Las discotecas catalanas quieren hacer una prueba piloto de apertura y la Generalitat lo valorará
La patronal de discotecas y restaurantes catalana Fecasarm ha anunciado este martes que está trabajando en una prueba piloto para reabrir la actividad de restaurantes y locales de ocio nocturno. Tras el concierto masivo y sin distancias en el Palau Sant Jordi, un experimento avalado por las autoridades sanitarias, monitorizado por el Hospital Germans Trias i Pujol y en el que todo el mundo tuvo que superar un test de antígenos, ahora este sector ha anunciado que quiere hacer algo parecido.
“Las pruebas piloto llevadas a cabo en la Sala Apolo y el Sant Jordi demuestran que el ocio nocturno con medidas de seguridad es completamente seguro”, aseguraba este martes el presidente de la patronal, Joaquim Bordas. Sin entrar al detalle, ha explicado que trasladaron al secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, su intención de hacer una prueba piloto en cinco restaurantes y cinco discotecas de Barcelona, sometiendo a sus asistentes a un test de antígeno o prueba PCR unas horas o días antes.
Ante esta petición, Argimon se ha mostrado este mismo martes cauto y ha asegurado que cualquier ensayo o prueba piloto en este sentido debe contar con el visto bueno del Procicat, el organismo de la Generalitat que gestiona la pandemia. “Organizarlo no es tan sencillo, sobre todo la parte del testeo. No es fácil encontrar las manos que permiten hacer todos esos tests de antígenos”, ha explicado, aunque ha añadido que están “abiertos” a valorar iniciativas de este tipo y a estudiarlas entre departamentos.
En el caso del concierto del Sant Jordi, fue un evento financiado en parte por los asistentes, vía entrada, y en parte por el sector. También contó con la supervisión científica de la Fundació Lluita contra la Sida, de l’Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona, que ya habían diseñado anteriormente el ensayo clínico en el concierto de la Sala Apolo.
Fecasarm ha pedido además un plan de reapertura del ocio nocturno “más ambicioso”. “Con los tests negativos y los aparatos de desinfección de aire será totalmente seguro estar dentro de las salas y no será necesario aplicar controles de acceso a las pistas de baile ni reducciones de aforo ni de horarios”, reclamaba Boadas.
“El objetivo es acreditar que tanto un restaurante como un local de ocio nocturno, con los correspondientes protocolos y medidas de seguridad, son espacios seguros, a años luz de las cenas y fiestas ilegales que se producen cada noche”, apuntaba Boadas.
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