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El MACBA resta poder a la nueva directora antes de recibirla

La sede del MACBA en Barcelona

Peio H. Riaño

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El pasado viernes Tanya Barson, conservadora jefa del MACBA, y Pablo Martínez, director de programas del museo barcelonés, fueron cesados con un burofax que recibieron en sus correos electrónicos, enviado por el gerente, Josep Maria Carreté. La decisión llegó a las pocas horas del anuncio del nombramiento de la nueva directora del centro, la cordobesa Elvira Dyangani, que sustituirá a Ferran Barenblit en el cargo. De la alegría se pasó a la decepción en cuestión de horas ante una nueva injerencia de la cúpula de un museo que arrastra uno de los más largos currículos en faltas contra la independencia de los profesionales que la han dirigido. 

Este periódico ha tenido acceso al nuevo organigrama del MACBA que fue aprobado por el Consejo General el pasado jueves y al que hacían referencia en las cartas de despido. El hecho objetivo en el que se justifica el despido es ese cambio de estructura. En el organigrama que marcará el futuro del museo se puede comprobar cómo el cese de estos dos cargos, muy reconocidos en el sector por sus trabajos y actuaciones en favor del pensamiento crítico y las comunidades menos representadas en las instituciones culturales, supone la merma del poder de la dirección artística en el centro. La gerencia se queda con las áreas de responsabilidad social, patrocinios, prensa, dirección de producción y dirección de mediación y educación.

La nueva directora sólo tendrá plenos poderes en el área de conservación y un papel residual en la dirección de produccion y de educación y mediación. En la estructura que se mantenía hasta el jueves pasado, la dirección artística era la responsable del área curatorial, los programas, la producción, la gestión y la marca. De esta manera desaparece el área de “programas” y el poder de la gerencia crece ostensiblemente. A pesar de la evidencia, desde MACBA aseguran que “en ningún caso la Gerencia acumula más poder, sino todo lo contrario”.

Una autonomía en cuestión

El área de programas ha sido desmantelada. “Con la desaparición de un área dedicada exclusivamente a la generación de pensamiento crítico se pone en riesgo que el museo se abra a debates que a priori pueden parecer ajenos a lo artístico, pero que son fundamentales para la producción de imaginarios como son: los debates sobre el fin de las energías fósiles, los feminismos y la teoría queer, el decrecentismo o lo decolonial, solo por poner algunos ejemplos. La cuestión está más allá de mi persona, ya que no me van a poder intercambiar por otra, ya que la plaza y el área desaparecen conmigo”, asegura a este periódico Pablo Martínez. “Creo que tras los motivos aparentemente técnicos de mi destitución se esconden razones ideológicas que responden a las guerras culturales del presente y que se encuentran en el mismo Consejo General del Museo en el que se reúnen tanto representantes del Ayuntamiento de ”los comunes“ como de la Fundación Macba, que vela por sus propios intereses”, añade el director que llevaba en su cargo cinco años. El presupuesto anual del centro es de once millones de euros, cuya transferencia proviene íntegramente de administraciones públicas.

A Joan Subirats (Barcelona en Comú) no le han convencido las formas con las que se ha llevado a cabo la creación del nuevo organigrama y el cese de los dos cargos. “Todo es mejorable. Pero ahora toca mirar adelante y no al pasado”, cuenta a este periódico el representante del Ayuntamiento de Barcelona en el Consejo Social del MACBA (junto con la Generalitat o el Ministerio de Cultura entre otros) como responsable del Área de Cultura, Educación, Ciencia y Comunidad en el consistorio. Subirats también muestra su desacuerdo con el cierre repentino del organigrama sin la presencia de la nueva directora: “La nueva directora tendrá que ver si acepta esa nueva estructura, porque lo normal es que no tenga por qué aceptarlo. Los organigramas están cerrados hasta que dejan de estarlo, así que me parecerá normal que se adecúe a las necesidades de Elvira Dyangani”, añade Subirats.

En esta línea el director de la Asociación de Directoras y Directores de Arte Contemporáneo de España, Juan Antonio Álvarez Reyes, no encuentra explicación al movimiento ejecutado por la cúpula del MACBA: “¿Por qué ha cambiado la estructura del museo antes de la llegada de la nueva directora. Elvira Dyangani no debería encontrarse un museo condicionado y alterado sin contar con su decisión. Es un mal endémico de este país no dejar trabajar a los profesionales. El máximo momento de autonomía profesional en el MACBA sucedió con Manuel Borja-Villel [entre 1998 y 2007]”, asegura Álvarez Reyes, director del Centro Andaluz del Arte Contemporáneo.

Un futuro invalidado 

Hasta el momento Pablo Martínez había contado con la complicidad de Joan Subirats. Este periódico ha podido saber que Subirats defendió a Martínez en la delicada situación que se generó cuando el MACBA decidió no renovar el contrato de Barenblit hace un año. Este periódico ha tratado de ponerse en contacto con Ainhoa Grandes, presidenta de la fundación y a quienes todos apuntan como ejecutora de los cambios pero no le ha sido posible. “Es normal que con la salida de Ferran Barenblit se marchen sus cargos de confianza”, justifica Joan Subirats. La llegada de la nueva directora, que no era la candidata de la Fundación Macba, no ha podido evitar el despido. “Conozco a Elvira Dyangani y estoy seguro de que ha presentado un proyecto de museo extraordinario. Pero más allá de ella, me pregunto si se puede convocar un concurso de dirección al tiempo que se cambia la estructura del museo. Y más aún si esos cambios se producen por personas que no se han presentado nunca a un concurso de dirección o a unas elecciones. Es un problema claro de gobernanza, cabe entonces preguntarse: ¿Quién dirige realmente el MACBA?”, señala Pablo Martínez. Por eso piensa que la batalla en los museos no está en los contenidos, sino en la estructura.

Este miércoles Yayo Herrero y Marina Garcés han dimitido del diseño y organización del Programa de Estudios Independientes (PEI) que llevaban meses preparando para desarrollar a partir de septiembre. Su decisión es una manera de mostrar su desacuerdo con “la nueva organización del MACBA”, además de las formas en las que se han cesado a ambos cargos. Martínez volaba desde Croacia y aterrizaba el viernes en Barcelona por lo que pidió al gerente el mismo jueves por la tarde que le citó a una videollamada para el viernes a media un aplazamiento para el lunes. El gerente confirmó el retraso de la reunión en la que despediría a ambos cargos, pero no lo respetó. El viernes emitió sendos burofax para cesarlos de manera inmediata. “Lo dejamos con la tristeza y el convencimiento de que el hecho de que se hayan hecho estos cambios antes de que se incorpore y decida la nueva Directora, Elvira Dyangani Ose, elimina lo que creemos que hubiese sido una muy buena colaboración”, explican la antropóloga y la filósofa en un comunicado.

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