Irídia, Centro para la Defensa de los Derechos Humanos está de aniversario y lo han celebrado con un debate entre entidades de defensa de los derechos humanos de todo el Estado. Todos ellos han destacado la importancia del litigio estratégico y la incidencia en el ámbito político, como objetivos comunes. Un litigio estratégico consiste en la judicialización de un caso emblemático de vulneración de derechos humanos, buscando errores estructurales del sistema, con el objetivo de encontrar soluciones tanto para la persona afectada en ese caso como por el conjunto de la sociedad. “Queremos hacer una mirada hacia procesos jurídicos y judiciales para cambiar la manera en como mira la sociedad. Estos procesos siempre deben ir acompañados de movilización social ”explicó Gema Fernández, abogada de Women 's Link. Lucía Morale, miembro de Irídia, ejemplificó esto en un caso concreto, el de Raquel, una interna de Brians I que se suicidó después de estar seis meses en régimen de aislamiento. “Casos como el de Raquel tenían como objetivo modificar un sistema de prisión y concretamente el régimen de aislamiento. Esto culminó con un grupo de trabajo en el Parlament de Catalunya”. Morale ha destacado también la importancia de tejer alianzas con los medios de comunicación.
Ante esto, Valentín Aguilar, abogado y coordinador general de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, ha querido matizar que no siempre es fácil llegar a los medios de comunicación y a la agenda mediática. “Es fundamental que los medios vayan a las cárceles para ver qué pasa y sean más abiertos y receptivos a hablar”, ha dicho.
Las prisiones han sido uno de los temas principales del debate, también desde la perspectiva de género. La psicóloga de Jaiko Hadi, Ohiana Barrios, ha denunciado “las restricciones ilógicas, tanto a nivel sanitario como psicosocial” con las que se encuentran las mujeres, especialmente en relación a la maternidad. “Imagínate ir a una revisión ginecológica con las manos atadas con esposas” ha dicho Barrios.
“Hemos llegado a un estado actual en el que lo que importa en los delitos de terrorismo, son las ideas políticas que hay detrás que subvierten el orden institucional”, aseguró Daniel Amelang, abogado penalista y miembro de la cooperativa Red Jurídica, en referencia a casos como Pandora y Piñata. “La independencia judicial no puede significar carta blanca para hacer sentencias”. Así de claro ha hablado la abogada de Women 's Link en referencia a la vulneración de derechos y la perpetuidad de violaciones judiciales.
Todos ellos han coincidido con un objetivo común: hacer red y un trabajo interdisciplinar entre entidades, organizaciones y sociedad civil y con la dificultad de conseguir financiación sin que ello condicione la independencia de los proyectos.
Un año de lucha contra la impunidad
Después de un año de funcionamiento se han creado y consolidado cinco grandes áreas: género, migraciones, prisiones, espacio público y derecho a reunión y manifestación. “Queremos dar respuesta a las situaciones de violencia que se viven en las cárceles y poder detectar casos de tortura y maltrato que, desgraciadamente, se dan en todas las cárceles”, asegura Montse Fernández, coordinadora del área de prisiones. Desde Irídia ponen especialmente el foco en la prisión de Brians I, donde en febrero de 2015 se suicidó Raquel después de seis meses en régimen de aislamiento.
Uno de los casos más mediáticos que han llevado desde Irídia es el de la activista Quim Gimeno, un joven que la policía intentó captar e infiltrar a los movimientos sociales. En el acto también han recordado casos como el del joven que perdió una oreja a causa de un golpe de porra por parte de los Mossos o cuando, durante las manifestaciones en defensa del Banc Expropiat, un mosso le rompió la mano al periodista de la Directa Jesús Rodríguez.
Destaca también el trabajo realizado desde el área de género, buscando hacer incidencia tanto en el ámbito político como dando asesoramiento a entidades y profesionales. De una manera más transversal trabaja el área psicosocial, coordinada por Irene Santiago, que destaca que “es necesario que la gente se sienta acogida y con un espacio de confianza y de acompañamiento humano y personal”. En cuanto a migraciones, destacan la importancia de romper con “un discurso hegemónico que relaciona inseguridad con migraciones”, poniendo en debate que “lo que pasa en la frontera sur es lo mismo que pasa en Grecia o Italia”.
“Teníamos la intuición de que había que sumar a la red un modelo donde se combinara el activismo con una visión más profesional, por eso creamos Irídia”, asegura el abogado y uno de los fundadores de la entidad Andrés García Berrio. “Queremos ser un agente político”, añade. Para poder llevar adelante todas estas áreas y proyectos, desde Irídia aseguran que “hay que hacer red con otras entidades con objetivos comunes” como Tanquem els CIE, Defender a Quien Defiende o Malla, entre otros.
El acto ha finalizado con un concierto de Nakany Kanté, Tremenda Jauría y Sonidero Mandril.