La Generalitat vuelve a decretar el confinamiento comarcal en Catalunya a partir de este viernes y hasta el 19 de abril. Tras levantar esta restricción el pasado 15 de marzo y permitir la movilidad durante la Semana Santa, las autoridades sanitarias temen ahora que la curva de contagios se vuelva a disparar. Uno de los datos que más preocupan son los ingresos en las UCI, que suben de forma sostenida desde hace días hasta situarse hoy en los 458 pacientes críticos.
El Procicat, el organismo que gestiona la pandemia en Catalunya –integrado por Salud e Interior– se reúne de urgencia este miércoles para acabar de decidir los detalles de la medida. Lo que sí ha quedado claro, según ha adelantado TV3 y ha podido confirmar elDiario.es, es que el cierre perimetral por comarcas empezará este mismo viernes a las 00.00 horas, con lo que el fin de semana ya no se permitirá la movilidad por todo el territorio de la comunidad autónoma.
Desde el 15 de marzo se permitían los desplazamientos entre comarcas siempre que fuese sin mezclar unidades de convivencia –las llamadas burbujas–. Desde la Generalitat, y en especial su secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, se argumentó esa relajación de la movilidad para “dar aire” a la población –sujeta a restricciones perimetrales desde enero– y también a los sectores económicos durante los festivos de Semana Santa. La modificación que se acometerá de cara a este viernes es que ni siquiera los grupos burbuja puedan salir de su comarca de residencia.
Este mismo martes, el propio Argimon ya advertía de un repunte de ingresos hospitalarios. “Si seguimos a este ritmo, no será sostenible”, reconocía. Según los datos de este miércoles, en cuidados intensivos hay 458 personas, mientras que la incidencia acumulada en los últimos 14 días es de 240,27 casos por cada 100.000 habitantes, una de las más elevadas de España. Sin ir más lejos, Lleida es ahora mismo la tercera gran ciudad con mayor incidencia.
En estos momentos, las actuales restricciones en Catalunya contemplan las consensuadas con las demás comunidades y el Gobierno, como el toque de queda (a las 22.00 horas) y el cierre perimetral de la comunidad. También medidas propias como la apertura de la hostelería hasta las 17.00 horas y con aforo reducido en interior, el aforo del 30% en las universidades o en los comercios.
Discrepancias con el Ayuntamiento de Barcelona
El confinamiento comarcal ha vuelto a soliviantar al Ayuntamiento de Barcelona, que en estos casos ha exigido siempre que el perímetro sea toda el área metropolitana y no solo la comarca del Barcelonès, debido a la elevada densidad de su trama urbana. La Generalitat, sin embargo, lo ha descartado.
“Ya hemos comprobado en ocasiones anteriores que si se hace un confinamiento comarcal se producen aglomeraciones peligrosas para la salud pública”, ha afirmado Colau, en relación a la saturación que se genera en espacios como los paseos marítimos de la ciudad, el barrio del Born o la montaña de Collserola.