El Ayuntamiento de Barcelona insta a la Generalitat a garantizar que los alumnos no usarán teléfonos móviles en los centros educativos. Así lo recoge una propuesta de Barcelona en Comú, aprobada en la Comisión de Derechos Sociales con los votos favorables de todos los grupos y la abstención del PP.
El texto propone que el Govern realice una normativa general “de obligado cumplimiento” para todas las escuelas que vaya más allá de las “simples recomendaciones o la apelación a la autonomía de los centros”.
La concejala de los 'comuns' Gemma Tarafa ha señalado los impactos sobre la salud física y mental de los jóvenes que abusan de las pantallas y ha pedido abordar la situación “como sociedad”. En esta línea, apuesta porque la regulación no se aplique sólo en las aulas, sino también en el comedor y el patio.
La proposición también demanda que el Govern convoque durante el mes de noviembre a una red de expertos que incluya la presencia de familias y la comunidad educativa.
Asimismo, la Comisión también ha dado luz verde a una proposición presentada por ERC que solicita que se elabore una guía de recomendaciones sobre buenas prácticas en relación al uso del móvil y una campaña informativa dirigida a adolescentes y familias con recursos de ocio que vayan más allá de las pantallas.