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Opinión - Un tercio de los españoles no entienden lo que leen. Por Rosa María Artal

Periodistas anuncio

Cada día hay más periodistas que ceden a la tentación de la publicidad. Un culto periodista deportivo sale en el anuncio de un banco. Un distinguido comentarista político promueve en la radio la compra de acciones de una compañía eléctrica. ¿Todo el mundo tiene un precio, en metálico o en vanidad ?

No son los primeros. Hace tiempo que vemos a destacados y destacadas periodistas en anuncios de bancos y de compañías eléctricas, de seguros de automóviles, de caldos, de yogures, de panes envasados o de pasta italiana... Si tantas otras personas con proyección pública hacen publicidad, ¿por qué no lo deberían hacer los periodistas y comunicadores ?

Periodistas convertidos en “celebrities” hacen como tantos otros famosos: deportistas , artistas, jugadores y entrenadores de fútbol, escritores... ¿Tiene el mismo valor? ¿Se corre el mismo riesgo? Hay profesiones que tienen prohibida la intervención en spots publicitarios, por entender que su interés público debe ser protegido.

Los códigos deontológicos prescriben la incompatibilidad entre el periodismo y la publicidad, pero las organizaciones profesionales no han podido garantizar su cumplimiento. Hace años que, en la radio, presentadores y comentaristas dan entrada a los anuncios o los hacen directamente, sobre todo en las transmisiones deportivas. La mancha de aceite se ha extendido en otros medios y temas.

Presentadores de programas informativos, comentaristas, reporteros , articulistas ... todos de primer nivel y sin discriminación de género. Cuando los líderes profesionales pasan líneas rojas es que la cultura profesional está cambiando. Hay que tomar nota.

Hace años que nombres de marcas y empresas han invadido los espacios informativos. Los medios tienen un papel determinante en el lanzamiento de fenómenos comerciales. Ejemplo muy reciente: el llamado “black friday”, el viernes de rebajas importado de los Estados Unidos.

Hoy, la publicidad es el factor determinante de la evolución de los medios. Es su financiación principal. La conversión de periodistas y comunicadores en modernos hombres y mujeres anuncio -nada que ver con aquellos pobres que muchos años atrás paseaban carteles por calles- no es no la única consecuencia. Los propios medios tienen un reto de independencia respecto de sus anunciantes. Es uno de los retos decisivos que afronta el periodismo.

Cada día hay más periodistas que ceden a la tentación de la publicidad. Un culto periodista deportivo sale en el anuncio de un banco. Un distinguido comentarista político promueve en la radio la compra de acciones de una compañía eléctrica. ¿Todo el mundo tiene un precio, en metálico o en vanidad ?

No son los primeros. Hace tiempo que vemos a destacados y destacadas periodistas en anuncios de bancos y de compañías eléctricas, de seguros de automóviles, de caldos, de yogures, de panes envasados o de pasta italiana... Si tantas otras personas con proyección pública hacen publicidad, ¿por qué no lo deberían hacer los periodistas y comunicadores ?