Una parte de la cárcel Modelo de Barcelona será una escuela pública a partir del próximo curso
Después de 113 años de uso penitenciario, la cárcel Modelo de Barcelona cerrará el 1 de junio. Una parte de esta será, a partir del día siguiente del cierre, destinada a una escuela pública con barracones provisionales –según ha anunciado este miércoles el Ayuntamiento de Barcelona– que estará formada por dos líneas de infantil con 50 nuevas plazas. Está previsto que el equipamiento opere a partir del curso 2017/2018.
“Hoy la Modelo ya empieza a tener la cara del que debe ser su futuro: un conjunto de equipamientos para los vecinos”, ha destacado la teniente de alcaldía de Derechos Sociales, Laia Ortiz. Según fuentes municipales, la apertura de esta nueva escuela será financiada a partir del Consorcio de Educación de Barcelona y “reforzará” la necesidad de centros en el Eixample.
El Ayuntamiento de Barcelona ha catalogado el Eixample como un territorio “especialmente denso” y con “mucha falta de equipamientos”, por lo que parte de las ocho nuevas líneas estructurales que el consistorio quiere abrir en el distrito encontrarán cobijo en la prisión de Barcelona. Concretamente, la escuela se situará entre la calle Entença y Rosselló y tendrá por nombre –de forma provisional– Eixample 1.
De esta manera, la nueva escuela ubicada en el territorio de la cárcel Modelo, que pasará a la Zona Franca, se sumará a otras dos ubicadas en el céntrico distrito de la capital catalana. Según ha explicado el Ayuntamiento, otro de las escuelas que reforzará los centros públicos en el distrito estará situada en Roger de Flor, y otra en la calle de Cartagena. En total, dos nuevas escuelas en la derecha del Eixample y una izquierda.
“Esto no es un capricho, sino una reivindicación de vecinos y vecinas”, ha dicho la teniente de alcaldía Laia Ortiz, que ha destacado que ya se han producido reuniones con diferentes entidades y asociaciones de padres y madres en la misma Modelo. La acción del Ayuntamiento toma así el testigo de estas asociaciones, que reclamaban nuevos centros en el distrito.
La noticia se suma al anuncio hace unos días por parte del consistorio de suspender diez equipamientos privados programados en el Eixample de los que ahora “se estudia” –ha manifestado la concejala Montserrat Ballarín– la posibilidad de “hacer un uso público”.