Venido de Foehn Records este año Marc Campillo (Barcelona, 1975) estará al frente de Barcelona Acció Musical, que todos conocemos como BAM, una de las líneas de conciertos que inundan la ciudad durante las Fiestas de la Mercè. Ha tomado el testigo de Carlos Conesa durante cuatro años para dotar de contenido independiente a las propuestas más populares. Toni Allen, Neue, Loop, Bombino, Shopping o Beach Beach son algunos de los 43 grupos de un cartel desplegado del 18 al 24 de septiembre del que dice estar muy contento.
¿Ha evolucionado el BAM desde aquel primero de 1993?
En el BAM ha habido una filosofía muy continuista que intenta que sea ecléctico, que haya un poco de todo y que no sea el típico festival alternativo. Al fin y al cabo todo es música. Para mi es perfecto pues yo no distingo, me gustan todos los estilos. He querido seguir esta línea, he sido consumidor de conciertos del BAM. Lo que al final se refleja en los diferentes directores del BAM son los gustos de cada uno.
¿Y a ti dónde se te puede reconocer en el cartel de este año?
He intentado que sea muy ecléctico y variado, tocar todos los estilos con la dificultad que la gente no conoce que estás condicionado por la disponibilidad de los grupos y sus cachés. Es más fácil que el 80% del cartel sea el típico grupo anglosajón o americano que está de gira por Europa y este año, por ejemplo, hay mucho grupo africano porque estaban de gira como Bombino. Me gusta todo tipo de música, luego puedo consumir más una que otra pero a partir de aquí hay una intención y hay un gusto. La intención es que haya el máximo de representación de estilos, ideas y música.
¿Con Carlos Conesa, el anterior director, hay alguna diferencia evidente?
Somos amigos y me gusta lo que hace, evidentemente tenemos unos gustos que compartimos y otros que no pero al final la filosofía es la misma. Otra cosa son los presupuestos con los que hayan podido contar unos u otros directores. Al comenzar a programar pensé que era lo que yo quería y luego, poco a poco, me he dado cuenta de lo que podía. Es un presupuesto ajustado. Casi todo lo que traigo de fuera está de gira, no te puedes plantear traer a alguien exclusivamente para que haga una sola actuación.
¿Tienes mucha autonomía respecto al Ayuntamiento a la hora de escoger los grupos?
Libertad total, nadie me ha condicionado. No hay una línea musical a seguir, se basan en mi criterio y me dan autonomía absoluta. A partir de ahí intento que sea lo más variado posible y que haya representación de todo tipo de estilos.
Y en relación al presupuesto de este año, ¿qué cifra barajabas?
Para contratación disponía de 118.000€. La producción –hoteles, escenarios, backline–, que es lo que realmente encarece el tema, lo lleva directamente el ICUB y los tres conciertos de Damm no entran en mi presupuesto. Con 43 bandas, sale a una media de 2.000 € - 3.000 € y teniendo en cuenta que ellos se han de pagar los billetes, hay mucho grupo que viene a coste. Por eso la mayoría de grupos aprovechan que están de gira.
Diferentes ediciones, diferentes presupuestos...
El presupuesto ha ido bajando, estamos en crisis. También las fiestas de la Mercé se han extendido con el arte de calle, más la inversión en otro tipo de actividades culturales. Desconozco con lo que contaban antes pero conociendo la industria y los festivales , es muy poco dinero. Aún y así yo estoy contentísimo con el cartel que ha quedado, creo que hay una oferta súper amplia para poder encontrar todo lo que quieres.
Si tuvieses que hablar de cabezas de cartel...
No lo contemplo. Podría decir que Toni Allen porque me ha costado mucho traerlo y a mi me hacía ilusión… pero la mayoría de grupos están cobrando por debajo de su caché habitual. Cuando a un grupo se le dice que es para tocar en el BAM ponen facilidades, son conscientes de que es un festival gratuito, que no tiene patrocinadores y además da cantidad de público. Si estos grupos viniesen apenas meterían 600 personas en una sala y en los escenarios del BAM te encuentras con 6.000-7.000 personas que muchas veces no es público objetivo, interesa pues va a descubrirte y a partir de ahí puede que compre tus discos o venga a tus conciertos. Además la repercusión mediática..
¿Por qué se creó algo como este festival en la programación musical de la Mercè?
Jordi Gratacòs, que fue el primer director y que, buscaba un contrapunto a los conciertos más populares, más de fiesta mayor, que es en definitiva lo que son las fiestas de la Mercè. El BAM ofrece cosas más minoritarias, pensando más en música y no en tendencias, modas, fiesta. Con Mercé Música hay un diálogo. Si bien Mercé Música está más condicionado ya que tiene una programación pensada para lo que es una fiesta de una ciudad, más para todos los públicos. No cambia la calidad musical pero sí la capacidad de llegar a mucha gente con a La pegatina, Txarango, La Troba Kung Fu, Love of Lesbian, Mishima… Son grupos que destacan porque tienen muchísimos seguidores y son conocidos.
¿Alguna idea exclusiva para esta edición?
Desde el ICUB me pidieron que aportara cosas nuevas y pensé en el colectivo Minimúsica, que juntan a las familias entorno la música pues los consumidores de música tienen sus niños. El día 24 habrá actividades para pequeños donde se les acerca a la música con el roller disco, luego talleres y grupos que hacen un directo partiendo de su música pero adaptada a los peques que se sienten partícipes.
¿Cómo llegas al frente del BAM?
Además de fan de la música de toda la vida, el año que viene cumplimos 15 años con Foehn Records. No creé el sello como modo de vida, lo que realmente dedicaba era tiempo y dinero… Me he ganado la vida siempre con otras cosas pero esa labor es la que me ha ayudado a que ahora esté con el BAM… Se ha valorado el trabajo. Me llamaron del ICUB y no sé muy bien porqué, hay mucha gente capaz de llevar acabo esta programación.
Háblanos de tu discográfica Foehn Records
Con una serie de amigos creíamos que había un hueco que no se cubría de una serie de propuestas musicales minoritarias y de difícil acceso. Nadie apostaba porque hacer dinero era complicado. Pasamos años muy duros, planteándonos si cerrar… al final me he quedado yo solo, más por la rabia y porque te aporta mucho aunque suponga mucho tiempo y dinero. Ahí hemos estado como y con lo que hemos podido y ahora tenemos ochenta y pico grupos. No hay ese feedback de vender discos o de que la gente vaya a conciertos. En un momento dado hay que preguntarse de qué viven los protagonistas de todo esto, que no somos ni yo, ni los medios, ni los festivales, sino los músicos. Ningún grupo que ha pasado por Foehn o un sello independiente se ha ganado la vida con su música.
¿Y qué recursos tiene un sello como Foehn?
Tengo claro que la música que publicamos tiene un tope. Si vendo mil discos de un grupo, ya no dependerá de cuánta promo haga o de que salga en más medios, hay el público que hay… para ir más allá debería haber un cambio cultural del país. Ahora lo que nos queda es salir a luchar fuera, internacionalizar el sello, este país no da para más. La industria se ha concentrado toda en el directo y el directo al final queda entre cuatro. Ves muchos festivales y mucho cartel pero los caches se pagan, y lo entiendo, en relación a la capacidad que tiene un grupo de traer público y vender entradas. La música empaquetada está muerta, CD, vinilo por mucho romanticismo que haya o el digital no da. Se vive de la editorial, de meterse en publicidad, cine o del directo.
Con esta arrancas y te quedarán tres ediciones más de BAM… ¿alguna hoja de ruta?
En realidad no me he llegado a plantear si va a gustar o funcionar, estoy muy contento con todo lo que he programado, he conseguido una oferta tan grande de todos los estilos que me ha quedado un cartel muy interesante. Mi idea es seguir igual.
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