nariz y tos durante una media hora.

Entre los nuevos materiales de gestión de masas también figuran vallas de 1,5 metros de altura y redes de plástico. Su uso está pensado para impedir al paso de manifestaciones o concentraciones a un espacio concreto y para sustituir a las líneas de vallas actuales, que a veces son desplazadas por grupos violentos, y de paso proteger así a la barrera de agentes.

Asimismo, la policía catalana dejará de emplear una de sus maniobras más polémicas de los últimos meses: la aceleración a toda velocidad de las furgonetas antidisturbios para dispersar a los grupos que generan disturbios.

El letrado del centro Iridia en defensa de los derechos humanos Andrés García Berrio ve “innecesario” el uso del gas pimienta ya que, argumenta, los Mossos ya disponen de suficiente herramientas antidisturbios, y advierte de que puede ser problemático en personas con problemas respiratorios o asma. El letrado solicita también estudiar el “impacto psicosocial” y de alarma que puede generar el aerosol y pide que antes de emplearla definitivamente haya un periodo piloto y que los Mossos cuenten con la opinión de las organizaciones en materia de derechos humanos para su implantación.

La policía catalana enmarca las nuevas adquisiciones en el desarrollo de la estrategia antidisturbios vigente desde 2012, cuando imágenes brutales como el desalojo del 15-M en plaza Catalunya o actuaciones policiales negligentes como la mutilación de Ester Quintana provocaron un cambio en la forma de abordar las concentraciones y los altercados en la calle. Para empezar, el Parlament obligó a los Mossos a dejar de emplear balas de goma.

Los Mossos potenciaron desde entonces el área de mediación para evitar los disturbios tras las manifestaciones. Por ejemplo, en la jornada de protestas del 21 de diciembre contra el Consejo de Ministros en Barcelona, los agentes mediaron con los manifestantes que cortaban la Ronda Litoral para no dispersarles a cambio de que dejaran pasar el tráfico cada diez minutos. Con todo, las novedades llegan en vísperas a las movilizaciones que se prevén en respuesta a la sentencia del procés, que supondrán un nuevo test de estrés para los Mossos.

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