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Catalunya reúne a la comisión de sequía el jueves para decretar la emergencia ante la falta de lluvias

Pau Rodríguez

30 de enero de 2024 13:34 h

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Catalunya se encamina en las próximas horas hacia la emergencia por la sequía. Con el actual ritmo de vaciado de los embalses y sin perspectiva de que llueva, la Generalitat ha convocado para el jueves la comisión interdepartamental que gestiona esta crisis con el objetivo de decidir si se avanza hacia ese estadio de máxima alerta. Con toda probabilidad, ha expresado la portavoz de la Generalitat, Patrícia Plaja, se aprobará entrar en emergencia. 

La emergencia afectará a todos los municipios que se incluyen en el sistema de abastecimiento de los ríos Ter y Llobregat, más de 200 localidades que incluyen el área metropolitana de Barcelona y otras grandes ciudades como Girona, Mataró o Granollers. En total, afectará a más de seis millones de catalanes. 

Las previsiones de la Generalitat de los últimos días no contemplaban declarar la emergencia esta semana, pero las altas temperaturas recientes han provocado un vaciado más rápido si cabe de los embalses del sistema Ter-Llobregat. Actualmente se ha sobrepasado ya uno de los umbrales para decretar la máxima alerta, el de los 100 hm3 de agua en el conjunto de pantanos, y se está a punto de traspasar otro: el que fija que estén como mínimo al 16% de su capacidad (hoy se sitúan en el 16,34%). 

Plaja se ha resistido a confirmar si el resultado de la comisión del jueves será la declaración de la emergencia, y ha insistido en que serán los datos sobre las reservas hidrológicas de ese momento los que empujen a técnicos y políticos a tomar una decisión u otra. “Es cuestión de días”, ha afirmado.

La declaración de emergencia conllevará una reducción del consumo medio de los hogares hasta los 200 litros por persona y día (la mayoría de municipios del área metropolitana de Barcelona ya lo cumplen). Algunas restricciones ya existentes se acentuarán, como por ejemplo la reducción del 80% del riego agrícola o del 25% en usos industriales. Y a la prohibición de regar jardines y llenar piscinas se le añadirá, por ejemplo, la prohibición de pistas de hielo, fiestas de la espuma, juegos de agua y otros actos lúdicos para los que se use agua. 

En cuanto a los equipamientos deportivos, finalmente se permitirá el uso de las duchas y el riego de campos de césped en deportes federados al menos en la primera fase de la emergencia. En paralelo, y al margen de las medidas del Plan de Sequía, las administraciones trabajan también con la idea de reducir la presión del grifo para ahorrar o incluso traer barcos cisterna con agua potable a través del Puerto de Barcelona.