Hoy comienza la campaña electoral en la UPC. Después de un año convulso, marcado por los recortes, el déficit de la universidad, los despidos y, finalmente, el polémico aumento del precio de las ingenierías. El Claustro y casi todos los centros de la Politécnica pusieron el rector saliente, Antoni Giró, contra las cuerdas y este optó por convocar elecciones anticipadas cuando la Secretaría de Universidades le retiró su apoyo en la defensa de los despido que le reclamaba la misma Secretaría.
Hasta el 29 de octubre la comunidad universitaria deberá elegir entre los cuatro catedráticos que se presentan a Rector: Antoni Elias, Enric Fossas, Gabriel Junyent y Juan Jesús Pérez. Se trata de una pluralidad de candidaturas sin precedente en el centro y de una campaña donde la cuestión económica será prioritaria. Si ninguno de los candidatos logra un 50% de los votos ponderados, el 13 de noviembre se repetirán las elecciones con los dos candidatos más votados.
Enric Fossas
Enric Fossas es catedrático de automática en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industria (ETSEIB). Fossas asegura que la situación de la universidad es crítica. “Los recortes por parte de la Generalitat, de al menos un 30% en 3 años, ponen en peligro el papel de la universidad como generadora y transmisora ââdel conocimiento que nuestra universidad necesita”, añade. El catedrático asegura que su candidatura quiere afrontar este contexto “de la mano con otras universidades, con colaboración, no con rivalidad o con lucha”.
En cuanto al acuerdo de la UPC con la Generalitat, que obliga a una gran contención presupuestaria, plantea renegociarlo a 15 años vista vinculado a un pacto en cuanto al modelo y tamaño de la universidad, “pero sin perjudicar a las personas, no estamos ni por despidos ni por EREs”, remarca. Fossas apuesta por el aumento de la calidad y el fomento de la excelencia, pero matiza que esto incluye que el acceso debe ser universal y no puede depender de la situación socioeconómica de los estudiantes.
Se posiciona contra las reformas del sistema de gobierno de las universidades planteadas por las administraciones autonómicas y estatales, pero asegura que “el gobierno de la universidad es mejorable, pero la autonomía es fundamental”. En cuanto a la presencia de empresas en la universidad, el candidato ha asegurado que no es contrario, como se le acusa, sino que cree que es positiva, pero defiende que se guíe por criterios académicos.
Antoni Elias
Antoni Elias es catedrático del Departamento de Teoría de la Señal y Comunicaciones. Explica que todos los miembros de su candidatura han tenido cargos de gestión en la universidad y que aspiran a hacer de la universidad “un modelo de gestión eficiente”. Por ello explica que quieren cambiar la estructura de la universidad y federar departamentos, fusionar centros y adelgazar los servicios generales.
En relación al personal de administración y servicios, afirma: “No queremos hacer ningún ERE, pero tendremos que reconvertir muchos puestos de trabajo que aporten más valor añadido”. En cuanto al personal docente e investigador asegura que hay que “promocionar a la gente joven, porque sino corremos el riesgo de ser la mejor universidad entre las universidades decrépitas”, dice en referencia al envejecimiento de la plantilla. En cuanto a la equidad, calcula que la universidad sólo podría ofrecer becas a los estudiantes que entraron antes del aumento de los precios, pero no los de nuevo ingreso. También se muestra contrario al proyecto de reforma del gobierno que pretende designar el Rector desde fuera de la universidad.
Como solución al problema económico “urgente” de la UPC, apuesta por aumentar ingresos por diversas vías: Un aumento del número de estudiantes, establecer acuerdos favorables con empresas y obtener rentas del patrimonio de la universidad, es decir, alquilar espacios a empresas o vender edificios. “Podemos optar por el sistema de venderlos y alquilarlos después como ha tenido que hacer la Generalitat para capitalizarlos”, explica. Por otra parte, Elias propone que la UPC pueda ofrecer servicios a las empresas: “Tenemos 2.000 técnicos a los que podemos valorar su colaboración con empresas”, asegura en referencia al personal docente e investigador del centro.
Gabriel Junyent
Gabriel Junyent también es catedrático del Departamento de Teoría de la Señal y Comunicación y remarca que su grupo de investigación, en Comunicaciones Ópticas, es un ejemplo en cuanto a la aportación de recursos externos a la universidad. Asegura que “la universidad debe estar al servicio del país, que necesita tejido industrial” y apuesta por la generación de recursos como respuesta al déficit de la universidad. “Esta universidad debería tener capacidad para crear empresas que deben ser rentables en pocos años”, asegura. No obstante, también ve fundamental “hacer una enérgica reclamación de la deuda que tiene la administración, tanto estatal como autonómica, con esta universidad”.
La apuesta por la empresa de Junyent incluye la voluntad de generar puestos de trabajo para los estudiantes en todos los centros. Ahora bien, en cuanto al modelo de gobierno, el candidato asegura que no cree en una universidad gestionada por una persona de fuera, siguiendo un modelo empresarial. “Nosotros nos sabemos manejar”, afirma. No obstante, pide al Gobierno un año “de tranquilidad” para poder empezar a mostrar resultados de su proyecto: “Si el primer año no puedo pagar las nóminas o debo despedir a gente, yo dimito, porque si es así esta universidad no es viable”, sentencia.
Junyent se muestra muy contrario a los gastos actuales de la universidad, y en especial al proyecto faraónico del campus del Besòs: “Es un proyecto que interesa a la ciudad, a la Diputación, a intereses particulares, pero nadie ha explicado por qué interesa a la UPC”. Critica la apuesta de la universidad en los últimos años por la inversión inmobiliaria y su programa incluye una reducción de los altos cargos a la mínima expresión.
Juan Jesús Pérez
Juan Jesús Pérez es catedrático del Departamento de Ingeniería Mecánica. Asegura que en los últimos años “la universidad ha perdido fuelle” y apuesta por desarrollar diversas cuestiones y evitar que se convierta en una universidad sólo de docencia. El candidato asegura que hay que finalizar la implantación de Bolonia con aspectos que considera relevantes y no se han aplicado, como la evaluación de habilidades, la reducción del número de grados y la facilidad para cambiar de itinerario. Defiende un modelo en el que los docentes puedan tener reconocimiento por la investigación en innovación docente y los investigadores puedan dedicar más tiempo a la investigación.
En cuanto al modelo de gobierno, asegura que la elección del rector debe ser directa y democrática, pero remarca modelos de “rectorado bicéfalo” como el que tienen algunas universidades anglosajonas. “Hay un rector académico elegido de forma directa y un presidente que se encarga de buscar recursos y mantener la relación con las instituciones”, explica. Considera que el presidente del Consejo Social no cumple su función “porque es un cargo político que se ejerce a tiempo parcial”.
Pérez se muestra convencido de que es posible sanear el déficit de la universidad por la vía de aumentar los ingresos, sobre todo con los convenios de proyectos de investigación, que se han reducido drásticamente en cinco años. En cuanto a la estructura interna, apuesta por la agrupación de centros y escuelas en campus por ámbitos territoriales o temáticos. En paralelo, defiende la responsabilidad social como eje vertebrador de toda la actividad de la universidad.