El Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), uno de los mayores quebraderos de cabeza del gobierno de Artur Mas, está aquí para quedarse. Almenos así lo asume la marca con la que Convergència concurre a las elecciones generales, Democràcia i Llibertat (DiL). A pesar de criticar este sistema de liquidez, que ha facilitado la intervención de las finanzas catalanas, la candidatura se muestra pragmática: “Mientras el Estado no revierta esta situación, el FLA será necesario”, reza el programa de DiL. En consecuencia, propone una batería de medidas a tomar a lo largo de la siguiente legislatura para revisar los mecanismos de financiación sin salirse del marco del FLA.
Los casi 34.000 millones de euros del FLA catalán se han dedicado, desde 2012, a vencimientos de deuda autonómica, intereses de deuda, liquidaciones con el Estado y financiar el déficit público (los gastos que la autonomía no puede asumir por falta de ingresos). En esta categoría se incluyen las deudas que la Generalitat tiene con las farmacias y los conciertos sociales y educativos. Ahora Democràcia y Llibertat propone incluir nuevos pagos dentro del FLA.
Así, la candidatura propone establecer un tramo específico del FLA para permitir que las comunidades vuelvan a endeudarse (el cierre del grifo de crédito a las autonomías, junto con la reducción de ingresos, fue el motivo que las obligó a acudir al FLA), aún asumiendo que las amortizaciones de los préstamos se realizarán a elevados tipos de interés. También propone dedicar un tramo específico del fondo a los pagos pendientes a las universidades.
DiL también pretende incluir en el FLA una “amortización anticipada” de la deuda subyacente de los proyectos de financiación de infraestructuras con pago diferido (PPP) que ya haya sido objeto de consolidación en la deuda de las comunidades autónomas. Asimismo, quiere que una parte del FLA vaya a las obligaciones pendientes de pago en forma de subvenciones que las autonomías y las administraciones locales tienen con las entidades del tercer sector, igual que se hace ahora con las facturas a los proveedores.
La candidatura que encabeza Francesc Homs también “exigirá” la derogación de la orden de la comisión delegada del Gobierno para asuntos económicos del pasado 20 de noviembre que atornilló la intervención de las finanzas catalanas. Sin embargo, el programa de DiL no incluye derogar la anterior normativa, que permitió al Estado, entre otras cosas, gestionar directamente el endeudamiento de las comunidades adheridas al FLA.
El resto de candidaturas apenas dedica espacio en sus programas electorales a tratar el FLA. A diferencia de DiL, el otro partido independentista que se presenta al Congreso de los Diputados, ERC, no dedica ninguna medida específica al FLA, y sólo aparece en el programa para mostrarlo como un mecanismo de “amenaza” del Estado hacia Catalunya.
En Comú Podem propone establecer un nuevo “procedimiento de obligatoriedad” que haga efectivo el pago de las deudas de las comunidades autónomas con los gobiernos locales y que, precisamente, sustituya los mecanismos actuales establecidos a través del FLA y el plan de pago a proveedores.
En el caso del PP, el FLA sólo aparece para recordar que a lo largo de la legislatura, junto con el resto de mecanismos de financiación, se han abonado 90.000 millones de euros a las autonomías. Por su parte, el PSOE critica que instrumentos como el FLA han otorgado “competencias impropias” al Gobierno y que ha provocado que las comunidades se endeuden con el Estado. Ciudadanos no menciona al FLA.
En Comú Podem, el único que propone una Hacienda propia para Catalunya
En Comú Podem es la única formación que propone una Hacienda propia para Catalunya. Así, la candidatura de confluencia de Podem, ICV-EUiA, Equo y Barcelona en Comú quiere “el pleno desarrollo” de la actual Agència Tributària de Catalunya. El objetivo es que la hacienda catalana recaude “todos” los impuestos que se paguen en Catalunya “en el marco del respeto a la autonomía y la suficiencia financiera de las administraciones locales”.
Del conjunto de la recaudación obtenida en Catalunya, se deducirían las aportaciones para la financiación de las competencias compartidas con el Estado, las aportaciones a los mecanismos de cooperación y solidaridad que se acuerden, así como las aportaciones a la financiación de administraciones locales y supraestatales. Por su lado, ERC y DiL vinculan la hacienda catalana a la consecución de la independencia, no a una reforma del actual sistema.