Joan Subirats se ha despedido este miércoles del Ayuntamiento de Barcelona. Arropado por Ada Colau, amiga personal y quien le convenció de dar el salto desde la academia al fango de la política municipal, el actual teniente de alcaldía de Cultura ha explicado que con 70 años ha decidido jubilarse. “No me retiro de la política, aunque sí dejo la responsabilidad directa”, ha manifestado Subirats, que por edad también estaba obligado a cesar su actividad como profesor universitario, pero que ha asegurado que seguirá activo en el proyecto de Barcelona en Comú con sus ideas para la ciudad.
Además de Colau, que ha defendido que Subirats tiene “todo el derecho a jubilarse” –ya estaba pactado desde hacía tiempo–, también han acudido a la rueda de prensa varios concejales, tanto de su partido como del PSC. En un ambiente distendido, la alcaldesa y el concejal saliente han hecho balance de una trayectoria que empezó de forma inesperada, con la entrada de Subirats como comisionado de Cultura a mitad del mandato pasado, tras salir los socialistas del gobierno municipal por el procés. Ya en los comicios de 2019, este catedrático de Ciencia Política aceptó ir de número 2 de Colau y acabaría ocupando el puesto de Teniente de Alcaldía de Cultura, Educación, Ciencia y Comunidad.
“Es un hombre de ideas y de pensamiento, con un amplio reconocimiento público y profesional, y estamos muy agradecidos de que aceptase dar el paso cuando no lo había dado nunca, justo cuando se acercaba su jubilación”, le ha elogiado Colau, que ha lamentado que el consistorio pierda una figura como la suya. “Es de los pocos intelectuales que quedan”, ha afirmado, de los que “están dispuestos a embarrarse” en proyectos políticos.
En la misma línea, Subirats, que ha estado vinculado con los 'comuns' desde sus inicios, ha asegurado que ha “aprendido mucho” de su paso por la política. “No me arrepiento de nada. Siempre he sido municipalista y en este sentido ha sido un honor trabajar en mi ayuntamiento”, ha expresado.
Su puesto lo ocupará ahora Jordi Martí, figura al alza dentro del consistorio y con experiencia en el sector cultural, puesto que ya fue gerente del Institut de Cultura de Barcelona (ICUB) en dos ocasiones durante los mandatos socialistas. Martí seguirá siendo concejal de Presidencia y Presupuestos, así como responsable del Plan de Barrios. Sin embargo, dejará de ser el edil del distrito del Eixample, puesto que ocupará Pau González, el siguiente en la lista de los comuns y quien de hecho ocupará el acta de concejal que queda vacía. González, actual asesor en Derechos de Ciudadanía y Participación, también asumirá el cargo de concejal de Educación.
En la revisión de su trayectoria municipal, Colau ha querido destacar sobre todo el “talante” conciliador de Subirats a la hora de lograr consensos políticos, el último de ellos un Pacto por la Cultura que se ha iniciado con apoyo unánime de todos los grupos. También los exitosos proyectos de las bienales de la Ciencia y el Pensamiento. “Su legado es enorme”, ha incidido Colau, que ha defendido también la apuesta presupuestaria del consistorio por la cultura –un 6%– y las ayudas durante la pandemia.
Entre los capítulos que deja abiertos, y de los más polémicos que hay ahora mismo en Barcelona, está el proyecto del museo del Hermitage en el Puerto. El consistorio, divido por el rechazo de los comuns y el apoyo del PSC, de momento se mantiene en el ‘no’. Subirats ha aceptado con cierta deportividad que el asunto saliese a colación incluso en su adiós como concejal. “No podía dejar de estar presente en una rueda de prensa sobre cultura”, ha comentado, para luego defender que el tema está “suficientemente discutido y debatido”, y que por ahora el proyecto no encaja con su modelo de ciudad.