Los Jesuitas de Catalunya han registrado un total de 145 denuncias por abusos sexuales a menores desde 1948 por parte de 44 agresores. Hasta 29 de estos presuntos agresores eran religiosos y 15 laicos, aunque en la mayoría de casos no hay recorrido penal por prescripción del delito o la muerte del autor.
La Compañía ha admitido que una “cultura del silencio” permitió que los casos se fueran sucediendo en el seno de la organización sin consecuencias para los agresores.
“La cultura del silencio fue predominante”, ha reconocido Pau Vidal, portavoz de la orden religiosa en Catalunya. “El prestigio, la autoridad, el silencio y el tabú fueron parte de la cultura de la organización”, ha añadido.
En una rueda de prensa celebrada este jueves en Barcelona para presentar un informe sobre violencia sexual en la Compañía, que ha contado con la colaboración del bufete de abogados Roca Junyent, Vidal también ha hecho público el nombre completo de 14 agresores sexuales.
También han participado en el acto el abogado y presidente ejecutivo del bufete Roca Junyent, Joan Roca, la letrada y especialista en mediación y resolución de conflictos, Irma Rognoni, la psicóloga y representante de la Fundación Vicki Bernadet, Pilar Polo, y el Superior Provincial de los Jesuitas en Catalunya, Enric Puiggròs.
“Reconocemos que la situación falló y no protegimos a los menores, no escuchamos a las víctimas, los mecanismos no existían, y si existían, no actuaron”, ha lamentado Vidal, quien ha asegurado que llevarán ante la Fiscalía seis casos que aún no han prescrito.
Del total de 145 casos por violencia sexual que los Jesuitas tienen contabilizados, en 91 de ellos la orden religiosa cuenta con algún dato que les permite tener información sobre quiénes son los agredidos, mientras que en el resto se trata de denuncias anónimas.
Sobre los casos anónimos, han detallado que se trata de personas que han dado a conocer su testimonio en los medios de comunicación sin identificarse o comunicaciones que les han llegado a la Compañía a través de los canales abiertos, pero en los que no se desveló su identidad.
Además, han dado a conocer el nombre completo de 14 jesuitas, condenados o con indicios claros de agresión sexual a menores: Albert Tarés, Lluís To, Amando Ardid, Antonio Moré, Pere Sala, Robert Pasqual, Francesc Peris, Antoni Roigé, Francesc Roma, José Soler, Emilio Benedetti, José Boter, José Climent y Eudald García.
“¿Por qué estos 14? Porque son casos en los que ha habido algún caso judicial, ordinario o canónico, y son casos que tenemos suficiente evidencia de que podría haber más víctimas”, ha manifestado Vidal.
El delegado de la Compañía ha añadido que también han hecho públicos los nombres completos porque algunas víctimas les han comunicado que hasta que no oyeron el nombre de su agresor públicamente “no pudieron dar el paso adelante”.
De los 14 nombres, los que acumulan más casos son Lluís To (25), Francesc Peris (22), Emilio Benedetti (14), José Climent (8) y Francesc Roma (7).
Vidal ha detallado que, en los casos en que sea posible, la orden religiosa se personará como acusación en los procesos penales, con la voluntad de acompañar y dar apoyo a la víctima de abusos sexuales.
“Si ya no tiene procedimiento penal, se abrirá un proceso canónico, uno según las leyes de la Iglesia, que nunca sustituye a la justicia penal, pero cuando esta ya no puede actuar, eclesiásticamente todavía podemos hacer alguna cosa”, ha añadido.
En cuanto al lugar donde se produjeron los abusos, la mayoría se desarrollaron en los colegios de Casp y Sant Ignasi, aunque también en otros centros de la Compañía y en el entorno de la orden religiosa, pero fuera de los centros educativos.
La Compañía también se ha comprometido a retirar todos los reconocimientos y homenajes a los agresores sexuales de menores en el seno de la institución.
Protestas en el exterior
Antes de que comenzara la rueda de prensa, víctimas de abusos sexuales en los Jesuitas se han presentado en la puerta con la intención de asistir a la convocatoria, aunque desde la organización les han impedido la entrada alegando que era únicamente para periodistas.
Los afectados han criticado que los Jesuitas hayan desarrollado un informe sin contar con ellos, y les han acusado de pedir perdón solo “de cara a la galería”.
Además, han repartido octavillas en la puerta para dar a conocer sus reivindicaciones, en las que aseguran que los casos “no son aislados” y que la Compañía “tiene una responsabilidad adicional y el deber de colaborar con las víctimas”.
Al inicio de la rueda de prensa, Puiggròs ha manifestado que desde la orden religiosa han emplazado a las víctimas a un encuentro en los próximas días, puesto que merecen “un diálogo específico”.