La familia Suqué Mateu: los dueños del juego catalán que ya han ganado con BCN World
El centro de ocio y juego BCN World será una apuesta segura para los Suqué Mateu, la familia que controla el sector de los casinos en Catalunya. Los tres casinos catalanes de esta familia de la alta burguesía pagarán menos impuestos aunque su Grup Peralada no logre la licencia para un casino del complejo por la que compite contra Hard Rock y Melco. El motivo es que la rebaja fiscal que impusieron los primeros promotores de BCN World no entrará en vigor hasta que el complejo abra sus puertas, pero luego se beneficiarán de la misma todos los casinos del resto de Catalunya.
De lograr la licencia, el Grup Peralada –que se ha aliado con el operador malayo Genting para conseguir un casino en BCN World– reforzaría su dominio del sector del juego catalán. Pero, si pierden, los tres casinos del grupo disfrutarán por igual de la rebaja fiscal al juego que aprobaron CiU y PSC en 2014 con la oposición de ERC: pasarán a tributar al 10%, frente al anterior tipo impositivo aplicable a los casinos de juego del 55%. La fiscalidad es de los pocos capítulos de BCN World que no han cambiado después de la entrada en el Govern de ERC, partido que siempre tuvo suspicacias respecto BCN World durante los ejecutivos de Mas.
Además de apostar por un centro de juego en el nuevo BCN World, los Suqué Mateu controlan tres de los cuatro casinos de Catalunya –el de Barcelona, el de Tarragona y el de Peralada. El otro casino, el de Lloret de Mar, está en manos de la familia Lao. Este último centro de juego, inaugurado el último año del gobierno tripartit, rompió casi 40 años de monopolio de los Suqué Mateu.
El matrimonio en 1957 entre Artur Suqué y Carmen Mateu unió a una de las familias tradicionales de la alta burguesía catalana con otra que formó parte del poder franquista en Catalunya tras la Guerra Civil. La familia Suqué es una notable dinastía del sector textil catalán. Por el lado de la novia, el padre de Carmen Mateu, Miquel Mateu (conocido popularmente como Mateu el dels Ferros), fue el primer alcalde franquista de Barcelona tras la Guerra Civil. Después dirigió la Caixa de Pensions y la patronal Foment del Treball. También fue consejero nacional de la Falange y procurador de las Cortes franquistas. La relación con el poder de la familia siguió con la llegada de la democracia. Suqué, compañero de pupitre de Jordi Pujol en el Colegio Alemán, logró la concesión de la Generalitat para explotar los cuatro casinos catalanes.
La cercanía de Suqué a Convergència acabó en los tribunales. Suqué estuvo investigado en los años 90 por desviar presuntamente 3.000 millones de pesetas de Casinos, de los cuales 1.000 se habrían dirigido a CDC de forma irregular. El llamado 'caso Casinos' terminó archivado tras una instrucción con fallos “alarmantes”, a juicio del propio TSJC.
A día de hoy, el Grup Peralada, además de los casinos en Catalunya, tiene dos en Argentina y otros dos en Uruguay. El grupo, ahora en manos de los hijos del matrimonio Suqué Mateu, tiene un negocio diversificado con empresas hoteleras, de restauración, vitivinícolas y culturales, con el Festival de Peralada como estandarte. Según el ránquing Forbes, la fortuna familiar asciende a los 500 millones de euros.
Recaudación a la baja
“Los casinos pagarán todo el IVA, todo el impuesto de sociedades, pagarán el 10% sobre la actividad del juego y el 1% del total de la inversión se destinará a proyectos socioculturales”, defendió el vicepresident y conseller de Economía, Oriol Junqueras, cuando presentó el nuevo BCN World, aunque cuando era el líder de la oposición se mostró “totalmente en contra de rebajar los impuestos al juego”. Junqueras también previó doblar la recaudación proveniente del juego pese a la rebaja fiscal.
Con todo, la recaudación del impuesto sobre los casinos ha caído en los últimos años. En 2010, se ingresaron 24,55 millones de euros, mientras que el año pasado se quedaron en 19,04 millones. Hasta junio de este año, la cantidad recaudada ascendía a 8,15 millones.
En conjunto, los tributos sobre el juego –que gravan, además de los casinos, a las máquinas recreativas, los bingos o el juego on-line– aportaron a las arcas de la Generalitat el año pasado 206,35 millones de euros. En 2010 fueron 272,15 millones. La mayor parte de estos ingresos provienen de las máquinas de azar, cuyo impuesto recaudó el año pasado 136,76 millones y 147,18 hace seis años.
Proyecto reducido
El espacio destinado al juego en el nuevo BCN World se ha recortado un 50% hasta 30.000 metros cuadrados y un máximo de dos casinos. El proyecto inicial, impulsado por Veremonte y el empresario del ladrillo Enrique Bañuelos, preveía hasta seis. El techo hotelero ha disminuido un 29,2% hasta 425.000 metros cuadrados.
Según la previsión del Govern, el complejo heredero de BCN World quedará definido en noviembre y urbanizado en 2019. El plazo para presentar alegaciones al plan urbanístico concluirá este 27 de septiembre. Respeto al PDU aprobado inicialmente en 2015, se ha reducido en un 25,5% el techo máximo, pasando de un millón de metros cuadrados a 745.000.