La vicepresidenta de la Generalitat, Joana Ortega, ha informado de que la apertura de los colegios electorales en Cataluña se ha realizado con “absoluta normalidad” y que el 100% de las mesas se ha constituido sin problemas. Ortega ha hecho una breve intervención para explicar que en los primeros minutos de esta jornada electoral no hay “ninguna incidencia a destacar”, y ha aprovechado la intervención para agradecer la tarea de las “más de 85.000 personas implicadas” en el desarrollo de los comicios.
Han pasado muchos años, pero al fin ERC ha encontrado su estadio ideal. Los resultados de las elecciones al Parlamento de Catalunya colocan al partido independentista como segunda fuerza en la cámara y eje clave para la gobernabilidad del futuro Ejecutivo catalán, liderado por una CiU en clara minoría y con un PP, antiguo aliado de los nacionalistas, en cuarta posición, por debajo incluso de un PSC que ha aguantado el mazazo.
No hubo milagro anoche para el PSC. El partido liderado por Pere Navarro no sólo perdió ocho diputados en el Parlament de Catalunya y vio su número de escaños reducido a 20, el peor resultado de su historia, sino que, por primera vez desde que se producen elecciones en Catalunya, retrogradó a la tercera posición al ser superado por Esquerra.
Todo queda parecido pero todo ha cambiado. La catástrofe de Convergència se puede leer de dos modos y, seguro, ambas son igualmente ciertas. Por un lado, la brutal política convergente (y no sólo en el ámbito económico, recordemos los ocho ojos vaciados por los hombres de Puig) es castigada como lo es en toda Europa el seguidismo a la troika. Y, por otra parte, en el hilo soberanista, los catalanes han encontrado que aquellos brazos abiertos de padre de la patria les daban más miedo que calor. A muchos nos viene a la cabeza la historia de Pedro y el lobo. Tantas veces los convergentes han utilizado su particular fórmula secreta (P+R) de la puta y la Ramoneta que, ahora que todo va en serio, nadie ha hecho caso ni de los lobos deficitarios ni de los patrióticos que Mas ha dicho que sería capaz de conjurar.
La mayoría absoluta en el Parlament está en 68 escaños. CiU necesita mirar a ERC, PSC o PP para tener la ayuda que ya ha admitido que necesitará. Te contamos cómo quedan los tres posibles socios de Mas.
“Un día no podremos más y lo podremos todo”. Mientras los periodistas comenzaban a llegar a la sede de campaña de la Candidatura d'Unitat Popular - Alternativa d'Esquerres, Higinia Roig, el alter ego en Twitter de su cabeza de lista, David Fernández, publicaba esta elocuente frase que resume con acierto el sentir de buena parte de sus votantes.
La sociedad catalana ha decidido que las políticas sociales y verdes tengan mayor peso en el Parlament catalán durante las próxima legislatura. Así lo indican los tres diputados más con los que Iniciativa-Els Verds sale de estas elecciones (13), tras cosechar los mejores resultados de su historia (12 diputados, en 2006) y superar, en algunas zonas del área metropolitana de Barcelona, al PSC como primera fuerza de izquierdas. La formación ecosocialista recupera, además, a la representante que, en los anteriores comicios, había perdido en Lleida y extiende, con 13 diputados, su presencia a todo el territorio catalán.
El órdago ha salido mal. La “mayoría excepcional” que reclamaba Artur Mas parece ahora un chiste. CiU se sentía muy fuerte y soñaba con lograr nuevos apoyos. El golpe ha sido monumental. Los militantes convergentes que se habían concentrado en el Hotel Majestic esperando vivir una jornada épica e histórica se quedaron sin habla. Seguían la evolución en directo, desde las televisiones que se habían habilitado en varias salas del hotel. La multitud sólo se oía cuando el escrutinio le daba otro diputado al partido. Entonces aplaudían con fuerza. Cuando el número de diputados de CiU dejó de subir, los militantes pasaron a aplaudir los que sumaba ERC, con gritos de independencia. En la primera planta del hotel, la dirección del partido analizaba los resultados y preparaba un discurso que no se había previsto. Como los militantes, la dirección del partido también pensaba en los republicanos.
Oriol Junqueras es hoy el gran vencedor de la jornada, al erigir a su segunda formación como segunda fuerza en el Parlament. Si quiere, CiU podrá gobernar con ERC. Junqueras ha señalado en su comparecencia ante la militancia republicana que “ERC es y será el socio más fiable del pueblo para llegar a la independencia”, en lo que se puede entender una llamada a CiU. Asimismo ha reiterado que “ponemos nuestros resultados a disposición de la ciudadanía para sacar adelante una consulta”. Un discurso coincidente con las palabras de Artur Mas.