“No quiero hacer un discurso político” decía Andreu Buenafuente casi al finalizar el pregón. Nada más lejos de la realidad. Con el tono satírico inherente a su profesión, el cómico se ha mostrado en perfecta sintonía con el gobierno de Colau. “Esperaba encontrar hogueras, gente preocupada, animales salvajes [...] pero, entrabas y veías gente normal, algunos incluso limpios... incluso me ha parecido ver a alguien sin rastas” bromeaba el monologuista nada más empezar.
Durante el pregón, Buenafuente ha tenido tiempo de recordar que Colau es la primera alcaldesa de Barcelona, que se ha retirado el busto de Juan Carlos de Borbón del ayuntamiento o de reivindicar el legado de la “ciudad feliz” post-olímpica. Un legado que, para el humorista, “se ha ido entristeciendo hasta llegar al momento actual donde parece que estamos todos cabreados”.
El cómic ha reivindicado también la necesidad de una Barcelona “de la gente, más justa, más abierta, más atrevida, más respetuosa... pero sobre todo más divertida”. En este punto, Buenafuente ha enlazado el pregón con la cuestión nacional: “¿Podría ser que el debate identitario nos quitara el sentido del humor?”. También ha reivindicado las elecciones del 27-S para saber la opinión de la población catalana que “votará lo que le dé la gana” y ha añadido: “No puedo entender porque no quieren que Catalunya pueda votar lo que quiere ser. Catalunya tiene derecho a decidir, y a decidir que no, y a no decidir...”.
Buenafuente se ha mostrado también del lado de la desafección política. “Creo que me tomarán el pelo” ha dicho en referencia a los políticos y ha continuado explicando que él sólo se creía a su madre: “creo en la generación de mis padres, inmigrantes, que se rompieron los cuernos para dejarnos una sociedad como la que tenemos ahora”. “Yo soy charnego, con mucha honra” ha remachado el cómico.
A su vez, Colau ha querido remarcar el carácter democrático de la fiesta popular: “¿Qué mayor expresión de la democracia que el momento en el que la cultura popular desborda nuestras calles?”. La alcaldesa barcelonesa también ha pedido respeto por la ciudad y las personas: “debemos impedir entre todos los comportamientos machistas, homófobos o racistas [...] no permitamos ningún acoso a las mujeres que también queremos disfrutar libremente de la fiesta mayor”. Finalmente ha hecho un llamamiento a no olvidar los refugiados que llegarán a Barcelona y ha recordado el acuerdo municipal para hacer de Barcelona una ciudad refugio.
El acto que se ha celebrado en el Saló de Cent, donde se hace tradicionalmente, y ha terminado en el balcón de la plaza Sant Jaume, donde Colau y Buenafuente han hecho un breve parlamento deseando una buena fiesta mayor a la gente que se había reunido para seguir el pregón por las pantallas que había instaladas.