El concejal de la CUP en Barcelona pide archivar la causa por una supuesta coacción a un médico

Suspendido el juicio al concejal de la CUP en Barcelona, Josep Garganté. Los recursos de la defensa del concejal y de la Fiscalía han paralizado, de momento, el juicio al concejal por coaccionar presuntamente a un médico para que modificara el informe de lesiones de un mantero. Garganté ha pedido el archivo de la causa ya que sostiene que no empleó ningún tipo de violencia o intimidación contra el médico. Por contra, la Fiscalía ve en la actuación de Garganté un posible delito de coacciones y falsedad documental en grado de tentativa. El juez sostenía que el delito era de tipo leve (lo que antes de la última modificación del Código Penal era una falta)

El juez de instrucción número 22 de Barcelona envió a Garganté a juicio rápido por un delito leve de coacciones -antiguas faltas- a un médico de un ambulatorio de Barcelona. Ahora tendrá que estudiar los recursos de las partes y tomar una decisión. Los hechos se remontan al pasado 23 de marzo, cuando Garganté y otro miembro del colectivo de apoyo a los manteros Tras la Manta pidieron al facultativo del CAP Pere Camps que tomara declaración a un mantero herido sin la Guardia Urbana delante. El TSJC ha informado que se ha ampliado la causa contra el miembro de Tras la Manta que acompañaba a Garganté.

La Fiscalía está en desacuerdo con la decisión del juez de imputar a Garganté un delito leve y, por ese motivo, ha presentado un recurso en el que solicita que el concejal sea investigado por los delitos de coacciones y falsedad documental en grado de tentativa, al ver los hechos más graves que el magistrado.

En su recurso, la defensa de Garganté impugna la decisión del juez de enviarle a juicio y, al mismo tiempo, rechaza la petición de la Fiscalía de que se abra una investigación para aclarar la actuación del concejal con el médico, por lo que solicita el archivo del caso.

Los hechos del 23 de marzo llegaron a conocimiento del juez a raíz de la denuncia que presentó el propio médico, aunque según la versión de Garganté lo hizo después de que la Guardia Urbana se lo indicase. Un agente del cuerpo grabó a escondidas la conversación entre Garganté, el miembro de Tras la Manta y el médico.

Según publicó La Vanguardia, el agente trasladó la grabación a su superior cuando salió del ambulatorio. Posteriormente, en una reunión, el comisionado de seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, Amadeu Recasens, el gerente de la policía municipal, Jordi Samsó, y el jefe de la Guardia Urbana, Evelio Vázquez, decidieron que fuera el sanitario quien llevara la iniciativa de la denuncia, dejando al consistorio al margen.

Para la defensa de Garganté, en el encuentro que mantuvo con el médico en su despacho para pedirle que modificara el parte de lesiones del mantero, el concejal no se dirigió al facultativo de forma intimidatoria ni usó con él violencia verbal o física.

La Fiscalía, por el contrario, cree acreditado que Garganté acudió a entrevistarse con el médico acompañado de un grupo de personas, lo que a su parecer supone un “elemento de presión”, y, teniendo en cuenta que se encontraba en la unidad de urgencias le advirtió: “podemos estar aquí 5 minutos o 5 horas”.