Imputada la concejal de Urbanismo de Barcelona tras la querella de los promotores a los que denegó un hotel
Nuevo capítulo judicial en la batalla entre los promotores del hotel Praktik Drassanes y el Ayuntamiento de Barcelona. Los impulsores del establecimiento de lujo se han querellado contra la teniente de alcaldía de Urbanismo, Janet Sanz (BComú), por la decisión municipal de no dar la licencia para construir el hotel.
Este diario ha podido saber que el titular del juzgado de instrucción 10 de Barcelona ha aceptado la querella y ha citado a declarar a Sanz como imputada –investigada, según la nueva denominación– por un presunto delito de prevaricación el próximo 16 de enero.
Un portavoz del Ayuntamiento de Barcelona, además de precisar que no hay ningún otro responsable político ni técnico imputado, ha indicado que todas las explicaciones que el consistorio dará sobre el caso son el post de Facebook escrito por la teniente de alcaldía. “He decidido acudir al juzgado a dar todas las explicaciones necesarias de este proceso donde siempre hemos hecho prevalecer el cumplimiento de la ley y la defensa del interés general”, ha aseverado Sanz.
Tal y como explicó en primer lugar este diario el pasado mes de julio, el consistorio no concedió la licencia para el hotel de lujo que la cadena Praktik pretende construir en Les Drassanes, en el distrito de Ciutat Vella, un proyecto que mantiene con las espadas en alto a los vecinos.
Lo hizo después de una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) que tumbó el plan de usos de Ciutat Vella aprobado por el anterior gobierno de CiU y un informe jurídico municipal que avaló el freno a un hotel que sumaría 200 camas a uno de los barrios que más sufre la saturación turística de la ciudad.
La sentencia del TSJC dejó la modificación del plan de usos de Ciutat Vella del convergente Xavier Trias a la altura de una chapuza administrativa pensada en exclusiva para fomentar nuevos hoteles en el barrio. El alto tribunal catalán anuló el plan de Trias por ser arbitrario e ir en contra de los principios de seguridad jurídica y de legalidad en la actuación de la administración.
Al anularse el plan de 2013, el consistorio consideró que la norma a tener en cuenta para atorgar o no la licencia del hotel de Drassanes era el plan de usos de Ciutat Vella de 2010. Esta normativa, más restrictiva que la de Trias, especifica que no se podrán autorizar nuevas plazas hoteleras si antes no disminuyen. Esto implica mantener el número de camas de hotel en el barrio y supuso un frenazo al proyecto de Praktik.
La del hotel de Drassanes es una historia de pelotazos. El sindicato UGT compró en 1986, uno de los dos solares, donde proyectó pisos sociales que finalmente nunca construyó. El sindicato vendió el terreno en 2003 con un beneficio de 1,4 millones de euros tras un cambio de planeamiento urbanístico. A la venta de los terrenos por parte de UGT le sucedieron otras tres operaciones hasta la última, a principios de 2015, por la que una filial de Praktik compró los terrenos por 22 millones de euros para construir sus dos hoteles de cinco estrellas.