El FC Barcelona y Tsunami Democràtic intentaron llegar a un acuerdo de cara al partido del 18 de diciembre a través de una negociación “informal” propiciada por un intermediario de confianza, según ha podido saber ACN de fuentes de ambas partes. Tras el anuncio de la movilización coincidiendo con el clásico contra el Real Madrid, el club y el colectivo independentista entraron en contacto con la voluntad de las dos partes de intentar pactar que fueran compatibles el partido y la reivindicación.
La negociación, llevada a cabo hace dos semanas, terminó fracasando. El movimiento pedía poder desplegar en un momento visible una gran pancarta en la grada con un mensaje suyo, pero fuentes del club y del Tsunami han confirmado que el Barça rechazó la propuesta. Posteriormente, el club hizo una contraoferta que tampoco llegó a buen puerto. A estas alturas, los contactos no se han vuelto a repetir, según ambas partes.
Tsunami Democràtic anunció el 29 de noviembre que estaba preparando una movilización en Barcelona para el día 18 de diciembre, coincidiendo con el partido de fútbol entre el Barça y el Real Madrid que se jugará en el Camp Nou. Poco después, el movimiento entró en contacto con una persona que habitualmente mantiene relación directa y de confianza con el club para conocer si el Barça aceptaba la propuesta de mostrar su lema, 'Sit and talk', de alguna forma. El Tsunami pretendía hacer un llamamiento al Gobierno central para que se siente a negociar con Catalunya sobre la autodeterminación y la amnistía de los presos independentistas, e invitaba a los dos equipos de fútbol a colaborar.
Una vez establecida la conexión, el Barça aceptó mantener un contacto con el Tsunami, que ambas partes coinciden en calificar de “informal”, sin reuniones físicas entre responsables de unos y otros, y a través del mismo intermediario. En estas negociaciones, el movimiento manifestó su intención de desplegar una inmensa pancarta en la grada en algún momento del partido. Las fuentes del club aseguran que las dimensiones de la lona eran tan grandes que se requería poder instalar mecanismos y poleas para facilitar el despliegue.
Esta circunstancia fue vista con recelo desde el club, que considera que implicaba permitir su montaje y desmontaje, y un grado de colaboración que no querían asumir. El Barça siempre ha remarcado que es un club plural y transversal y que, a pesar de permitir de muchas y diversas maneras la libertad de expresión de los socios y de los asistentes al campo, no puede aceptar un nivel de implicación tan elevado con una acción como la que proponía el Tsunami Democrático.
Contraoferta del club
Fuentes de las dos partes explican que como contraoferta el club sugirió que se desplegara una lona más pequeña por iniciativa de los socios, o bien que los asistentes llevaran pancartas personales. El Barça tiene previsto formar un gran mural poco antes de comenzar el partido y comentó al Tsunami que todavía les quedaría un espacio de unos cinco minutos entre el final de su performance y el inicio del juego. Además, los hicieron saber que también tenían el tiempo entre la primera y la segunda parte para repetir su acción.
Las sugerencias del club, sin embargo, no cumplían ni de lejos las expectativas del Tsunami para una acción pactada con los equipos implicados. Así que declinaron la contraoferta. Como no volvió a llegar ninguna propuesta más del club, la negociación quedó aquí y, según fuentes del movimiento y del Barça, no se ha reanudado. De hecho, desde entonces el Tsunami ha anunciado que ya tiene a punto acciones tanto dentro como fuera del estadio, que contará con el factor sorpresa como cada una de sus citas, que ya tiene más de 25.000 personas dispuestas a participar y autobuses que llevarán a gente a las concentraciones que ha convocado en las calles cercanas para la tarde del miércoles.
El movimiento insiste en que el Barça no es su enemigo y que ni intentan ir contra el club ni pretenden detener el partido. Y por su parte, la entidad azulgrana mantiene que es firme partidario de la libertad de expresión como lo ha sido siempre.
Formalmente, el club mantiene que habla “cada día” con “mucha gente” de la sociedad civil organizada. Fuentes oficiales de la entidad azulgrana han explicado a la ACN que el Barça trabaja desde el primer día para que el partido del próximo miércoles se pueda jugar y, al mismo tiempo, velar por hacer “compatible” el derecho a protesta tanto dentro como fuera del Camp Nou.
Desde el club también apuntan que el objetivo primordial del Barça es que el enfrentamiento contra el Real Madrid se dispute “con normalidad”. Asimismo, destacan que ninguna entidad ni asociación o plataforma -tampoco el Tsunami- no ha hecho llegar al club la intención de boicotear o provocar la suspensión del partido