El Ayuntamiento de Barcelona ha pedido este viernes la abolición de la monarquía y ha reprobado al rey Felipe VI por su discurso posterior al 1-O. Siguiendo la estela del Parlament, cuya votación acabará en el Tribunal Constitucional, el consistorio ha aprobado esta declaración institucional, de valor simbólico, con los votos de BComú, PDeCAT, ERC y la CUP.
El texto presentado por la CUP pide “rechazar y condenar el posicionamiento de Felipe VI” ante el conflicto catalán y su “justificación de la violencia” de la Policía en la jornada del referéndum del 1-O. Reclama asimismo una reafirmación en los “valores republicanos” y la “abolición de una institución caduca y antidemocráctica como la monarquía”.
Se da la circunstancia que este mismo viernes el Gobierno ha confirmado que llevará al Tribunal Constitucional una declaración prácticamente calcada aprobada por el Parlament de Catalunya el pasado 11 de octubre, en esa ocasión a instancias de los comuns. El Ejecutivo de Pedro Sánchez ha tomado esta decisión a pesar de que el Consejo de Estado no veía base jurídica para hacerlo.
Ha sido la concejal de la CUP Maria Rovira la encargada de leer la declaración institucional al final del plenario, ya sin la presencia de la alcaldesa Ada Colau, que ha relegado sus funciones en la teniente de alcaldía Laia Ortiz. Representantes de los grupos municipales de PP y PSC han estado presentes durante la lectura aunque han querido dejar constancia de su rechazo al texto. Alberto Fernández–Día ha afirmado que la declaración representa un “menosprecio a la corona y a la unidad de España”.
El republicano Jordi Coronas le ha replicado que el respeto “se gana y no se hereda”, mientras que la socialista Carmen Andrés ha destacado que su grupo no comparte la declaración porque la monarquía forma parte de las “instituciones legítimas y democráticas” del Estado.
El grupo municipal de Cs se ha ausentado del pleno en el momento de la lectura de la declaración porque, según su portavoz Carina Mejías, el consistorio no tiene competencias “para exigir la libertad de nadie que esté en la cárcel”. “No condenaremos en ningún caso al jefe de Estado”, ha sentenciado.
Además de los puntos sobre la reprobación de Felipe VI y la abolición de la monarquía, y al igual que en la moción parlamentaria, la declaración consta de un tercero en el que rechaza las amenazas de una nueva aplicación del artículo 155 o de la ilegalización de algunos partidos catalanes.
Estas declaraciones se leen al final del plenario previo consenso de la mayoría de los concejales y sin debate previo, pero aun así algunos dirigentes del consistorio han querido mostrar su apoyo explícito al texto. Ha sido el caso del teniente de alcaldía Gerardo Pisarello, que ha afirmado que “la monarquía se ha convertido en un obstáculo para los avances democráticos que necesitamos en el siglo XXI”.