Había sido uno de los mayores chascos del mandato de Ada Colau como alcaldesa: el plenario del Ayuntamiento de Barcelona tumbó su primera multiconsulta, que tras un proceso de participación ciudadana debía preguntar a todos los barceloneses sobre la municipalización del agua y sobre el cambio de nombre de la plaza dedicada al esclavista Antonio López. Medio año después, el consistorio ha conseguido el apoyo de la mayoría de partidos para recuperarla, pero la votación deberá celebrarse durante el próximo mandato, puesto que no hay tiempo material para organizarla antes de las elecciones de mayo.
La multiconsulta ha vuelto este viernes al plenario municipal después de que los servicios jurídicos del consistorio admitieran el recurso de reprobación contra la votación del pasado 10 de abril -cuando se rechazó la consulta- presentado por las entidades impulsoras de ambas preguntas. El informe de los servicios jurídicos constata que, de acuerdo con el reglamento de participación, los partidos solo podían emitir un voto contrario al trámite de la multiconsulta no por razones políticas, sino sólo si consideraban que era contraria al ordenamiento jurídico.
Si en aquella ocasión PDeCAT, PSC y CUP votaron 'no', ahora han optado los dos primeros por abstenerse y los terceros por sumarse a ERC y BComú en el 'sí'. PP y Ciudadanos han vuelto emitir un voto contrario.
La alcaldesa, Ada Colau, ha celebrando la decisión, aunque ha lamentado que la aprobación de la multiconsulta se haya retrasado, en su opinión por la presión de Agbar, que es quien gestiona el agua en la ciudad y con la que el Ayuntamiento mantiene un conflicto abierto en varios frentes. “Es muy arrogante creer que, por gastarse millones de euros en campañas de comunicación, podrían pararlo”, ha criticado la alcaldesa.
En el plano político, la multiconsulta sigue adelante, pero en el plano jurídico podría quedar encallada, puesto que ha llegado a acumular 14 recursos en contra de su reglamento y organización. Según datos del Ayuntamiento, ocho han sido resueltos ya a favor de sus intereses, cinco quedan pendientes y en solo una el juez dictó medidas cautelares para paralizar la adjudicación de los servicios técnicos de la votación.
En el caso de la pregunta sobre Antonio López, lo que preguntará a los barceloneses es si quieren que este esclavista deje de dar nombre a una plaza en Barcelona para que su puesto lo ocupe Idrissa Diallo, el joven guineano que murió el 5 de enero de 2012 mientras permanecía encerrado en el CIE de la Zona Franca.