A la espera de que el juez abra juicio oral por corrupción a la presidenta del Parlament, Laura Borràs, y se desate la tormenta política sobre su suspensión, los apoyos a la líder de Junts siguen viniendo tan solo de su partido. El president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha redoblado este sábado la presión sobre Borràs y ha subrayado que “no hay ni habrá lugar para la corrupción en Catalunya”.
Las palabras del president llegan después de que la Fiscalía haya pedido seis años de cárcel a Boràs por “abusar” de su cargo al frente de la Institució de les Lletres Catalanes (ILC) para adjudicar a dedo 18 contratos a un amigo.
Una vez el juez le abra juicio oral, el reglamento del Parlament obliga a suspender a Borràs como diputada, pero la líder de Junts interpreta que no se le debe aplicar, y de hecho tiene explicitado su intención de suprimir el precepto que pondría en jaque su cargo institucional. La oposición no tiene intención de que Borràs logre su objetivo.
Ni sus socios de Govern de ERC ni el resto de fuerzas soberanistas como la CUP apoya a Borràs porque entienden, al contrario de lo que defiende la presidenta de Junts, que su caso no es persecución al independentismo sino corrupción.
“La corrupción no la queremos en ninguna parte, es el peor ataque que pueden tener los recursos públicos, que son los recursos compartidos”, ha mantenido Aragonès en un acto de ERC en Palamós (Girona).
El president no ha mencionado explícitamente a Borràs, pero sí ha asegurado que las instituciones catalanas deben estar al servicio de la mayoría porque “no son para una o dos personas ni para un proyecto”, en otra velada referencia al caso del diputado de Junts Francesc de Dalmases, que tal y como desvelaron elDiario.es y Nació Digital intimidó a una periodista de TV3 porque estaba molesto con las preguntas realizadas a Borràs en el programa 'FAQs'.
Mientras no llega el choque en la Cámara a cuenta del informe sobre el comportamiento de Borràs que han pedido PSC, ERC, CUP y comuns y la suspensión de Borràs, la presidenta del Parlament ha vuelto a mostrar que no tiene intención de dar su brazo a torcer.
En una entrevista en RTVE, Borràs ha mantenido que aunque el Parlament votara su suspensión, eso no implicaría que tuviese que dejar su escaño: “Yo no dejaré mi cargo, ni mi posición como diputada, ni como presidenta”.
“Suspendido de derechos y deberes no quiere decir dejar el escaño. Dejas de hacer esas funciones, pero eso no quiere decir que las abandones o te hagan dimitir. Durante el periodo de tiempo que se considere que afecta esta suspensión, habrá otro que hará las funciones, pero no se escoge a otro presidente”, ha remarcado.
Este sábado la presidenta del Parlament ha recibido el apoyo del Consejo por la República, espacio parainstitucional liderado desde Bélgica por Carles Puigdemont, que ha defendido preservar su “presunción de inocencia”. A juicio del Consejo, su suspensión como diputada si le abren juicio oral implicaría una “pena de banquillo”. Puigdemont no se ha podido conectar a la sesión telemática del Consejo “por motivo de vuelos y escalas”, según ha explicado la presidenta de la Asamblea de Representantes, Ona Curto.