Los Mossos creen que el “peor escenario” de cara al partido del miércoles entre el Barça y el Madrid sería una invasión del campo, pero consideran que es una “situación extrema” que no contemplan como “probable” pero sí “posible”. El conseller de Interior, Miquel Buch, ha asegurado este viernes que la policía catalana garantizará que se juegue el próximo clásico “con normalidad” y ha criticado que se aplazara el partido el pasado 26 de octubre, cuando la Liga de Futbol Profesional optó por suspenderlo ante las protestas en la capital catalana por la sentencia del procés.
Tras varias semanas sin hacer ninguna convocatoria, Tsunami Democràtic ha convocado para el miércoles una protesta en los aledaños del Camp Nou a partir de las 16 h, cuatro horas antes del inicio del partido. La intención es aprovechar el seguimiento masivo que tiene el clásico en todo el mundo para volver a poner en el centro de atención las reivindicaciones del independentismo.
Buch ha calificado el partido de “alto riesgo” debido al tipo de encuentro, a lo que hay que sumarle la alerta terrorista (en el nivel 4 sobre 5) y la convocatoria de Tsunami Democràtic. Según el conseller de Interior, el aplazamiento del partido el pasado octubre fue una “decisión equivocada” y sostiene que el partido se podría haber celebrado con normalidad.
Unos 1.000 agentes de los Mossos se desplegarán por los aledaños del Camp Nou, donde establecerán un cordón de seguridad desde la mañana, en un dispositivo en el que no se ha contemplado la colaboración de la Policía Nacional ni la Guardia Civil. Según la policía catalana, el despliegue diseñado supone unos centenares más de agentes que un dispositivo normal para un partido de este tipo.
“El cuerpo de Mossos garantizará la celebración del partido, el acceso de los seguidores, los equipos y los árbitros y velarán por la seguridad tanto en el interior como en el exterior”, ha señalado el conseller.
El comisario responsable del dispositivo, Eduard Sallent, ha precisado que la seguridad dentro del estadio correrá a cargo de la vigilancia privada del Fútbol Club Barcelona y los Mossos solo intervendrían en el interior en caso de una invasión de campo “especialmente grave”.
“Se está trabajando en distintos escenarios de lo que pueda pasar a lo largo del partido para poder tener una respuesta rápida y adecuada si pasa alguna cosa dentro”, ha añadido Sallent, que ha recomendado a todos los aficionados que se desplacen al estadio con más tiempo del habitual y que utilicen el transporte público.
Tsunami Democràtic pretende que los manifestantes se repartan por cuatro puntos distintos en los aledaños del Camp Nou y ya hay varios autobuses organizados que saldrán de distintos puntos de Catalunya. Desde esta organización sostienen que más de 25.000 personas se han apuntado ya a participar en la movilización del miércoles.
En una comunicación de este viernes a través de su canal de Telegram, Tsunami Democràtic ha insistido en que su intención no es “bloquear o suspender el partido” sino todo lo contrario, “que lo vea todo el mundo”. “Tsunami Democràtic está preparado para hacer visible en el campo y en la gradería la situación de excepcionalidad que sufre Catalunya”, remachan.