La Generalitat ha dado marcha atrás en poco más de 24 horas y ha descartado que en las pruebas PISA en Catalunya hubiese un exceso de estudiantes de origen extranjero, un supuesto al que atribuyeron en parte la caída de los resultados académicos por encima de la media española. En un breve comunicado, el Departamento de Educación ha explicado que se han puesto en contacto con los responsables del examen y han llegado a la conclusión de que sus dudas sobre la muestra de alumnos no estaban fundamentadas.
El secretario de Políticas Educativas, Ignasi Garcia Plata, el que apuntó este martes a una “sobrerrepresentación” del alumnado inmigrante en la prueba, se ha puesto en contacto este miércoles con el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE) para aclararlo. La respuesta ha sido negativa: no hubo ningún error en la selección de los examinados, de los cuales en Catalunya un 24% eran considerados inmigrantes (PISA incluye dentro de este perfil los nacidos en el extranjero y también los nacidos en España pero con ambos progenitores inmigrantes).
Con todo, desde Educación señalan que han trasladado al INEE la “limitación” de los actuales indicadores del estudio para “comprender más detalladamente la realidad y el incremento de la complejidad” que detectan en Catalunya. La consellera de Educación, Anna Simó, ha añadido en un mensaje en X : “No hay excusas. Tenemos un problema que tenemos identificado y que estamos trabajando para resolver. Esto va de pobreza infantil y segregación escolar, y este gobierno está trabajando como nadie para abordarlo”.
El hecho de que Educación señalase a la población escolar inmigrante y a un error en las pruebas PISA como uno de los factores de la caída de los niveles académicos desató este martes una tormenta política y educativa que se sumó a las críticas por los resultados. La oposición prácticamente en pleno y sindicatos y entidades sociales lamentaron la reacción de Educación y exigieron una rectificación.
Catalunya aparece en las pruebas PISA de 2022 como una de las comunidades autónomas que más se desploma en cuanto a conocimientos de matemáticas, ciencias y especialmente lectura. En esta última materia, desciende 38 puntos, muy por encima de los 14 de media en el resto de España o de los 21 de media del resto de la OCDE.