- La Policía detiene a un fotógrafo de El País mientras documentaba un arresto y varios periodistas denuncian haber recibido porrazos de los antidisturbios pese a ir acreditados
Quinta noche de caos en Barcelona. El centro de la capital catalana ha vuelto a ser escenario de graves altercados entre unos 1.500 encapuchados y agentes de la Policía. La batalla campal en la zona de plaza Urquinaona ha durado cuatro horas y después se ha extendido, con grupos más pequeños, por el resto de calles del barrio del Eixample. Han sido los disturbios de mayor intensidad y duración hasta ahora, superando incluso los del pasado miércoles.
Todo ha empezado pasadas las 17:30h., cuando a poca distancia el Passeig de Gràcia se llenaba en una manifestación pacífica contra la sentencia. Grupos de encapuchados han empezado a volcar contenedores cerca de la Jefatura de Policía de la Via Laietana. Los agentes han dispersado a los grupos, que se han hecho fuertes en la zona superior de Via Laietana y la plaza Urquinaona durante más de cuatro horas.
Los encapuchados han mantenido sendas barricadas en llamas en la plaza Urquinaona, en el cruce de Pau Claris con Ronda Sant Pere, sin que los sucesivos disparos de balas de goma y botes de humo de la Policía lograran dispersarlas. Los lanzamientos a los agentes del grupo de encapuchados, que a ratos ha superado las 1.500 personas, eran constantes: tuercas, piedras, latas, cristales, botellas, petardos y bengalas caían sobre los antidisturbios. Varios furgones de antidisturbios de los Mossos d'Esquadra han avanzado a gran velocidad por la barricada para intentar dispersarla sin éxito. Los encapuchados, muy agresivos y varios de ellos muy jóvenes, alternaban los lanzamientos con gritos como “ni un paso atrás”.
No ha sido hasta una dura intervención con furgonas y gas lacrimógeno sobre las 22:30 que se ha logrado despejar la plaza. Y entonces ha empezado la persecución de los antidisturbios de Policía y Mossos d'Esquadra a pequeños grupos de encapuchados en varias calles del centro, como la Ronda Universitat, calle Pelayo y los aledaños de plaza Catalunya, que se ha alargado hasta la madrugada.
Policía y Mossos se empleaban ya de madrugada con contundencia contra algunos de estos pequeños grupos, incluso cuando no generaban ningún disturbio. Este diario ha sido testigo de cómo un mosso d'esquadra disparaba un proyectil de 'foam' en la calle Ausiàs March, cuando no había ningún incendio y solo había un grupo de jóvenes que no causaban disturbios.
Según el recuento facilitado a la 1:00h., este viernes se han registrado 89 heridos, que eleva la cifra a 483 desde el lunes. Este viernes tres personas han tenido que ser trasladadas a hospitales en Barcelona por lesiones, mientras que hay un policía en estado muy grave y otro en estado grave. Uno de estos policías es el antidisturbios ha tenido que ser retirado a cuestas por otros agentes tras recibir un lanzamiento en la cabeza.
Tras dispersar la Policía a los encapuchados que durante casi cuatro horas han mantenido una barricada en la plaza Urquinaona, el camión de agua de los Mossos se ha desplazado hasta allí para limpiar la zona. Es la primera vez que la policía catalana usa este vehículo. En el suelo se acumulan piedras, hierros, cartones, plantas y restos de contenedores ardiendo. Los daños en el mobiliario público son cuantiosos.
Según fuentes de la Delegación del Gobierno, las detenciones en la capital catalana este viernes ascienden a 10. Desde los Mossos, pasada la 1:00h. de la madrugada, han informado que al menos hay 31 personas detenidas detenidas en toda Catalunya. También ha habido disturbios, por cuarta noche consecutiva, en Lleida y Girona.
La de este viernes ha sido la más violenta de las protestas de esta semana. El lunes se intentaron bloquear los accesos al Aeropuerto de El Prat y a última hora los policías tuvieron que cargar en el parking del recinto; el martes los disturbios se sucedieron alrededor de la Delegación del Gobierno; el miércoles la protesta se volvió contra los Mossos por las cargas de los días anteriores y los altercados empezaron en la conselleria de Interior y se extiendieron por la Dreta del Eixample. Y el jueves los disturbios se trasladaron a la zona izquierda del Eixampla tras el intento de un grupo de ultraderecha de ir al encuentro de los antifascistas. Con todo, la de este viernes ha sido la batalla campal más larga en lo que va de semana.
Asimismo, este viernes la Policía ha detenido al fotoperiodista de El Pais, Albert García, por una supuesta agresión a un agente que han negado todos los otros testigos presentes en la zona. Los antidisturbios se han llevado esposado al fotógrafo, al que han reducido con contudencia, después de que documentara otra detención contudente. Por otro lado, un mínimo de cinco periodistas y fotógrafos han denunciado porrazos gratuitos de antidisturbios de la Policía Nacional pese a ir debidamente identificados. Y redactores de la Agencia Catalana de Noticias han denunciado haber recibido el impacto de balas de goma de la Policía.