Un total de 567.009 personas ha perdido su puesto de trabajo en Cataluña desde el verano de 2007. En relación con el número de ocupados que había en ese momento, esta destrucción de empleo supone un 16,87% menos de los puestos de trabajo, según un informe del sindicato UGT Cataluña, presentado en rueda de prensa por Camil Ros, secretario de política sindical de la organización.
Una de las conclusiones que se extrae del informe es que la destrucción de empleo ha mantenido un ritmo sostenido durante todos estos años de crisis. Es más, tras la aprobación de dos reformas laborales que teóricamente debían cambiar la tendencia, en Cataluña se mantiene el ritmo de la pérdida de puestos de trabajo con la misma intensidad que antes de que entraran en vigor los cambios legislativos. Concretamente, entre junio de 2011 y el de 2012 se destruyeron 75.166 puestos de trabajo. En el mismo período de 2012 a 2013, la pérdida fue de 71.490 empleos, una cifra casi calcada si se tiene en cuenta que los empleados totales habían disminuido.
En Cataluña, el verano de 2007 existían 3.363.531 puestos de trabajo, sumados los del Régimen General de la Seguridad Social y los que cotizan en régimen de autónomos. En junio de 2013, tras la última recopilación de datos por parte de UGT, hay 2.812.072 trabajadores en activo. Es decir, se han perdido 567.009.
A la luz de las cifras, Ros aclara que “digan lo que digan los discursos oficiales, el inicio de la recuperación es un espejismo: como máximo se está ralentizando la destrucción de empleo”. Respecto a las valoraciones del Gobierno, Ros puntualiza que “ni el turismo ni la exportación frenan esta destrucción en Cataluña”, esto teniento en cuenta que “el informe está sesgado favorablemente, porque va de junio a junio”, los meses de máxima ocupación.
La construcción ha sido el sector que más duramente ha sufrido el creciente desempleo. La crisis ha supuesto la desaparición de 227.816 puestos de trabajo, lo que representa una reducción del 57,5% del empleo existente antes de 2007, más de la mitad de los empleos. “Este es el sector que más ha sufrido la nueva situación económica tanto porcentualmente como en números absolutos” indicó Ros.
La industria es el segundo sector en pérdida de puestos de trabajo, con la desaparición de 171.318 ocupados, que suponen el 28% de este ámbito productivo.
La agricultura, a pesar de su menor peso en el censo de ocupados ha sufrido también la crudeza de la crisis. Entre el 2007 y el 2013 ha perdido el 24,5% de sus trabajadores, es decir, ha sufrido un descenso de 10.667 puestos de trabajo.
Un caso especial es el sector de los servicios, que ha visto como su porcentaje de empleo se reducía en un 6,8%, una disminución relativamente suave pero que, en números absolutos, tiene un gran impacto: se trata de 157.298 puestos de trabajo que se han destruido.
La pérdida de puestos de trabajo ha sido más intensa en el régimen general de la Seguridad Social, que ha visto desaparecer 495.630 ocupados, un 17,8% de los que tenía en 2007. A su vez, el sector de los autónomos ha aguantado mejor, aunque ha perdido un 12,1% de sus ocupados, pasando desde 591.873 en 2007 a 520.404 en junio de 2013. El descenso debe tener en cuenta que en 2008 se incorporaron a este régimen los autónomos que antes estaban incluidos en el denominado régimen agrícola.
Pero no todo han sido pérdidas. En cuatro ámbitos productivos ha aumentado el número de ocupados: en investigación y desarrollo, que ha ganado 4.541 personas; en actividades profesionales no clasificadas, que ha incorporado 5.089 nuevos empleados; en servicios de tecnologías de la ocupación, con 6.236 ocupados más, y en servicios de comidas y bebidas, que también registra 4.839 empleados más de los que tenía en 2007.
Un total de 567.009 personas ha perdido su puesto de trabajo en Cataluña desde el verano de 2007. En relación con el número de ocupados que había en ese momento, esta destrucción de empleo supone un 16,87% menos de los puestos de trabajo, según un informe del sindicato UGT Cataluña, presentado en rueda de prensa por Camil Ros, secretario de política sindical de la organización.
Una de las conclusiones que se extrae del informe es que la destrucción de empleo ha mantenido un ritmo sostenido durante todos estos años de crisis. Es más, tras la aprobación de dos reformas laborales que teóricamente debían cambiar la tendencia, en Cataluña se mantiene el ritmo de la pérdida de puestos de trabajo con la misma intensidad que antes de que entraran en vigor los cambios legislativos. Concretamente, entre junio de 2011 y el de 2012 se destruyeron 75.166 puestos de trabajo. En el mismo período de 2012 a 2013, la pérdida fue de 71.490 empleos, una cifra casi calcada si se tiene en cuenta que los empleados totales habían disminuido.