“Este es un modelo que funciona y que funciona muy bien”, ha advertido en tono desafiante el presidente de la Generalitat Artur Mas en su intervención en el pleno monográfico sobre salud que ha tenido lugar este miércoles en el Parlament y que ha abandonado a medio mañana durante unas horas. El debate extraordinario, que debía centrarse en discutir el modelo sanitario catalán - y que propusieron los grupos parlamentarios de ICV-EUiA, PSC, Ciutadans y la CUP- es el primero que tiene lugar desde 1985. En la práctica pero cada grupo se ha tomado el debate con perspectivas diferentes y la ha centrado en los aspectos que ha querido.
El debate, que se produce in extremis a tres meses de las elecciones del 27S, llega tarde para algunos parlamentarios, en un contexto marcado por los recortes presupuestarios en salud, el alargamiento de las listas de espera, la reducción de sueldos de los profesionales, el cierre estructural de camas o el colapso del servicio de urgencias en los hospitales, por mencionar algunas de las críticas que tanto la oposición este miércoles, como la Marea Blanca el martes, han hecho al sistema de Boi Ruiz.
Si en algo han coincidido la mayoría de grupos, y lo ha remarcado el mismo conseller, es en la crisis de confianza. Ruiz ha querido dejar claro que “no hay privatización” y que el reto actual no es el sistema sanitario en sí. La diputada de Ciutadans Carmen Pérez ha dicho en este sentido que “es evidente que [el conseller] no ha privatizado ninguna entidad” pero ha subrayado que “lo que no puede negarse es que la derivación de la atención sanitaria hacia los centros privados con ánimo de lucro ha ido aumentado en los últimos años”. Para el conseller, uno de los principales retos es la reducción en las listas de espera para intervenciones quirúrgicas, un problema que asegura se produce por falta de dinero y no por una mala organización.
Para Boi Ruiz el debate extraordinario no puede sustituir “lo que el parlamento ya había decidido: un Pacto Nacional de Salud”. Un pacto polémico que no logró el consenso que perseguía y que CiU y ERC se encontraron defendiendo en solitario después que se desmarcara la oposición. “Es hipócrita decir que el Pacto Nacional de Salud es el espacio donde discutir el modelo”, le ha espetado la diputada de la CUP Isabel Vallet. Desde ERC, Oriol Junqueras, ha salido a defender el sistema y ha asegurado que “ni el sistema de Salut es un fracaso ni es verdad que no sea perfectible: el modelo es bueno pero está gravemente tensionado y se debe mejorar” .
La mayoría de los grupos en la cámara han aprovechado la ocasión para recordarle al govern las consecuencias de los recortes en los últimos cuatro años -1.400 millones de euros en el presupuesto anual-. La CUP, por su parte, ha sido el único grupo que ha cuestionado el modelo mixto actual y ha reivindicado que el cambio legislativo “no puede limitarse a cambiar una ley sino a cambiar el modelo de forma estructural”. “El centro del debate hoy es el modelo, el modelo de cohabitación público-privado, que es un modelo corruptor, que potencia puertas giratorias, es el modelo el que configura un sistema de salud que es feudal, clasista y ha hecho aumentar la desigualdad”, ha dicho la diputada Isabel Vallet. Precisamente en alusión a la CUP Mas ha asegurado que aunque “algunos quieren cambiar radicalmente el modelo son una minoría”.
Tampoco han faltado los clásicos reproches. Ante las críticas iniciales de ICV y el PSC el presidente les ha reprochado que se metan con un modelo de salud que se construyó “entre todos” y que contaba con una aceptación por parte de la población y los profesionales. También en la misma línea Mas ha recordado que durante la segunda etapa del Tripartit en la estrategia del CatSalut 2007-2010 figuraba la creación del Consorci de Lleida, actualmente detenido por la presión social. “Interesa presentar este gobierno como un gobierno privatizador”, ha dicho el presidente dirigiéndose al coordinador nacional de ICV Joan Herrera. Este ha sido uno de los momentos de mayor revuelo en la cámara, momento en que un Mas que había comenzado la intervención tranquilo ha subido el tono de voz. En su turno, la ecosocialista Marta Ribas ha asegurado que el Govern “está tocando el modelo cuando debilita el principal proveedor público que es el ICS”.
La oposición reclama más transparencia y más medidas de control para prevenir la corrupción
Uno de los puntos calientes del debate ha sido también la corrupción y las irregularidades en el sistema sanitario. Los grupos de la oposición han reivindicado más transparencia y más medidas de control. El conseller se ha jactado de que todos los hospitales tienen auditorías externas y ha insistido en que no debe confundirse cuando la Sindicatura de Comptes detecta irregularidades: “Irregularidades son incorrecciones, que no quiere decir corrupción”.
Mas ha querido lavar la imagen del gobierno y ha insistido en que si sobre el caso Innova el Tripartit no era culpable, el gobierno tampoco lo es. En relación con el caso de corrupción en Reus, el líder de Ciutadans Albert Rivera ha criticado que el modelo actual mezcla lo público y privado y ha asegurado que algunos han acabado utilizándolo para hacer negocio. “La sanidad ha sido objeto de los tiburones de la corrupción que se querían aprovechar”, ha afirmado. Por su parte, Joan Herrera ha dicho que el modelo se está pervirtiendo y ha propuesto que se haga un pleno sólo sobre el caso Innova.
Guerra de datos
Todos los grupos han aprovechado la ocasión para destacar datos, datos diferentes que muestran realidades diferentes de un mismo sistema. PSC y PP han destacado los mismos: según el Centre d'Estudis d'Opinió, el grado de preocupación sobre la sanidad se triplica desde 2010. También la mayoría de grupos han puesto sobre la mesa el 14% de recorte en términos nominales en los presupuestos así como la reducción en el número estructural de camas hábiles en los hospitales -1.500 entre 2010 y 2013-. Por su parte, Mas y Ruiz han preferido elegir otros datos, como por ejemplo que la partida de sanidad ocupa el 40% del presupuesto total de la Generalitat o que Catalunya es el segundo país de la UE después de Irlanda con una mejor percepción de su estado de salud, según la Enquesta de Salut de Catalunya. Oriol Junqueras también ha defendido los presupuestos y ha subrayado que Catalunya ha perdido 1.500 millones de euros “por el estrangulamiento fiscal”.
La diputada de ICV Marta Ribas ha optado por verter los datos que recogió el martes en el Open Salut con entidades de la Marea Blanca: “como denunciaba la FoCAP el presupuesto para la primaria es sólo un 14 por ciento del total o como denunciaba SATSE el ratio de enfermeras por cada 1.000 habitantes es de 5”. Más datos: “hemos vuelto a niveles de gasto per cápita de 2009 y tenemos los médicos peor pagados de todo el estado”, ha dicho.
También la diputada de la CUP se ha sumado a la lista de datos y ha destacado el aumento de los pacientes de salud mental, el consumo de antidepresivos, el repunte de los suicidios y el aumento de las desigualdades entre clases, citando como ejemplo los casi diez años de diferencia en la esperanza de vida entre un vecino de Sarrià y uno del Raval.
“Este es un modelo que funciona y que funciona muy bien”, ha advertido en tono desafiante el presidente de la Generalitat Artur Mas en su intervención en el pleno monográfico sobre salud que ha tenido lugar este miércoles en el Parlament y que ha abandonado a medio mañana durante unas horas. El debate extraordinario, que debía centrarse en discutir el modelo sanitario catalán - y que propusieron los grupos parlamentarios de ICV-EUiA, PSC, Ciutadans y la CUP- es el primero que tiene lugar desde 1985. En la práctica pero cada grupo se ha tomado el debate con perspectivas diferentes y la ha centrado en los aspectos que ha querido.
El debate, que se produce in extremis a tres meses de las elecciones del 27S, llega tarde para algunos parlamentarios, en un contexto marcado por los recortes presupuestarios en salud, el alargamiento de las listas de espera, la reducción de sueldos de los profesionales, el cierre estructural de camas o el colapso del servicio de urgencias en los hospitales, por mencionar algunas de las críticas que tanto la oposición este miércoles, como la Marea Blanca el martes, han hecho al sistema de Boi Ruiz.