El paso PSC por la oposición del Ayuntamiento de Barcelona ha durado cinco años. Las bases de Barcelona en Comú han avalado este jueves con un 62,5% de votos a favor el pacto que presentaron el pasado viernes Ada Colau y Jaume Collboni, por el que los socialistas vuelven al gobierno municipal asumiendo la segunda tenencia de alcaldía y varias carteras. Un 32,8% de los participantes ha votado en contra del pacto y un 4,7% ha votado en blanco. La participación ha sido baja, del 27,6%: han votado 2.599 personas de las 9.422 con derecho a voto del partido de Ada Colau.
En un comunicado, la organización ha valorado que la participación en la consulta interna “demuestra el interés de la ciudadanía inscrita en el registro de Barcelona en Comú por la política de pactos de la organización”.
El aval de las bases de ambos partidos era último paso para refrendar la entrada del PSC en el gobierno, negociada desde hace varios meses y a la que Barcelona en Comú pretendía que ERC se sumase. La semana pasada ambas formaciones ya anunciaron el nuevo organigrama de cargos y funciones de un gobierno municipal de coalición Bcomú-PSC. El líder socialista en el consistorio, Jaume Collboni, asumirá la segunda tenencia de alcaldía y su partido tendrá responsabilidades clave en las áreas de Promoción Económica, Servicios Sociales, Mercados, Patrimonio, Cultura, en las relaciones entre el Ayuntamiento de Barcelona y el Estado y la Generalitat, además del control de varias empresas públicas y organismos autónomos, como Fira de Barcelona.
Precisamente uno de los nombramientos anunciados por parte del PSC había provocado tal malestar en las bases de BComú que finalmente los socialistas decidieron prescindir de Xavier Marcé como comisionado de Cultura. Tal y como adelantó Catalunya Plural, varios militantes del partido de Ada Colau hicieron notar su disgusto por el hecho de colocar al frente del área de Cultura del consistorio a Marcé, hombre de confianza de Collboni, exlíder patronal y vicepresidente de la productora teatral Focus.
Por su lado, la militancia socialista respaldó con un 89% de votos a favor y una participación del 38% el pacto para que el PSC se integre en el gobierno de Ada Colau. El nuevo gobierno barcelonés ganará en estabilidad al pasar de 11 regidores a 15, pese a lo cual se encontrará todavía en minoría frente a los 29 de la oposición. Además, las formaciones de izquierdas, como ERC o la CUP, han mostrado su rechazo al nuevo pacto y han asegurado que será más difícil llegar a acuerdos con el gobierno.
Uno de los hechos más controvertidos del acuerdo de la alcaldesa con el PSC es que el líder socialista, Jaume Collboni, asumirá el tercer cargo de más responsabilidad del consistorio pese a estar imputado por un presunto delito de tráfico de influencias en el caso Mercurio, una trama de corrupción en la que están implicados varias docenas de cargos socialistas del área metropolitana. Tanto Barcelona en Comú como PSC confían en que la jueza levantará la imputación al socialista cuando revise la pieza.