La mesa de reindustrialización de Nissan está considerando el plan B en caso de que el candidato preferente, el fabricante chino Great Wall Motors se retire definitivamente de la carrera para sustituir a la automovilística nipona en la fábrica de la Zona Franca de Barcelona. Una de las propuestas que hay sobre la mesa es Tess Defence, una empresa que fabrica tanques, según ha avanzado La Vanguardia y ha confirmado la agencia ACN de fuentes conocedoras de la negociación.
El departamento de Empresa y Empleo ha asegurado que el Govern “no apoyará en ningún caso que una industria militar se instale en los terrenos de la Zona Franca actualmente ocupados por Nissan”. La alternativa que baraja la comisión es dividir las instalaciones de la Zona Franca entre el hub de descarbonización y otras empresas.
Fuentes de la conselleria que dirige Roger Torrent han indicado que la opción de la empresa militar nunca se ha puesto sobre la mesa de reindustrialización, que se está reuniendo ahora mismo, y han añadido que si el Ministerio de Industria la bendice no contará con el apoyo del Ejecutivo catalán.
Por otra parte, la comisión también estudia dar espacio a una empresa logística, tal y como ha reclamado desde el inicio el Consorcio de la Zona Franca, que es quien alquila los terrenos.
La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ha trasladado “tranquilidad” a la plantilla porque “se sigue avanzando con diferentes propuestas” y el proyecto de GWM se mantiene sobre la mesa a la espera de una respuesta a la contraoferta que han presentado las administraciones en las últimas horas. “Las alternativas industriales en Nissan son un hecho”, ha apostillado Maroto.
La ministra ha explicado que este mismo miércoles envió una carta firmada por ella y por Torrent con una contraoferta para conseguir convencer a la empresa china. “Es una buena oferta, hemos mejorado los instrumentos de financiación, de los activos y del alquiler. Es una opción que todavía está abierta”, ha defendido.
La comisión de reindustrialización de Nissan presentó la semana pasada una contrapropuesta a GWM que eleva las ayudas públicas y mejora las condiciones de traspaso de los activos y del alquiler del terreno de Zona Franca en un último intento por mantener la inversión del gigante chino de la automoción.
De la aceptación de la última oferta por parte de GWM dependerá que se acabe materializando el proyecto que hasta ahora se consideraba preferente para dar otro uso industrial a las plantas que la multinacional nipona abandonará el próximo 31 de diciembre
La contrapropuesta contempla más ayudas públicas de las previstas inicialmente (que eran de unos cien millones de euros) y una reducción del alquiler del solar de Zona Franca donde está ubicada la planta de Barcelona, la más grande de las tres que tiene Nissan.
Además, incluye una mejora de las condiciones para hacerse con los activos industriales, después de que GWM considerara desproporcionada la oferta inicial por ellos, y un compromiso del comité de empresa para negociar la parte relativa a la incorporación de la plantilla. Tras realizar una auditoría de las plantas de Nissan en Barcelona, el fabricante chino cuestionó la viabilidad del proyecto que había presentado y reclamó al Gobierno y a la Generalitat más ayudas de las comprometidas.
Entre otras razones para cuestionar su inversión, la firma china argumentó que la fábrica de Zona Franca podía ser insuficiente para materializar su proyecto para Europa ya que lo había replanteado y busca ahora un emplazamiento para producir 300.000 vehículos al año, el doble de los previstos inicialmente.
Los trabajadores han convocado un paro de producción a las 11:30h. y se concentrarán en las puertas de la sede del Consorcio de la Zona Franca -donde se está produciendo el encuentro- para hacer visible el malestar de la plantilla, que tiene un futuro incierto en un mes de perder su trabajo.