Los acusados por la violación múltiple de Molins: “La tratamos súper bien”
Una noche de fiesta que acaba con una desconocida pidiendo relaciones sexuales a tres hombres. Esta ha sido la versión que han dado los acusados por la violación múltiple de una joven en Molins de Rei (Barcelona), a quienes la Fiscalía pide hasta 46 años de cárcel. “Normal”, y “bien” han sido los adjetivos que más han empleado para explicar que las relaciones sexuales fueron consentidas. “La tratamos súper bien”, ha llegado a decir uno de los tres acusados, M.M.
El consentimiento es la clave en este juicio. Las pruebas biológicas han confirmado la presencia de semen de dos de los acusados en el cuerpo de la víctima, y del tercero en su ropa interior. La forense y el médico que visitaron a la víctima pocas horas después de los hechos, en el hospital, han corroborado que presentaba lesiones en todo el cuerpo “compatibles” con una agresión sexual y heridas defensivas en las manos y brazos.
“Se encontraba muy alterada, lloraba mucho, sentía rabia, estaba desolada, necesitaba constantemente que le dieran la mano”, ha recordado la doctora. Una de las defensas ha preguntado si las lesiones que presentaba la joven podrían haber sido derivadas del deporte que practicaba, lo que la forense ha negado de forma tajante: “Las lesiones son compatibles con los hechos que ella refirió”.
Ante su ADN irrefutable, los acusados solo han podido alegar para intentar salir absueltos la defensa más habitual en los juicios por agresiones sexuales, esta es, que las relaciones sexuales fueron consentidas. Al contrario de lo declarado por la víctima, que aseguró que la metieron en el maletero de un coche, la agarraron del pelo y la insultaron en repetidas ocasiones, los acusados han relatado que fue la joven la que se subió voluntariamente a su vehículo para ir a desayunar tras salir de la discoteca.
Solo el primero de los acusados ha dicho que había visto a la chica en la discoteca. Ha explicado que estuvieron bailando sobre la 1 de la madrugada pero que ya no se reencontraron hasta la salida del local. Ha descargado en la joven la iniciativa de las relaciones sexuales y ha negado que la sujetaran. “Estábamos todos bien, normal, de fiesta, la chavala estaba tranquila y de buen rollo, no iba bebida”, ha asegurado J.M.V., que como el resto de acusados sigue en libertad.
Sí han querido dejar claro los tres acusados que la joven, antes de pedirles mantener relaciones sexuales, se tiró ginebra por encima de los pechos. Menos detalles ha aportado J.M.V cuando la abogada de la víctima, Esther Guerrero, le ha preguntado por las conversaciones halladas en su teléfono posteriores a los hechos en las que su madre le advertía de que podía ir a la cárcel. “Es que estas cosas pasan, hay chicas que te denuncian y te buscan la ruina”, ha dicho.
“Cuando tú vas de fiesta bebes, pero esa chica estaba perfectamente y sabía lo que hacía en todo momento”, ha expresado el tercer acusado, J.C., el autor de las fotografías de la víctima que recuperaron los Mossos. A preguntas de la fiscal, J.C. ha reconocido que hizo las fotografías y dos semanas después las borró. El motivo: que quería subir “otras fotos a Instagram”. Es más, ha dicho que fue la víctima quien le pidió que hiciera las fotografías: “Ella quiso hacer todo esto y cuando una persona quiere no hay nada malo”.
Además de reiterar el relato de relaciones consentidas, el segundo acusado M.M., ha aportado un detalle de esa noche que ha llamado la atención al tribunal. Ha reconocido que en fase de instrucción declaró que la víctima le había dicho que habían abusado de ella “o violado”. “No se preguntó usted si había sido esa noche, o antes”, ha inquirido el presidente del tribunal, el magistrado José Antonio Rodríguez, que ha recibido una negativa por respuesta. “No hizo nada”, ha constatado el magistrado, a lo que el acusado ha respondido: “Lo pensé cuando me denunció porque nosotros la tratamos súper bien esa noche”.
Informe psicológico para desacreditar a la víctima
La declaración de este acusado no ha sido el único momento de estupefacción del tribunal. Dos psicólogas propuestas por las defensas han comparecido como peritos para desacreditar el relato de la víctima. Pese a que nunca se han entrevistado con ella, las dos psicólogas vieron su declaración en fase de instrucción para realizar lo que han denominado como un “informe sobre las características del relato” de la víctima.
Según las psicólogas, el relato de la víctima “no presentaba suficientes criterios de verdad” y no era “creíble”. “No se dio una concreción ni una coherencia interna del relato, no está nada acotado”, han dicho las peritos, obviando que la joven declaró, como ocurre habitualmente entre víctimas de delitos sexuales, que tenía “flashes” sobre lo ocurrido.
Tras escuchar las palabras de las peritos, el presidente del tribunal, el magistrado José Antonio Rodríguez, se ha declarado “cada vez más estupefacto” por la intervención de las psicólogas, que han reconocido no haberse entrevistado nunca con la víctima. Las psicólogas tampoco han sido capaces de detallar la pregunta del tribunal sobre cuáles eran los “detalles inusuales” en la declaración de la víctima que habían referido.
La Fiscalía se reafirma en pedir hasta 46 años de cárcel
En su informe final, la fiscal del caso se ha reafirmado en reclamar penas de 43 años para dos de los acusados y 46 para el tercero (al que además de la agresión sexual le añade el delito de revelación de secretos porque supuestamente fue el autor de las imágenes y vídeos de la víctima). Las penas tan altas se explican porque la Fiscalía aplica la jurisprudencia del caso de 'la manada' de Pamplona y atribuye a cada acusado la autoría de un delito de agresión sexual y les sitúa como cooperadores necesarios de las otras dos agresiones.
“No fue una relación consentida”, ha zanjado la fiscal. Las defensas han mantenido que la declaración de la víctima no es creíble por los “flashes” que dijo que tenía de lo ocurrido, algo que ha combatido la fiscal. “Las lagunas que tiene la víctima no nos deben llevar a cuestionar su credibilidad, porque su relato se puede corroborar con otras pruebas”, ha señalado en referencia a los informes de Urgencias que señalan que tenía heridas defensivas en varias partes del cuerpo y en la cabeza.
La letrada de la víctima ha incidido en que los informes médicos y las lesiones que presentaba la joven confirman que fue violada por turnos mientras los otros acusados la sujetaban. “Su declaración se ajusta a los parámetros de credibilidad exigibles”, ha abundado Guerrero.
En cambio las defensas han mantenido que se trataron de relaciones sexuales consentidas. “Todos los actos que se desarrollaron en el descampado fueron voluntarios”, ha recalcado una de las defensas. Más allá de reivindicar la presunción de inocencia de sus clientes, uno de de los abogados ha cargado directamente contra el relato de la víctima. “Cuando caía en ambigüedades y contradicciones utilizaba una palabra muy bonita, decía que tenía 'flashes'”, ha afeado una de las defensas, que ha dicho al tribunal que los tres acusados son “tres pringados”. El juicio ha quedado visto para sentencia este lunes.
14