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Celestino Corbacho, exministro socialista y concejal de Ciudadanos en Barcelona, deja el Ayuntamiento y la política

Pau Rodríguez

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Después de más de cuatro décadas en política, Celestino Corbacho, exministro socialista y actual concejal de Ciudadanos en Barcelona, se jubila. El que fuera alcalde de l’Hospitalet de Llobregat durante catorce años, entre 1994 y 2008, y también presidente de la Diputación de Barcelona, fue uno de los fichajes destacados del proyecto de Manuel Valls para lograr la alcaldía de Barcelona, aunque se pasó directamente al grupo municipal de Ciudadanos cuando estos se separaron del político francés.

Corbacho ya había tomado la decisión de dejar el Ayuntamiento de Barcelona y la política en general el pasado verano, cuando dijo que probablemente abandonaría el cargo en septiembre. Finalmente, el plenario municipal de este mes, previsto para el viernes día 30, será su última intervención en activo.

Corbacho, de 72 años, deja tras de si una carrera política que empezó en el PSC de l’Hospitalet de Llobregat, con el que accedió al Ayuntamiento ya desde el principio como responsable del área de Urbanismo y Presupuestos. Una década después, en 1994, fue nombrado alcalde, cargo que dejó en 2008 para integrar el Ejecutivo socialista de José Luís Rodríguez Zapatero como ministro de Trabajo. Gestionó la cartera solamente hasta 2010, cuando fue sucedido por Valeriano Gómez.

Dentro del PSC y del PSOE, Corbacho se sentó en sendas ejecutivas, convirtiéndose en uno de los pesos pesados del socialismo catalán y el cinturón rojo de Barcelona. 

Tras romper el carné en 2018, Corbacho se subió al proyecto de Valls, Barcelona pel Canvi, como número 3. Aunque inicialmente fue uno de los ediles que se mantuvo al lado del exprimer ministro francés en su pelea interna con Ciudadanos –fue de los que votó a favor de la investidura de Ada Colau–, poco después decidió pasarse al grupo municipal del partido naranja. Entre otras razones, el acuerdo le garantizó un puesto en la Diputación de Barcelona.