La protesta de funcionarios por el asesinato de una cocinera en prisión bloquea varias cárceles catalanas
Funcionarios de prisiones de Catalunya han bloqueado este viernes los accesos a los centros penitenciarios en protesta por el asesinato de una cocinera de la cárcel de Mas d'Enric (Tarragona) a manos de un interno que después se suicidó. Los empleados públicos culpan a la Generalitat y a la consellera de Justicia, Gemma Ubasart, de falta de seguridad en los centros, y han exigido su dimisión. Ubasart ha explicado que la Conselleria no permite salir a presos de sus celdas en algunas prisiones por las protestas. 5.000 reclusos permanecen confinados en seis de los nueve centros que administra la Generalitat.
El crimen ocurrido en la cárcel de Tarragona es el más grave desde que la Generalitat asumió las competencias en prisiones hace cuatro décadas, y ha devuelto la conflictividad sindical a los centros. En el centro de Mas d'Enric, un centenar de trabajadores han bloqueado las entradas con neumáticos y ramas. Además, muestran dos pancartas en las que reclaman más justicia, más seguridad y más recursos.
La protesta tiene menos afectación en la prisión de mujeres de Barcelona y las cárceles de Figueres, Quatre Camins y el centro de jóvenes, que disponen de personal para realizar vida ordinaria, pero con algunas limitaciones.
En un comunicado lanzado a última hora de la tarde, el Departament de Justícia ha confirmado que los contactos con los sindicatos seguirán “durante todo el día de hoy hasta que sea necesario” y han pedido que “vuelvan a sentarse en la mesa”. Así, se ha constituido un Gabinete de crisis -junto a los departamentos de Presidència e Interior- para hacer un seguimiento de la situación.
Además, han pedido restablecer el normal funcionamiento de los centros, sobre todo de cara al fin de semana, cuando existe el espacio de comunicaciones familiares. El Govern sigue con preocupación el hecho de que estos 5.000 presos no hayan podido salir de sus celdas desde el jueves por la noche por las “situaciones de riesgo” que pueden llegar a producir entre los internos y los trabajadores penitenciarios.
Por otro lado, Ubasart se ha reunido de forma telemática con todos los directores de los centros. Mientras tanto, la vicepresidenta del Govern, Laura Vilagrà, ha pedido al mediodía “calma y tranquilidad” a los sindicatos para reconducir la tensión.
Vilagrà ha explicado que el Govern tiene previsto aumentar la plantilla en 400 personas y que esto no queda afectado por la prórroga presupuestaria. Asimismo, ha añadido que el Departamento de Justicia ya tenía previsto iniciar una negociación con los sindicatos para establecer más mejoras laborales, y que esto podría acelerarse a partir de este viernes por la tarde, cuando se reúna la cúpula del departamento con los sindicatos.
En declaraciones a la Agència Catalana de Notícies (ACN), la asociación de trabajadores penitenciarios Marea Blava ha reclamado “un giro” en la política penitenciaria catalana para que las cárceles sean “espacio de convivencia y agresiones cero”. El colectivo ha alertado de su “indignación creciente” por el aumento de las agresiones a funcionarios en lo últimos años.
Los Mossos d'Esquadra investigan las circunstancias del asesinato, que ocurrió a primera hora de la tarde del miércoles en las instalaciones de cocina del recinto penitenciario, donde supuestamente el preso mató a la cocinera con un cuchillo y luego se suicidó. El interno trabajaba en la cocina de la prisión desde 2018 sin conflictos, aunque los servicios penitenciarios revisarán ahora si hubo errores al valorar su itinerario de reinserción.
El interno no se había visto involucrado desde que trabajaba en la cocina en ningún incidente ni se había mostrado conflictivo, por lo que se le mantenía el itinerario para la reinserción. Estos trabajos comunitarios, que dan cierta libertad de movimientos al preso en la cárcel, no están vinculados al delito por el que fue condenado, hasta el punto de que un porcentaje muy elevado de los internos que ejercen este tipo de labores en el centro de reinserción cometieron delitos violentos, según las fuentes.
Por el momento, no consta que el preso sufriera ninguna patología mental, hubiese asediado a la cocinera a la que mató con arma blanca para, posteriormente, suicidarse. El personal de la prisión encontró primero en la cocina de la cárcel el cadáver del recluso, que colaboraba en las tareas culinarias en el marco de su plan penitenciario de reinserción, y cuando buscaban a la víctima para informarle del hallazgo localizaron también su cuerpo.
El preso que se suicidó tras supuestamente matar a la cocinera estaba interno en el módulo 6 de la cárcel, donde habitualmente se destina a los reclusos que cumplen condena por delitos violentos. Cumplía una condena de 11 años de cárcel, que expiraba en 2027, por el asesinato confeso a puñaladas de una mujer prostituida en abril de 2016.
El Govern se personará en el caso
Ubasart, ha anunciado que se personarán en el caso. Lo ha dicho en una rueda de prensa este viernes junto al secretario de Medidas Penales, Reinserción y Atención a la Víctima de la Generalitat, Amand Calderó, en la que han valorado el desarrollo de la jornada de protestas de funcionarios de prisiones y la situación en los centros penitenciarios. En la rueda de prensa ha mencionado que hay algunas prisiones catalanas que no permiten salir a presos de sus celdas por seguridad y por falta de personal.
La consellera ha querido dar el pésame a los familiares y amigos de la víctima, y ha asegurado que estos hechos “merecen una condena rotunda”. Ubasart, con todo, ha rechazado que vaya a haber dimisiones en su departamento.
Los internos se quejan de que los utilizan “como moneda de cambio”
Fuentes cercanas a los presos han explicado a Europa Press que, en algunas prisiones, llevan “encerrados completamente desde ayer a la hora de la cena”, y que les han traído el desayuno, la comida y la medicación a cada uno en la celda.
“Hay bastante malestar. Es bastante injusto que tengamos que estar recluidos en una celda sin poder salir, aunque estamos de acuerdo con el descontento de los funcionarios, pero nosotros no somos responsables más que de nuestro delito”, han añadido.
También han lamentado que les estén utilizando como “moneda de cambio”, pero han apoyado que la muerte de la cocinera de Mas d'Enric es un acto ilógico y descabellado, en sus palabras.
“Esto no sólo tiene efectos en el exterior, sino que también dificulta el servicio en el interior. Hay un gran número de internos que no pueden salir de las celdas, porque hay una tensión importante y supone un riesgo para los trabajadores”, según ha concluido Ubasart.
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