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Josep Pàmies: “Si el sistema nos ataca, aún nos dará más fuerza”

Josep Pàmies, en su finca en Balaguer         Foto: Tomeu Ferrer

Tomeu Ferrer

Balaguer (La Noguera) —

La historia de Josep Pàmies es la de una rebeldía. Un elemento de continuidad es el arraigo en la tierra y otro, su gusto por la acción directa entendida como no delegación del poder de la gente a ninguna burocracia. Pàmies es agricultor y vive en Balaguer, en la Noguera, tiene una explotación donde produce verduras, pero es mucho más. Al llegar a su jubilación repasa su trayectoria vital.

Te acuerdas de tu primera acción consciente de rebeldía?

“Quizás cuando tenía 13 o 14 años en adolescencia, era del Madrid, porque me fastidiava ser del Barça, lo era por llevar la contraria. Entonces era muy fácil porque tenían un equipo muy bueno, con Puscas, Gento y Di Estefano, y era la hostia ... Y cuando los compañeros bebían un gin tonic, yo me tomaba Sandaru”.

Y de mayor?

“Siempre he pensado. ¿Somos un rebaño? ¿Siempre tenemos que seguir todos la misma historia o hay otra verdad? Y si no rompes con la corriente mayoritaria no lo sabes ”...

Mi recuerdo es verte como representante de UP en La Noguera, y que cuando había que actuar directamente ...

“En esto último, no ha habido nunca ni violencia, ni me ha causado ningún daño físico. Y dentro de la organización nunca entendí que la mayoría hubiera imponer mecánicamente lo que tenías que hacer. La solución era o salir adelante o intentar desde dentro hacer algo que estuviera en el límite de lo que permitía la mayoría.

Yo pensaba que las mayorías siempre se imponen a las minorías y también que ser minoría no significa automáticamente no tener razón “.

Esta actitud es una constante en tu vida de acción pública

“Si, en todas las situaciones he intentado hacer, eso. Durante la dictadura entendía que quizás se debía seguir el modelo mayoritario, pero en democracia no. En tiempos de libertad las minorías deben tener posibilidad de hacer aquello que creen que hay que hacer. Debe haber respeto a las mayorías pero también a las minorías. Y si no pueden convivir minorías y mayorías es cuando hay que romper ”.

Tu trayectoria pasa por varias organizaciones, siempre con el activismo en primera persona. . .

He estado primero en Unió de Pagesos, después en la lucha contra los transgénicos, con la Asamblea Pagesa, que se transformó en Somos lo que sembramos, y ahora estamos con Dulce revolución, pero siempre con la misma filosofía.

A partir de la lucha contra los transgénicos, inicias otra táctica, diferente, no te enfrentas directamente

“Pienso que se puede estar en primera línea pero no hace falta enfrentarse físicamente con el sistema. Este planteamiento lo hacemos desde Somos lo que sembramos y slow food y después cuando se crea Dulce revolución. Decimos: tenemos que poner en marcha proyectos, y hacerlo al margen del sistema. Haremos lo que se debe hacer, aunque el sistema esté en contra.

Con este nuevo enfoque si el sistema nos ataca, aún nos dará más fuerza. Antes, cuando los que actuábamos directamente éramos nosotros, aún alimentábamos, al sistema. Ahora es al revés, conectamos con la ciudadanía y vamos creando grandes masas de conciencia, de forma que, cuando nos atacan, la gente responde por nosotros“.

Eres crítico con la Generalitat

“Nos dicen que con la independencia estaríamos todos salvados. Pero, como antes no saquemos toda esta costra y no hagamos una democracia más participativa y seguamos confiando en los líderes que tenemos ahora, vamos fritos ”..

Tú contra lo que ocurre con los agricultores has abierto tu casa a la gente.

“Empezamos con la estevia, que cura la diabetes, la hipertensión y el colesterol, y decidimos regalarla. Así compartimos los conocimiento que tenemos. Y al revés, también aprendemos! La filosofía es compartir y no competir ”.

Has hecho muchas acciones directas, ¿porque? Recuerda cuáles eran estas acciones

“Cosas como entrar en la Confederación Hidrográfica del Ebro o en la Consejería de Agricultura a robar documentación para poder probar que había maniobras, como se demostró después. Jugadas como que el señor Pujol no quería hacer el canal Segarra Garrigues completo o bien que la Confederación del Ebro escondía estudios sobre las fallas sísmicas sobre las que estaba proyectado el pantano de Rialb”.

Otra batalla fue la defensa de los aparceros de Montagut, cuando los querían echar de sus tierras.

“En este caso pudimos parar los desahucios, los colonos de Montagut a finales consiguieron tierras a otro lugar, pero como mínimo, los que lucharon hasta el final tuvieron una recompensa”.

¿Como terminó el caso?

“Se demostró que había habido irregularidades. El informe del fiscal decía que el cabildo catedralicio de Lleida y los funcionarios del ministerio de Agricultura se habían conchabado para hacer un fraude en lo que eran las zonas expropiables y las que no lo eran. Esto me costó un juicio por injurias instado por un tal Gálvez, que era el jefe del IRYDA, porque nosotros decíamos que había falseado documentos, y lo pudimos demostrar ”.

Y hubo momentos duros. . .

“Ahora ya se puede decir, pudimos parar una acción en la que Terra Lliure, un día que había enfrentamientos con cientos de policías y Guardias civiles, tenían preparado un arsenal de cockteles molotov que habrían provocado una masacre! Un grupo de gente evitamos que lo utilizaran”.

Al salir de Unió de Pagesos creaste la Asamblea Pagesa de Catalunya, antecedente de Somos lo que sembramos y Slow food. . .

“Estos movimientos ya no representan sólo a los agricultores, ya hay ciudadanos, porque los intereses son coincidentes entre productores y consumidores, a partir de ahí llevamos la lucha contra los transgénicos”.

En esta lucha recurriste de nuevo a las acciones directas. . .

“Sí, participamos en la siega de un campo de trigo transgénico que era peligroso porque con el trigo se hace el pan .. Cortar todo aquel campo, nos supuso la guerra total de la administración contra nosotros porque habíamos echado a perder un proyecto semi-público, o semi-privado, eso aquí nunca se sabe. Después hicimos la siega de una parte de un campo de maíz transgénico de Singenta en Alcoletge ”.

Y de ahí surgió la ocupación del Gobierno Civil de Lleida

“Sí, y de resultas de ello me quisieron aplicar la ley antiterrorista. Engañé al Guardia Civil de la puerta diciendo que quería entregar un papel, y cuando se descuidó puse el pie en la puerta y con un empujón entramos todos, más de 20 personas, con mujeres y niños. Aquello tuvo una gran repercusión. Denunciábamos una plantación de maíz transgénico prohibido en Estados Unidos, resistente a los antibióticos, que si se hubiera mantenido habría hecho que estas medicinas no tuvieran efecto en los humanos. Después, el gobierno español prohibió esa variedad de maíz ”.

Y os denunciaron. .

“Un año y medio después de la ocupación recibo una denuncia por agresión al Guardia Civil de la puerta. En el juicio me pedían cinco años de cárcel y 50.000 euros. Alegamos indefensión porque no aparecían las imágenes de las cámaras de seguridad ni teníamos el informe forense que certificara la lesión al guardia, que afirmaba que le había afectado el dedo índice lo que le invalidaba para disparar. Al final aparecieron las imágenes que dejaron claro que no hubo violencia. Y el informe forense decía también que la lesión en el dedo el guardia se la había hecho un año antes jugando al tenis. Un montaje para meterme cinco años en prisión”.

Desde aquel momento los transgénicos han dejado de tener carta blanca en Cataluña

“Es que la sociedad civil está suficientemente concienciada. Si pudiéramos hacer un referéndum vinculante como en Suiza, se ganaría de largo”.

Hicisteis una la Iniciativa Legislativa Popular contra los transgénicos.

“Recogimos 106.000 firmas, más de las que se exigen en Suiza. Nosotros como tontos pensamos que podríamos hacer que la ILP entrara en el Parlament y fuera discutida. Pues no, los socialistas, que formaban parte del tripartito, se aliaron con los convergentes, que eran oposición y vetaron la discusión. En el fondo sabían que los productos transgénicos afectan a la salud”.

Y cómo fue la votación?

“La mafia socialista, convergente y pepera se opusieron. A favor votaron ERC Iniciativa y Ciudadanos. Todo esto muestra que hace falta otro tipo de política, participativa, horizontal y crítica”.

Y ahora has empezado la campaña de desobediencia respecto a la energía solar

“Un día, un compañero que comercializaba cocinas solares me instruyó en esto de la energía limpia. Así que dije, vayamos directos: instalamos los 15 kilovatios en el tejado de la granja. Que los necesitamos! Porque Endesa no nos da suficiente calidad y necesitaríamos un gran montaje para cubrir las puntas de consumo. Pedíamos permiso para instalar placas solares y nos decían que no”.

¿Y si lo hacíais?

“Nos arriesgábamos a tener que pagar lo que se llama el impuesto del sol, y tal vez una multa. Así que dije: ¡fuera permisos !, y sin pedir nada a nadie hemos puesto las placas. Ahora gastamos 15 kilovatios menos y nos sale la luz más barata. Demostramos que producir energía luz en el lugar donde se consume es barato porque no hay pérdidas por el transporte y ahorramos en petróleos y nucleares”.

¿Ha pasado algo?

“Todavía no, porque el decreto del gobierno no está aprobado. La amenaza de este decreto ya ha hecho perder 50.000 puestos de trabajo en España. Dijimos: disponemos de 24.000 euros. Lo ponemos en marcha y si nos quieren cortar luz que lo hagan, y si nos quieren hacer pagar el impuesto no lo pagaremos!”

¿Y si hay denuncias?

“Yo creo que habrá gente que nos ayudará, Som Energia está de acuerdo con la campaña. Por eso decimos: 'saca los ahorros del banco y ponlos en el tejado'. Así queremos demostrar que la energía es nuestra y que no los necesitamos para nada a ellos”.

La última batalla, de momento, es la de la marihuana.

“Hace tiempo, cuando supimos que la marihuana sirve para curar o reducir los síntomas de la artritis, la esclerosis múltiple o el tumor cerebral, decidimos no esperar a que se legalizara y facilitarla a la gente. Los enfermos nos lo pedían!

Yo pensaba que sobre el cultivo de marihuana habría una denuncia y tenía pensada la respuesta, pero lo que pasó fue diferente, se nos perdió una nieta de 4 años y los mossos, buscando la niña encontraron el invernadero. Tenían que actuar, y eso hicieron. Ahora la cosa está pendiente de lo que diga el juez, espero que el informe de los mossos reconozca que no era para hacer narcotráfico, y ya está. Lo de la marihuana lo hacemos con Dulce revolución. Hace tiempo que lo divulgamos. Y lo seguiremos haciendo pase lo que pase“.

Has saltado a la palestra de nuevo cuando has afirmado que el Ebola se puede curar con remedios sencillos.

“Sí, el protocolo del ministerio para tratar la enfermedad afirma que el virus se puede controlar con hipoclorito (lejía). Nosotros pensamos que se puede tratar con dióxido de cloro (MMS) que es ingerible y es más efectivo que el hipoclorito. Además, hay un estudio que afirma que una planta, la Garcinia Kola, puede detener la enfermedad: Creo que científicamente se deben explorar estos caminos en lugar de esperar que las farmacéuticas, que son las que dominan el cotarro, sinteticen la molécula y comercien con ella dejando a miles de personas fuera del remedio.

Igual ocurre con la malaria, que con cuatro infusiones de Artemisia annua se pueden detener los síntomas. Y esto no debe de estar muy alejado de la realidad porque la fundación de Bill Gates experimenta actualmente con híbridos del artemisia para hacer la molécula de la que se puede sacar la vacuna contra la malaria.

Aquí mismo en Balaguer tengo millones de semillas de artemisia para enviar a África a través de las Oenegés y hacer que cuando la gente tenga los primeros síntomas de la malaria se hagan infusiones y así detener esta enfermedad endémica“.

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