El registro de las oficinas del F.C. Barcelona y la detención de su expresidente Josep Maria Bartomeu —que ya ha sido puesto en libertad— han sacudido este lunes la capital catalana. La operación se enmarca en el caso 'Barçagate', en el que una jueza de Barcelona investiga la contratación de una empresa por parte del club para desprestigiar en redes sociales a jugadores de la actual plantilla y rivales de la Junta directiva de Bartomeu.
Estas son las claves de un caso que afecta a los antiguos gestores del club, que dimitieron este otoño ante la sucesión de crisis deportivas y escándalos en los despachos, y que provocó la convocatoria anticipada de las elecciones que se celebran este domingo.
1- I3 Ventures y el desprestigio en redes
El caso 'Barçagate' salió a la luz el pasado mes de febrero a raíz de una investigación de SER Catalunya, que desveló que la Junta de Bartomeu contrató a la empresa I3Ventures y otras filiales del grupo NS Group para, mediante perfiles falsos de Facebook y Twitter, defender los intereses del entonces presidente mediante mensajes de desprestigio contra sus rivales. La campaña abarcaba a todos los contrarios a la Junta de Bartomeu, que no son pocos en un club con varias familias enemistadas entre sí como es el azulgrana: se lanzaron ataques contra opositores como Joan Laporta, Agustí Benedito o Víctor Font y enemigos conocidos del expresidente como el empresario Jaume Roures.
Pero los ataques en redes llegaron también a leyendas azulgranas alejadas de la anterior Junta como Pep Guardiola, Xavi Hernández o Carles Puyol, e incluso futbolistas de la actual plantilla, como Leo Messi o Gerard Piqué, enfrentados a Bartomeu. “Pep Guardiola habla bien o mal de un país según lo que le paguen”, decía una de las cuentas sobre el exentrenador más laureado de la historia reciente azulgrana, cuyo legado futbolístico quiso desmontar la Junta de Bartomeu.
El administrador de I3 Ventures, Carlos Ibáñez, admitió a Catalunya Ràdio que la empresa estaba contratada por el Barcelona pero solo para monitorizar las redes sociales y abordar la reputación de Bartomeu, preocupado por las críticas que vertía el siempre en ebullición entorno culer ante la mala senda económica y deportiva del club. Ibáñez sí reconoció ser el propietario de una de las páginas difamatorias, 'Respeto y Deporte'.
La última renovación del contrato entre el Barça e I3Ventures ascendió a 198.000 euros. Bartomeu anunció que rompía el contrato con I3 Ventures tras las revelaciones de SER Catalunya.
2- El papel de Masferrer, el hombre para todo de Bartomeu
El encargado de contactar en 2017 y en Argentina a I3 Ventures fue el asesor presidencial y hombre de confianza de Bartomeu, Jaume Masferrer. La figura de Masferrer fue clave en la Junta de Bartomeu y el escándalo del Barçagate. Bartomeu lo suspendió de sus funciones tras estallar el caso, pero siguió cobrando del club hasta que la actual Junta Gestora lo echó el pasado mes de octubre.
Masferrer era una suerte de asesor en la sombra de Bartomeu: tras ser el ideólogo de la campaña con la que Bartomeu ganó los comicios, el presidente lo incorporó al club 2018 como director del área de presidencia, aunque anteriormente ya había ejercido como asesor externo. Además de Masferrer y Bartomeu, también han sido detenidos este lunes el director general del club, Òscar Grau, y el jefe de servicios jurídicos, Román Gómez Ponti.
3- ¿La mano en la caja?
Las revelaciones sobre la campaña de desprestigio en redes auspiciada por los responsables del Barça provocaron un cisma en la Junta de Bartomeu. Dos meses después de las revelaciones periodísticas, seis directivos renunciaron por la gestión que había hecho el club del escándalo.
En su carta de dimisión, los directivos apuntaron al excesivo presidencialismo de Bartomeu: “No nos vemos capaces de revertir los criterios y las formas de gestión de club ante los retos importantes de futuro”. El 'Barçagate' fue la puntilla a un mandato en el que Bartomeu pasó de ser el presidente más votado en unas elecciones a quedarse cada vez más solo en la Junta, asumiendo incluso desde 2019 las funciones del dimitido vicepresidente Jordi Mestre en el área deportiva, y que también estuvo marcado por un progresivo distanciamiento del presidente con los jugadores, que terminó en el ya célebre burofax de Leo Messi. El descontento de los socios fue en aumento, hasta el punto de presentar una moción de censura que precipitó la dimisión de Bartomeu el pasado mes de ocubre.
El exvicepresidente azulgrana Emili Rousaud, uno de los dimisionarios, llegó a decir que “alguien del club ha metido mano en la caja”. “Si pagas un millón de euros por un trabajo que tiene un coste de mercado de 100.000... Blanco y en botella”, expresó en una entrevista en RAC-1. Bartomeu anunció una demanda contra Rousaud. El extremo apuntado por Rousaud es una de las líneas de la investigación que mantienen abierta los Mossos d'Esquadra y la magistrada del juzgado de instrucción 13 de Barcelona, que admitió una denuncia del colectivo de socios Dignitat Blaugrana por los presuntos delitos de corrupción entre particulares y administración desleal. Es la vertiente económica de la contratación de I3 Ventures la que ha terminado judicializada, pues hasta ahora ninguno de los difamados en redes ha anunciado su intención de acudir a los tribunales.
4- La auditoría
La reacción de Bartomeu fue encargar una auditoría a PWC sobre los contratos del club con I3 Ventures y su gestión. Bartomeu prometió que la auditoría se publicaría en el web del club, pero solo se colgó un resumen de conclusiones de seis páginas. La auditoría expuso que Bartomeu solicitó a Grau y Masferrer que contrataran a I3 Ventures y a varias empresas del grupo NS Group, y que Gómez Ponti avaló jurídicamente los contratos. La temporada 2017/18 se firmaron seis contratos por valor de 1,1 millones de euros, y las dos temporadas siguientes otros cinco por valor de 947.700 euros respectivamente.
Los auditores avalaron plenamente la versión oficial del club y concluyeron que en los servicios de monitorización y análisis de redes no se encargó ninguna campaña difamatoria contra nadie y no existió ninguna conducta corrupta. Formalmente los contratos se suscribieron para que las empresas del grupo NS Group analizaran “la naturaleza y sentimiento de la conversación que se estaba produciendo en redes sociales sobre el club”, indicó la multinacional PWC. Para los críticos con Bartomeu, que el club no encargara la campaña no quiere decir que no existiera, como muestran las páginas de Facebook.
Respecto al dinero gastado por el club, PWC consideró que si bien no hubo un sobrecoste en los contratos, el “nivel de autorizaciones internas aplicado a los contratos fue menor que un contrato único”. El motivo es que el club pagó a NS Group 947.000 euros troceados en cinco facturas de 190.000 euros para que estuviera por debajo de los 200.000 euros y así evitar que pasara el filtro de la comisión de control del club azulgrana. “Determinados servicios no se llegaron a prestar o no fueron utilizados por el club”, agregó la auditoría.
5- El club, en ebullición y sin presidente
La magistrada Alejandra Gil mantiene el caso 'Barçagate' bajo secreto de sumario –que se alarga ya seis meses–, por lo que no han trascendido los motivos que la han llevado a ordenar una operación de este calibre a solo seis días de las elecciones para escoger un nuevo presidente del club. Habitualmente, registros como el de este lunes se llevan a cabo cuando son necesarios para garantizar el buen fin de la investigación y evitar la destrucción de pruebas. Las detenciones no han sido ordenadas por la jueza, sino que las han practicado los Mossos mientras han durado los registros. Gómez Ponti y Grau han quedado en libertad este lunes por la noche, pero Bartomeu y Masferrer pasarán la noche en comisaría.
En un comunicado, el club ha mostrado su “plena colaboración” y “máximo respeto” con la investigación judicial, además de pedir “presunción de inocencia” para Bartomeu y el resto de arrestados. Los tres candidatos que aspiran a hacerse con la presidencia del club –dos de ellos, Laporta y Font, víctimas de las campañas de prestigio del 'Barçagate'– han reaccionado de forma distinta a la operación, que marcará con total seguridad lo que queda de campaña. Mientras Laporta y Font han lamentado que el caso daña la reputación del club, Toni Freixa, considerado el candidato continuista respecto a la anterior Junta, ha criticado que se haga el registro porque, a su juicio, la documentación ya está “en disposición de la magistrada”, y además ha apuntado a una teoría de la conspiración al afirmar sin pruebas en Twitter que “demasiada gente quiere hacer daño al Barça”. Hasta ahora las encuestas dan una victoria clara a Laporta. El resultado final, el domingo.