Junts y ERC cierran la campaña europea sin concretar sus alianzas en el Parlament

Junts y ERC han cerrado la campaña europea como la empezaron: con una llamada a la movilización que evite repetir el correctivo al independentismo del pasado 12 de mayo y sin concretar sus alianzas del nuevo Parlament. Los partidos han celebrado sus últimos mítines con la mirada puesta en la elección de la presidencia del Parlament del próximo lunes, menos de 24 horas después de que conozcan sus nuevos representantes en el Europarlamento.

La campaña europea en Catalunya ha estado marcada por la resaca de las elecciones del pasado mes de mayo y por la aprobación de la amnistía. A ambas carpetas les falta concreción. Hasta el lunes no se constituirá el Parlament, lo que permitirá obtener pistas –no concluyentes– sobre posibles pactos para la investidura. Los independentistas también aguardan que la semana que viene se publique en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la ley de amnistía, lo que marcará el inicio de su aplicación o sus trabas por parte de los jueces.

“Hoy es el último acto electoral en el exilio, aunque con esta gente de Madrid nunca se sabe”, ha expresado el expresident Carles Puigdemont en el cierre de campaña de Junts en Colliure (Francia), a 25 kilómetros de la frontera. “Nuestro retorno será un homenaje a los catalanes de la retirada republicana”, ha manifestado el candidato de Junts a les europeas, Toni Comín.

Durante los últimos quince días, los debates europeos que afectan a los catalanes –como las políticas agrarias o el reto demográfico– se han mezclado con la gestión de unos comicios al Parlament que dejaron un resultado histórico: por primera vez el nacionalismo catalán no obtuvo la mayoría de la Cámara. Esta realidad ha planeado sobre el discurso de Puigdemont, que ha llamado a “no abandonar la lucha”, en especial en un momento como el actual en el que los contrarios al independentismo, en palabras del líder de Junts, “más felices se las prometen”.

Aunque son unas elecciones tradicionalmente menos concurridas, el 9-J tendrá en Catalunya aires de segunda vuelta que servirá para desempatar la primera votación de la legislatura del lunes: la Mesa del Parlament. Y servirán para confirmar la tendencia a la baja de ERC. Se da por descontado que Junts se impondrá a ERC, como ya ocurrió en 2019, cuando las respectivas listas europeas las lideraron Carles Puigdemont y Oriol Junqueras y el expresident aventajó al exvicepresident por 150.000 votos.

Las encuestas no dan a Junts la opción de repetir sus tres eurodiputados actuales pero el objetivo del partido es revalidar su victoria en el bando independentista. El secretario general de Junts, Jordi Turull, ha reclamado una victoria este domingo para afrontar los “retos de junio”, en referencia a la elección de la presidencia del Parlament, la aplicación de la amnistía y la investidura de Puigdemont, que el exconseller ha fijado como prioridad.

Conscientes de que la pérdida de la mayoría independentista le deja sin opciones de un retorno soñado como president, los de Carles Puigdemont ya han empezado a maniobrar para volver a las urnas, la única vía para que su líder pueda regresar al frente de la Generalitat. Como es habitual, Junts acompaña la música de la repetición electoral con una letra conocida: la lista única independentista, que ERC rechaza tras la experiencia para olvidar para los republicanos que supuso Junts pel Sí.

Pese a que esté en horas bajas y en crisis interna, ERC conserva la llave del Parlament, y ya ha hecho saber que la piensa utilizar al descartar un pacto con el PSC para la Mesa y abogar por un acuerdo entre independentistas que este viernes sigue sin oficializarse y se deberá concretar el lunes.

La candidata de los republicanos a las europeas, Diana Riba, ha querido elevar el ánimo de sus militantes antes de ir a las urnas. “En ERC nos levantamos siempre, aunque caigamos”, ha dicho en el acto de cierre de campaña de la formación en Sant Cugat (Barcelona).

A diferencia del acto de Junts, en el de ERC no ha habido referencias a la política catalana. Riba ha pedido el voto de su coalición, de la que también forman parte Bildu y el BNG, para “defender a la gente trabajadora, denunciar un genocidio y construir una Europa de naciones libres”.