La Generalitat y el Gobierno han llegado a un acuerdo sobre la prolongación de la carretera B-40 entre Terrassa, Sabadell y Castellar del Vallès (Barcelona). Según ha avanzado La Vanguardia, el pacto incluye también la transferencia a Catalunya de 914 millones de euros para ejecutar diversas mejoras en infraestructuras viarias y ferroviarias.
Esta cantidad corresponde a un pacto al que llegó ERC con el PSOE a cambio de aprobar los presupuestos generales y que ya se anunció desde la Conselleria de Presidencia el pasado 20 de junio. La previsión es que tanto el acuerdo de la B-40 como la transferencia se firmen a la vez, en algún momento de esta semana, antes de que empiece la campaña electoral.
La prolongación de la B-40 formaba parte del pacto por el cual el PSC facilitó la aprobación de los últimos presupuestos de la Generalitat y se debía haber cerrado en primavera. Pero no se ha consensuado hasta la llegada de Ester Capella como nueva consellera de Territorio. Su predecesor, Juli Fernàndez, era un histórico opositor a esta infraestructura, que ya había rechazado cuando fue alcalde de Sabadell.
Según el Govern, la B-40 no será una vía de alta capacidad, sino que se limitará al tramo entre Terrassa y Sabadell y se sufragará íntegramente con presupuesto estatal. Además, cuestiones técnicas tales como el trazado definitivo y la cantidad de carriles por sentido serán determinados por la Generalitat.
En lo referente al traspaso de los 914 millones, se prevé la ejecución de obras en las carreteras C-32 en el Maresme (384 millones), en los accesos de la AP-7 (250) y a la N-260 (260 millones), que recorre los Pirineos desde Aragón hasta el Empordà, así como nuevos intercambiadores entre los servicios de Rodalies y Ferrocarrils de la Generalitat en Sant Cugat del Vallès (20 millones).